Guía boboliteraria para votar este domingo

Se acerca el final de la contienda por las migajas del Cenado y la Cámara Digital de Representantes y en La Bobada Literaria queremos que nos den algún cargo púbico, para ver si volvemos a Colombia con escoltas garantizados. Por eso, presentamos a continuación una lista con nuestros candidatos favoritos para que los que hayan inscrito su cédula voten por ellos, pero por todos a la vez. Sólo tienen que pedir los cuatro tarjetones, llevar una lupa y dedicar cuarenta minutos a buscar al candidato de su predilección entre todo ese arrume de foticos. Si no saben por quién votar para el Parlamento Andino, tranquilos: hay 40 millones de colombianos tan despistados como ustedes. En las consultas de los partidos, recuerden que el sabotaje también es democracia.
Ahora sí, con ustedes, nuestros candidatos.

Munarth es amorth
Hagan de cuenta que el tipo es un amigo suyo que no tiene trabajo, está nervioso ante la cámara, no sabe mover las manos, se está inventando el discurso, ha sido lagarto durante años y lo único que ha conseguido es aspirar. Aspirar a la Cámara por Bogotá. A uno de los libretistas del partido se le iluminó el cerebro y dijo que “ahora lo bueno es malo y lo malo es bueno” –porque como te digo una cosa, te digo la otra–, pero sólo a él, a su amigo, se le ocurrió la brillante idea de proponer una revolución que consiste en conservar las cosas como están –por aquello de que es candidato por el Partido Conservador: conservar, conservador… tiene sentido–. Él también tiene sensibilidad social: quiere darle más pensiones a los pobres –pero no trabajo–, negar el aborto para que la gente tenga aún más hijos, que oremos por el futuro del país y prohibir la adopción y el matrimonio por parte de parejas del mismo sexo. Técnicamente, van a declarar a la masturbación masculina como homicidio preagravado. Entiéndanlo, él también necesita trabajo. Miren y lloren –de la risa–.




La sensualidad al poder
Queríamos mostrar el video de Fernando José Gregorio Pernía Maldonado, en el que el actor con más cara de mecánico demostraba que para hacer política lo único que se necesita son ganas de robar, pero como lo eliminaron de YouTube decidimos mostrarles este, en el que le “sube la temperatura” a los tradicionales bigotones del gobierno. Junto a él, nombres tan sonoros como Harrinsong Megorks Stayfersh Ospina Barragán, estarán en las listas del partido Cambio Radical, el que tampoco quiere que cambie nada.




Por supuesto, no podemos dejar este punto sin mencionar a la otrora presentadora del Desafío Literario: La lucha de la bobada, el bizcocho con el cuarenta y ocho y cualquier otra cosa que rime con ocho como agáchese y se lo enclocho, que sabemos que pondrá su siliconado curul en una curul.




A este otro bizcocho, en cambio, sólo le queda bonito ser hijo de su papá. Antes iba en broma, pero ahora va en serio. Recuerde: vote PIN y haga PUN.


Y se vienen los presidenciables
Como somos tan bobos, vamos a votar por José Galat. Sería sensacional que, en lugar de Uribito y Noemí, el candidato oficial del Partido Conversador sea este viejito prostático y cascarrabias, esta gárgola que ha sobrevivido un par de milenios de degenerada modernidad para hacer de Colombia un lugar moralmente correcto. Y como vamos a votar por él, sentimos que podemos exigirle al menos que, antes de llevar el país a la era bizantina, nos escuche una modesta propuesta: que en su presidencia se olvide de los ministerios y los reemplace por monasterios. Queremos tener un Monasterio de Cultura –que no cambiaría mucho las actividades del actual ministerio, salvo en el nombre–: una entidad dedicada a los retiros espirituales con bebidas espirituosas que bien podrían estar dirigidos por Juan Manuel Roca, autor de Biblia de pobres.
El Monasterio de Cultura bogará junto al Monasterio de Educación para que en los colegios –a los que sólo tendrán acceso los ricos católicos– se enseñe a los profesores la poesía de San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Ávila y Sor Juana Inés de la Cruz. A los niños, en cambio, se les debe enseñar el diseño inteligente, en una clase a cargo de Dicken Castro. También sabemos que el testamento del padre García Herreros pedía que las maletas de cine colombiano fueran reemplazadas por ediciones especiales del Minuto de Dios. Galat, además de cumplir la voluntad del curita precursor del padre Chucho, instaurará el Monito de Dios, un programa en el que Uribito saldrá a decir sandeces en el nombre de Dios; es decir, de Uribe.
Por eso, amigos boboliterarios, los invitamos a votar en la consulta conservadora por José Galat: porque el futuro es el pasado.