Uno no tiene la culpa de ser hijo de sus papás, pero algo debe quedar –además de la fortuna de dudoso origen– de ser hijo de Samuel Arrieta, dirigente del prístino Partido de Integración Nacional, cuyo eslogan en las últimas elecciones fue “Vote PIN y haga PUN”*. Nuestro personaje del mes es un polluelo, pilluelo y loquillo postadolescente que se comporta tal y como los integrantes de este blog nos comportábamos a los veinte años, razón suficiente para augurarle un futuro tan bobo como la actualidad de La Bobada Literaria pero con más cara de niña y una voz más fastidiosa.
Aquí el precoz Nicolás demuestra que es todo un histrionto.
Ay, qué niñ@ más odios@.
Por suerte, en nuestras arcaicas épocas de internet por la línea telefónica y computadores sin webcam era muy difícil subirles videos a YouTube a las quinceañeras que se aburren viendo El show de Perico y prefieren el bazuco (o sea MTV). No hace falta ser un genio para saber que si Justin Bieber, Calle 13 y Don Tetto triunfan, lo único que se necesita para hacerlo es montar un video semanal hablando de cualquier cosa sin tener nada que decir. Es eso o escribir un blog como este, en el que los argumentos también son yow, perreo, mami, yow y dembow.
"El reggaetón nunca había caído tan bajo", dijo un conmocionado Don Ómar después de ver el anterior video.
“¿Nicaragua quiere agua? pues que le manden a Jorge Barón: "AGUIIIIITAAA PARAAA MI GENTE"”Lo que más nos cautiva de este muchacho es que tiene cara de muchacha triste, aprendió a escribir párrafos con los exalumnos de Camilo Jiménez y tiene al menos cinco cuentas en Facebook y Twitter. Es que la mejor forma de generar un culto alrededor de uno es hablando de uno todo el tiempo –aunque la primera regla sea que nadie habla sobre Nicolás y la segunda, que Nicolás no existe, como Tyler Durden– y tomándose fotos como cualquier otra muchacha triste necesitada de atención y afecto, pero diciendo que prefiere el trago y la soledad. Ahora, es innegable que Moko Arrieta le ha hecho un gran aporte a la humanidad y es la lección de que los tatuajes, las perforaciones, las expansiones y los sombreritos no te convierten en un ser extraño.
Y beber Jack Daniel’s y fumar tabaco, al igual que cualquier reguetonero de los mismos que dicen yow, perreo, mami y dembow, no te convierte en un tipo decadente ni grotesco sino en otro de esos idiotas que leen a Bukowski y a Palahniuk como si fueran escritores de autoayuda.
Para ser sinceros, el verdadero personaje del mes es el “ejército” que sigue a Microlax Arrieta, un grupúsculo de niños que demuestra la trascendencia histórica de Twitter, Facebook y, en general, de Internet. De hecho, esperamos con ansias putorraiders un video que se llame “Leave Niko alone!”. Mientras tanto, para seguirse labrando un camino de doña gloria, Nike vive en Buenos Aires, la ciudad del mundo diseñada para que cualquier colombiano se convierta en estrella (aunque sea de un comercial de MTV, el canal favorito de la gente que odia a J Balvin, y aunque diga que no quiere ser famoso pero se postula para que lo vuelvan famoso):
Naco Arrieta se cree el Marilyn Manson tercermundista y no llega a ser ni la Marilyn Patiño de Recoleta. En realidad viene a ser la Natalia París de las juventudes LGBTIC (la C es de comelones de pollo). Critica las groserías de unas paisas y posee menos argumentos y vocabulario que las adolescentes que cuestiona. Se autodefine como el señor oscuro pero hace caritas tan diabólicas como un comercial de Pequeñín. Es tan pero tan tenebroso que llegamos a pensar que era el hermano menor –e inteligente– de Pablo Arrieta aunque, sin duda, luce aún más temerario.
El señorito oscuro en acción, recién salido de la bañera. Ay, qué susto .
Y antes de que nos acusen de envidiosos porque no tenemos ni likes en Facebook ni seguidores en Twitter, nos despedimos con la definición de envidia acuñada por Niko Arrieta. Y si esperaban más de esta entrada, les recordamos que yow, perreo, mami y dembow.
*Aclaramos que conocemos el final de esta historia: como todos los delfines, Nicolás esperará a cumplir 25 años para lanzar su propia carrera política. Estamos seguras de que triunfará y de que, aunque no leerá las leyes que firme, hará un video chistosísimo explicándolas.