Fabián Sanabria, el Diana Uribe de la antropología.
Fabián Sanabria es un respetado parisino nacido en Au Secours, Le Santander, Colombie, que abandonó su pueblito viejo para venir a Bogotá a estudiar Antropología –es decir, nada– en la Université National de Colombie y de ahí regresar a su medio natural: la aburrición universitaria de París. En apuntes hallados en su diario –escrito en incontables Moleskine® que mandó a fabricar con tapa de cartulina de cuadernos Norma para no extrañar a Colombia– consta que, después de leer revistas pornográficas en clase, Sanabria se dedicaba a cargarle el maletín a sus profesores y, al salir de la Sorbonne, recorría las calles del Quartier Latin como un clochard recogiendo las pipas, los pañuelos de seda, sombreros de diferentes estilos y gafas de marco grueso que tiraban al piso los tradicionales parisinos, que se encontraban siempre ensayando sus escenas para la nueva película de Woody Allen.
Así, Fabièn Sans Abri –como empezó a llamarse este clochard desde entonces– logró deconstruir la cité para reconstruir su aspecto de puebleriné y convertirse en un pensador junto al museo de Rodin. Aprendió latín en el Barrio Latino e italiano tomando vino rosso –porque el vino rosado es muy ordinario– y descubrió la importancia de separar los prefijos de las palabras para re-calcar que vio una materia que se llamaba epistemología. Para de-purar su elocuencia, adoptó la muletilla “E pur si muove” y logró e-mular a la per-fección la voz y el estilo de Ladrillard, Deleuze, Lyotardo, Derrière y Fuckault: cuando habla, parece que estamos oyendo a los in-inteligibles genios del pos-modernismo. Pero transmitiendo desde Teu-saquillo.
Aquí, el tramoyero habla de lo que se tratará la exitosa miniserie que tiene en su canal de Youtube: nada.
Por supuesto, tanta pose no podía pasar in-advertida en las universidades, especialmente en las públicas, que no tienen plata para pagar profesores menos payasos. Después de des-crestar incautos en la Université de Antioche, Sanabria entró al Olimpo de las Ciencias Humanas colombianas: la Universidad Nacional, donde hasta 8000 fue profesor. En la facultad con más piojos y pulgas por metro cuadrado, el orgullo del Chicamocha alcanzó el éxito y fue elegido decano con cerca del 0% de los votos de los estudiantes. Ante las protestas contra su cargo, se escondió en la bibliodiversidad para elevar su fama y convertirse en ese Fernando Vallejo al que tanto cita, pero políticamente correcto. Algo así como el ají sin picante.
No sabemos si Fabián Sanabria –que lentamente se ha convertido en el Hugh Hefner de la sociología– le paga derechos de autor a Fernando Vallejo, pero debería. Especialmente por fusilarlo tan mal. Por suerte, se arrepintió de hacer su original show en desnudo artístico.
Pero lo de la pose no paró ahí. El intelectual más importante de nuestra era se convirtió en lo que todos los medios necesitan: un experto en la materia. En su falta de fuentes para romper, los medios encontraron en FAB –como se consigue en los supermercados– al experto para opinar sobre cualquier cosa y parecer muy interesante gracias a su cargo de “decano UN (que no son las siglas de Unidad Nacional –todavía–)”. Cuestionado sobre la importancia cultural del Halloween, la legitimidad del ateísmo, el embarazo infantil, los realities o el bicentenario, nuestro sabelotodo favorito alcanzó un lugar envidiable en las ciencias sociales: se convirtió en el Diana Uribe de la antropología y la sociología. En el siguiente video, por ejemplo, responde con rigor académico a las preguntas de City TV, haciendo un audaz análisis sobre las connotaciones de apodarse "Bolillo".
Así, nuestro pensador favorito es el comodín de revistas como Semana para hablar cuando nadie contesta al teléfono y hacen falta comillas en un artículo y, al mismo tiempo, es el chef más intelectual de los noticieros del mediodía –aunque el link ya no funciona, en algún momento Fabión, como se pronuncia su nombre en francés, protagonizó "La receta del día" en RCN–; una auténtica celebridad.
Posando para Jet-Set, la publicación más importante de Colombia en materia de sociología.
