lunes, 27 de mayo de 2013

Jaime Espinal, personaje del mes en La Bobada Literaria

Para los que no se habían dado cuenta, el apellido de este blog es Literaria. Por eso, y porque los literatos también vemos televisión, nuestro personaje del mes es un viejo conocido de esta salsa de redacción. Con ustedes: Jaime Espinal, el multimediocre más atrevido de Colombia desde Aura Cristina Geithner.

La Pantera Rosa, una vez llegó a África, se extinguió.


Como no encontramos nada en Wikipedia, tuvimos que irnos hasta África para construir este perfil, que complementamos con información del Canal Baba de Caracol y una selección de videos. Así se define el Jaime Espinal colombiano:

Ha ganado varios premios como escritor y dramaturgo. Tuvo la fortuna de poder montar una de sus obras en Nueva York, lo que ha marcado su vida. Actualmente vive en Bogotá.



Se considera una persona analítica. En el 2003 vivó en Phoenix haciendo su práctica profesional y de ahí surge su primera novela. “Open the window pa que la mosca fly”.



El tiempo libre lo es todo para él. Practica el fútbol y el Kick Boxing, es soltero y no tiene hijos. Dice no tener ninguna debilidad que le impida ganar el Desafío y sus principales armas son el control, la creatividad ilimitada y la inteligencia adaptativa.



Los investigadores de Sopa de Caracol, además de su pésima redacción, pasaron por alto un detalle muy importante: hace tres años, Jaime Andrés llegó a una final de infarto en el reality más trascendental que ha tenido Colombia, El Desafío Literario, en el que los personajes más irrelevantes del país –es decir, los escritores– lucharon a muerte para demostrar que en este país la gente no lee porque la televisión es mejor que la literatura. En el penúltimo capítulo, Espuñal fue eliminado por posar en ropa interior, pero su espíritu sigue vivo en este blog, que siempre será su casa editorial estudio. Por eso le hacemos este sinsentido homenaje. Uno tan grande como este texto de Jorge Franco sobre él y su segunda novela, del que reproducimos el siguiente fragmento:

Este es un libro que siempre le llegará tarde a quien lo lea porque nos hemos negado a aprender de la experiencia ajena. Más bien está destinado, después de leerse, a convertirse en un categórico e inevitable Te lo dije.

Si lo dice Jorge Franco, que por lo visto no aprende ni de las experiencias ajenas y se la pasa viendo reality shows, estamos seguros de que esa novela no merece ser leída. Mucho menos después de saber cómo se llama: No es una historia de amor, casi como una canción de Bon Jovi y, casi, como un libro de Efraím Medina, lo que nos demuestra la arrolladora creatividad de Espinal, Tolima. Pero buscando una fuente con más credibilidad que el autor de Rosario Tijeras, llegamos a una página web de Barcelona que dice que el retador más chocoloco del Desafío es mucho más genial de lo que todos pensábamos.

Además de escritor, es actor y, aparte de escribir, administrar y enamorarse una vez por semana, lo demás es puro teatro. Es centro delantero los lunes y los martes a las 10 de la noche. Lleva el pelo largo y se toma la sopa con cuchara.

O bueno, no es tan genial, si lo fuera se tomaría la sopa con tenedor. Lo que queda claro del merengón de las letras, es que se trata de todo un artista de pan integral: administrador de empresas, cantante, actor, escritor, bailarín, vendedor de minutos a celular, dramaturgo y casanova, Jaime ha hecho de todo, hasta hablar de sí mismo en tercera persona:

Con frecuencia Espinal se sienta en un murito a trasbocar Bukowski.

Se rumora que es modelo de pintauñas y que vende productos Avon pero la verdad es que la versión paisa de Efraím Medina –que, a su vez, es la versión costeña de Bobowski– siempre fue una persona muy creativa, tanto que se puso piercings y se hizo un peinado para parecerse a David Bisbal y cada día se disfrazaba de un estereotipo diferente –metalero, peluquero, pandillero– para demostrar que era un tipo muy polifacético. Como es tan ingeligente, en algún momento tuvo la brillante idea de escribir un libro, con tan mala fortuna para la humanidad que se ganó un premio y hasta se lo publicó Ediciones B de Bobada. Luego Editorial Planeta lanzó su segunda novela y, claramente, no la leyó:



—Entra tú —le dice Rave y la jala de la mano que detiene la puerta Le rodea la cintura La empuja contra la pared del ascensor La aprisiona con la fuerza justa Le roza los labios Le acaricia el pelo con fuerza contenida Le restriega la mano por la cara Por el cuello Por las tetas Por el vientre Por la cintura Por el culo Por detrás de los muslos Por delante Por la vagina y ahí para. Aprieta un poco. Ahí se queda. Mira a la Romero en los ojos y la ve abandonada a las ganas, al placer, a sentir. Sabe que no hay nada que los pueda parar ahora. Ella también sabe. Le manda la mano a la verga y la siente dura detrás del pantalón. Eso la acaba de perder en el vórtice sin frenos del sexo con Rave y en lugar de decir No Jorge, no, para, espera, no, ven, hablemos… le zafa el botón del jean Diesel, le saca la verga y le hace un blow job que este man se quiere morir.

