Como somos uribistas, en
La Bobada Literaria también tenemos corazón glande. Además, queremos sentirnos como la gente chévere promoviendo lindas causas, tomándonos fotos para
Ké O Kién con las celebridades desde las carrozas de Solidaridad por Colombia, para que no digan que en este blog no hacemos nada por el país. Porque nosotras, como buenas uribistas, también queremos un mejor lugar para vivir, así eso signifique perseguir a los enemigos, hacer pasar a inocentes por guerrilleros, enriquecer a nuestras familias ejerciendo nuestro poder e irnos, en últimas, a Panamá porque cualquier moridero es mejor vividero que Colombia. Sin más preámbulos, presentamos hoy unas propuestas para generar lo que es la conciencia social.
1. Hagamos una jornada en la que todos nos disparemos con pistolas de agua para saber lo que se siente estar en medio de la guerra. Como, además, nos preocupa un montón el planeta, el agua será sacada del inodoro.
2. A propósito, ¿usted qué hace por Planeta? Durante una hora, ayúdenos a salvar a la caca editorial responsable de publicar a Mario Mendoza. Es que sus medios están arrodillados ante los políticos, no promueven la cultura, son unos hijuepautas… Para comprender mejor a los periodistas de Planeta, haremos la hora de Planeta: intente redactar e ilustrar cien páginas (sin copipeistear de internet, porque lo demandan) ganándose un salario mínimo y consiga anunciantes para esos geniales contenidos –recuerde que si llega a hablar mal de alguien, ya no anunciarán en su revista–. Si es que lo logra, ahora intente llevar con orgullo nombres como
ABC del Bebé,
Aló y
Donjuán. También aplica para
Shock,
Gente,
Cartel Urbano,
SoHo y, en general, todos los medios colombianos, que están tan mal hechos que parecen de Editorial Planeta.
3. Durante un día, todos usemos botas Machita –de las negras, feas, no de las Machita
fashion– para saber lo que se siente ser un campesino. Ese mismo día, los más comprometidos sólo comerán arroz mazacotudo con aguapanela.
4. Como los jóvenes emprendedores también tienen sentimientos, lo invitamos a dejar su trabajo hecho a medias para solidarizarse con los Nule o a aguantarse todo un día a Álvaro Uribe Vélez en la casa para solidarizarse con los Uribe Moreno. En la misma jornada de sensibilización, le hará caso a todo lo que diga su mamá (así implique robar el erario público) para saber lo que se siente ser Samuel Moreno.
5. Usar ropa rota siempre ha estado de moda, pero únicamente cuando es Diesel. Por eso, en el verdadero día del gamín todos se pondrán esos horribles pantalones Pronto que hace años están en el cuarto de San Alejo y saldrán a la calle sin bañarse, maquillarse ni peinarse. Si les da frío, tendrán a la mano una cobija vieja y motosa. El consumo de bóxer y basuco es opcional.
6. Que el fútbol colombiano es vergonzoso es un hecho. Pero para comprender el sufrimiento que se siente al ser un futbolista colombiano hace falta ponerse en sus guayos. Déjese robar por las barras bravas y por los directivos del equipo, aguántese los comentarios de Cassale, Meluk y De Francisco y responda a las afirmaciones de las entrevistas de RCN con algo diferente a “sudamos la camiseta pero las cosas no se nos dieron”.
7. Generalizar es tan horrible como ver la
Cosa Política o
Germán es el man, por eso queremos promover el día del soldado asesino: mate a un joven de Soacha o a tres niños de Arauca y váyase de vacaciones a Tolemaida con más comodidades que Cafam de Melgar y sin montarse en la Cafachiva. A ver si le parece muy rico aguantarse ese climita y estar rodeado de militares y zancudos todo el día.
8. En el día del artista conceptual, remánguese el sombrerito en solidaridad con los artistas conceptuales y los hipsters que, por lo general, no tienen cerebro. Asegúrese de pasar más tiempo arreglándose frente al espejo que creando alguna obra.
9. Si usted estudia en una universidad pública y el gobierno le recorta cada año un poco más del ya recortado presupuesto o anuncia “inversión de la empresa privada”, abandone la universidad, solidarícese con los estudiantes de las universidades privadas y ahórquese con un crédito del ICETEX. Recuerde que si protesta pacíficamente, los del ESMAD –y los colombianos en general– igual lo acusarán de guerrillero y los cuatro tirapiedras –que no son estudiantes– lo acusarán de esquirol y le tirarán las piedras a usted.
10. Todos critican a la publicidad (excepto a la publicidad argentina, que es genial) y eso deprime mucho a los publicistas mientras escuchan MGMT y toman Redbull con whisky en El Coq. Por eso, durante un día, todos vamos a hablar spanglish, a ponernos botas Dr. Marteen's desamarradas y a intentar redactar campañas creativas sobre toallas higiénicas y antigripales. Como inventarse campañas de prensa para los famosos y eufemismos de responsabilidad social empresarial también hace parte de la labor del publicista contemporáneo, la campaña de ese día se llamará “Remangate” (para los ignorantes, se pronuncia “remangueit”, con acento en la última sílaba).
Al final de todo, podremos dormir con la conciencia tranquila y votar por algún promotor de la corrupción y los falsos positivos, porque sabremos que somos muy buenas personas.