Claro, celebridad para él mismo, porque todos pasan la página y cambian de canal cuando él aparece; además, para su frustración, El Espectador no lo ha querido meter en su selecta lista de 3857 columnistas. Pero él sí tiene público y hasta tiene para pagar risas pregrabadas.
Atención a la música de Bitjofan y a su llamado a que en las universidades se enseñe oratoria, porque es que la gente no sabe hablar, ¿tsí?
Pero lo de la pose tampoco paró ahí. Además de demostrar que un intelectual debe tener gatos y ponerles nombres difíciles de pronunciar, el más importante antropólogo del nuevo milenio se propuso hacer lo que no hacen sus colegas por estar "encerrados en torres de marfil": acercar el conocimiento al mundo real, convertirse en alguien cercano para el público. Lo que nadie esperaba era que lo hiciera desde la intimidad intelectual:
Disertar en bata, requisito para ser intelectual.
Por supuesto, esta imagen no salió de la nada. Fue buscada y re-buscada por años en un proceso de de-construcción que nos deja una clara enseñanza: una imagen rebuscada vale más que mil palabras rebuscadas.
Además, el intelectual más grande de nuestros tiempos también sabe un montón sobre tecnología y tiene un sentido del humor tan agudo como las esquinas del marco de sus gafas.
En este video, ¿quiénes somos, de dónde venimos y para dónde era que íbamos? Destacamos especialmente la frase “enrostra su rostro…”.
Sabemos que usted, bobo lector, se quedó dormido en este y los anteriores videos –o que no pasó del segundo 00:05–, pero era una forma de aproximarlo al capítulo más bobo en la carrera del orador que pone a penar al país: la creación de su propio canal (de YouTube), en el que como usted acaba de ver expresa sus juicios de valor sobre apasionantes temas de actualidad a lo largo de tediosos minutos, convirtiéndose en un intelectual casi tan grande como Elsy Rosas Crespo –pero que sabe cómo pronunciar "taxi", y en más de cinco idiomas–, con quien debería hacer un tête-à-tête.
Los gatos no pueden faltar cuando se trata de posar de intelectual.
Su espacio y alterego se llama El tramoyero, que en catalán se pronuncia como El tramo ñero. Además de cerrar con el superkitsch y nunca suficientemente aburrido “Dios mío, en tus manos colocamos este día que ya pasó y la noche que llega”, seduce a sus seguidores con bata y tomando vino, repite frases de cajón de Fernando Vallejo –con quien quisiera tener un hijo– y diserta, divaga, pondera, pontifica, especula, refléchit, raisonne, médite, wonders y hace diatribas tan pretenciosas y llenas de parolas incomprensibles que ni su propio gato se aguanta. Nuestro Enano®, a quien azotamos hasta que terminó de ver todos los videos, presenta la siguiente selección, más pesada que un párrafo de Ladrillard:
1. Este intelectual virtual tiene varios pares de gafas, porque los intelectuales también saben de moda. Sabiamente, él critica a la gente afrancesada porque es insoportable. Todo parece indicar que no ha notado su propio afrancesamiento tan santandereano:
2. Lo admite: es un posmoderno y, además, un pensador de la posmodernidad que nos habla. Elsy podría aprender del polifacético uso de gafas de este genio y citar a sus ídolos en su idioma nativo:
3. Como docente dicente de la Universidad Nacional, su opinión sobre la Ley 30 es muy importante para nosotros. Especialmente porque por profesores como él es que nuestra educación está como está:
4. Como Marilyn Monroe, él también se emborracha. Aunque con vino porque es una bebida más poética y su guayabo es más patético. Es más, él se emborracha con vino rosso, lo que sea que es eso (esperamos que no se refiera a que si vino, rozo).
5. Nuestra principal razón para pensar que es un bobo es que no cree en el fin del mundo. Aunque su misión es hablar de imposturas e impostores, siendo él mismo una autoridad en la materia.
6. Se fumó un Foucault y se convirtió en el mejor remedio para el insomnio.
7. Antes de pontificar sobre los movimientos de indignados, nos regala su de-construcción in-comprensible del 11 de septiembre.
Pero FAB no vive únicamente de su arrolladora fama en YouTube –por cada “me gusta” que recibe, compra un nuevo par de gafas–, como buen intelectual, él escribe, y compila, aunque como a buen intelectual, nadie lo lee.