Como pueden ver, E. L. Jaimes Espinal es un tipo de lo más original, pero todo tiene una explicación:

No es una historia de amor es un libro trasgresor. No respeta la estructura habitual de la narrativa, viola deliberadamente las normas gramaticales y ortográficas, no hace caso de los cánones de la novela, y no es pornográfico (aunque algunos digan lo contrario). Pero ¿acaso podría esperarse otra cosa del estilo exótico y provocador del autor?

Si fuera un escritor tan aplicado como Antonio García Ángel, su cuenta de Twitter sería más que un compendio de retuits y máximas de Chopra, pero Espinal Tap está muy ocupado con su carrera de cantante:



También de director:



Y de superhéroe:



Como fracaso, Jaime ha sido todo un éxito, tanto que hasta le hicieron una entrevista en CÑÑ, y mantiene al aire la única página web más fea que este blog. Por eso, de corazón, le deseamos lo mejor en su paso por el Canal Baba de Caracol y esperamos que se gane ese Desafío: no nos cabe duda de que un reality es lo más lejos que ha llegado un escritor colombiano.

viernes, 10 de mayo de 2013

¡Es un milagro!

Mientras la mitad de los colombianos –definidos por los 8 votos que recibió nuestra encuesta de la semana pasada– afirmaron que están esperando a que Séptimo Día esclarezca la verdad sobre el atentado a Ricardo Calderón, otro alto porcentaje del país quiere que nuestros héroes –definidos por un comercial en el que le cambian una llanta a un carro alzándolo en lugar de usar el gato hidráulico– deberían limpiar su imagen haciendo la película Un chihuahua en Tolemaida, protagonizada por Mano Loca Rdona, y otra mitad piensa que no se debería prohibir la parodia pues con que hagan más telenovelas tenemos suficiente parodia de nuestra realidad.

Y como la libertad de excreción quedó clarísima en un país en el que amenazan hasta a un director de teatro por hacer una obra sobre homosexuales, lo más sensato es postrarnos ante la canonización de la madre Laura Acuña, el reconocimiento más importante que ha recibido Colombia desde Miss Universo 1957. Por eso, y porque hemos estado muy borrachos como para escribir o leer algo más importante, presentamos nuestra sagrada encuesta de la semana.

¿Qué es un milagro para usted?
Que Bogotá tenga metro.
Que algún integrante del gobierno Uribe sea honesto.
Cualquier cosa que haga Santos y aparezca en la sección Debes creer de El Tiempo.
El nombre que le pusieron a Farina en una telenovela.

¿Qué es lo más importante de la canonización de una colombiana?
Que van a empezar el proceso de canonización de Álvaro Uribe Vélez.
El cubrimiento de Canal Caracol.
Las estampitas que regalan en Almacenes Éxito para que la santa le bendiga el mercado (guiño, guiño).
Que en Medellín van a empezar a fabricar santos en serie.

viernes, 3 de mayo de 2013

Tolemaida

En La Bobada Literaria, como los ciudadanos de bien que somos, también estamos en contra de la libertad de expresión, al menos para que Gustavo Bolívar se dedique a la hotelería y deje de hacer telenovelas de paramilitares. Por eso, apoyamos a nuestros decentes encuestados, que votaron masivamente para prohibirle a la comunidad LGBTI que se ponga más letras en la sigla y para que los homosexuales accedan a los derechos de los demás volviéndose monaguillos desde pequeños para que los curas abusen de ellos. Esa es la única forma de sexo recreativo que consentimos en la JuCo (Juventud Conservadora).

Y así como Fernando Londoño afirmó que Carlos Castaño era un intelectual, en este blog estamos indignados por el hecho de que a nuestros militares los estén juzgando por llenar al país de falso positivismo y de que, encima, los mamertines se quejen de que los dejen tener privilegios en las cárceles a las que los meten. ¿Cómo es posible que nuestros sacrificados militares –no en el sentido de la palabra aplicado para los jóvenes de Soacha que no andarían recogiendo café– no puedan hacer fiestas o visitar a sus familiares durante un mes seguido?

Un, dos, tres por los militares que están detrás del atentado a Ricardo Calderón –verde es, firme se pone y en Tolemaida se come–. Sin embargo, sabemos que tanta claridad pronto empezará a volverse más y más oscura (tan pronto que ya en La Luciérnaga dijeron que el mismo Calderón se había inventado el atentado, tal vez para hacer innecesario el proyecto de ley que busca prohibir las parodias). Por eso, hoy queremos facilitar el trabajo de los investigadores y demostrar que en Colombia los héroes sí existen y que ni siquiera tenemos libertad de excreción, preguntando a la opinión pública:

¿A quién le van a echar la culpa de querer matar a Ricardo Calderón?
A la revista Carrusel de la Contratación.
Hay que esperar a que Séptico Día revele que fue el crimen organizado.
Al crimen desorganizado.
A los bandidos de Lafar.

¿Qué deberían hacer nuestros héroes ante tantas acusaciones injustificadas?
La revista Tolemaida, para que las demás dejen de difamarlos.
La revista Tolemaida y Maruja, antes de que prohíban las parodias.
La película Un chihuahua en Tolemaida, con Manolo Cardona.
Aprender a disparar.

¿Cree que deberían prohibir la parodia?No, pero sí a Gina Parody.
Sí, con tal de que se acabe La Bobada Literaria.
No, con que hagan más telenovelas es suficiente parodia de nuestra realidad.
Sí, aunque no he leído el proyecto de ley que las prohibe.