No me venga con chilangaderas, Chilango. Su conversación cuando está borracho, que suele coincidir con su vigilia, me parece una falsedad, como sus elogios, sus escritos y su trato – en pos del árbol que más dé trago – con Camilo Jiménez, Chicharro o Nahum Montt.
Usted y yo sabemos que Eduardo Bechara Navratilova es el escritor más mediocre de Colombia. Sabemos muchas cosas más que tampoco vienen a cuento, pero qué más da.
Y deje de decir que soy burgués.