Claramente, a Flavor Fab lo cogió el diluvio sin un cerebro debajo del sombrerito. Pero eso no explica la justificación que hace del uso legítimo de la fuerza en un contexto como el homicidio del graffitero, así en esta ocasión oficie como experto en la materia para la revista de la Policía Nacional:
"En la medida en que el concepto de lo público involucra los lugares donde se desarrollan los asuntos políticos de una sociedad, resulta evidente que la administración de ese espacio le corresponde al Estado, en tanto institución que debe garantizar el orden mediante el uso legítimo de la fuerza".Con este párrafo cierra su texto “Los no-lugares del amor en la ciudad: una aproximación etnográfica a las salas X de Medellín”:
“De graffitis, graffiteros y arte urbano”. En la revista de la Policía Nacional de Colombia. Edición No. 7 – Noviembre 2011.
"Metonimias sociales porque se corrobora que lo deseado no puede decirse a través de “presentaciones directas” sino por medio de lo que es “representado para desear”. El deseo no reposa ya sobre una alteridad invisible “escondida en las alturas”, sino sobre otras cosas visibles que señalan lo que debe ser deseado (en realidad, habla un nada que calla la pérdida de lo que no puede decirse)…Y Allí… ante esa “lucha por la vida” … en un “tiempo accidentado” donde fracasar es indisociable de simbolizar y simbolizar es indisociable de fracasar; en esa “anarquía del claro-oscuro cotidiano”, omnipresente entre las luces fotográficas del desear hoy … es tal vez entre susurros y gemidos, donde algo inefable de dice".Así, intersubjetivamente, en medio de subjetividades metropolitanas y recomposiciones, damos paso a la selección subjetiva de las metonimias sociales tuiteras de @ElTramoyero que, para ahorrarles el tiempo, las escribe un robot que mezcla aleatoriamente estas palabras: La ilusion (lucidez) penetra (se combina, transita, se alimenta) con los efímeros (detestables, mamertos), sueños, (deseos, afanes. Impulsos eroticos) y se descontextualiza en el universo (horizonte, reverso, estado de transito) de la impotencia (debilidad, sensualidad, cacorreria, incoherencia, divinidad). Heterotopía.
Boletín de Antropología, año/vol. 18, número 035. Universidad de Antioquia.
Esta semana por mil enredos no pude hacer Tramoyero —Me hubiera referido a los estudiantes y a un necesario reinado de muchachos en Colombia
Así como a la universidad la justifica el elogio de la razón sensible A los profesores nos rejuvenece la sensualidad de nuestros estudiantes
Yo aquí solo escribo efímeros estados de tránsito En el Libro de caras soy mas prolífico. FABIAN SANABRIATambién hace chistes:
Tu eres para mi gelatina aunque yo solo sea para ti Fresco Royal (Declaracion de amor en plena noche de San Valentin).
200 años de independencia y Nada que hacen un reinado de muchachos Cartagena también sería un magnífico escenario para la belleza masculina—
En este lugar efímero usted puede dejar su enlace musical del momento para reflejar el estado de animo por el que transita...
Yo odio a Colombia y la seguiré odiando con todo mi amor... Porque nunca la podré conquistar.
El ministro de finanzas de Grecia pesa como 200 kilos: con razón la bolsa de Atenas está quebrada y su debacle amenaza los mercados europeos
¿Será cierto —como dice un amigo— que de la unión entre Antanas y Gina resultará una ANGINA?
El puente está quebrado ¿Con qué lo curaremos?Y, como si fuera poco, se lanzó al Senado por el movimiento Visionarios y, evidentemente, no visualizó su fracaso. Pero eso, como la mayoría de este perfil, tampoco importa. Tal vez lo único rescatable sea la aterrizada afirmación que hace en un artículo de El Colombiano: "Nosotros le estamos diciendo al señor narco: su vida es sagrada, no la cambie por dinero. Y eso suena de un zanahorio terrible".
Porque ser intelectual en Colombia consiste en tener una pose, este mes despertamos más bostezos que nunca en nuestra sección El personaje del mes. Dios mío, en tus manos colocamos esta entrada que ya pasó y la bobada que sigue:
"Me encanta tu gato!!" fue el mejor comentario en su canal de YouTube.