"Érase una vez la literatura (pero tuve que matarla)",
por 8000. Tinta sobre papel higiénico.
Y no nos queremos imaginar a qué huele el sillín de esa bicicleta.
por 8000. Tinta sobre papel higiénico.
Y no nos queremos imaginar a qué huele el sillín de esa bicicleta.
La Bobada Literaria tiene la chiva intelectual del milenio: Efraím Medina Reyes no existe. Es tan falso como el cuerpo de Amparo Grisales o el corazón grande de Álvaro Uribe Vélez, es decir que sus libros son ficciones de una ficción, como hablar de una caja china, una muñeca rusa, una telenovela de Fernando Gaitán o un chiste costeño, porque en verdad se trata de una creación de otro escritor cartagenero: el inefable Germán Espinoso.
La historia es así: cansados de no recibir el reconocimiento que creían merecer, Germán Espinoso y RH Positivo-Durán decidieron crear un personaje ridículo que le gustara a los lectores jóvenes y que hablara mal de ellos para que, al menos, la gente se enterara de que ellos existían. Los dos escritores, en una noche de malos tragos, se inventaron a un perdedor integral: en el boxeo, en la música, en los cómics, en la poesía y en la narrativa, y dejaron salir lo peor de sí para consignarlo en un pésimo libro –casi tan malo como este blog– que titularon Cinema árbol.
Lo que hacía falta entonces era encontrar una marioneta que se aprendiera el libreto escrito por los dos autores (678 páginas): lo encontraron saltando carros frente a un chuzo de perros calientes para vender combos con gaseosa frente a la estatua de Pedro de Heredia en Cartagena. Aunque nunca terminó de leer el libreto, lo pusieron a actuar y a decir que había escrito también una novela, Érase una vez el amor pero tuve que matarlo –basada en No es una historia de amor, de Jaime Espinal; ¿o era al revés?–, y voilà, el daño estuvo hecho: al principio el presunto Efraím (le pusieron así en homenaje a la María, que sólo ellos creían haber entendido, pero en realidad se llama Esneyder) les siguió el juego porque le pagaban con los ahorros de los días de diplomacia de Espinoso en el África, pero cuando los libros a su nombre empezaron a vender, se le subieron los humos y mandó a Mauricio Loza Sucia a escribir una venganza contra sus creadores, Técnicas de masturbación entre Batman y Robin. Aún no sabemos quién es Batman.
Medina siempre quiso conocer Italia –rechazó la oferta de trabajo de John Dog´s para trabajar en Giovanni´s, que le sonaba a nombre romano– y en sus delirios de grandeza, que Batman y Robin le explicaron eran una parte esencial de ser un escritor colombiano (Libretos para encarnar a Efraím Medina, pp. 177-192), posó desnudo en todos sus libros convencido de ser una versión moderna del David.
El resto de la historia es bastante popular –o impopular, pero igual todos lo conocen–: el Milli Vanilli de las letras colombianas vendió unos cuantos cientos de copias entre adolescentes y chocolocos y se convirtió en escritor de culo –y de culto–, publicó La sexualidad de la pantera rosa –basada en la vida de Jaime Espinal; ¿o era al revés?–, formó 7 Torpes Band y lanzó el CD vacío La forma del vacío (Greatest Flops), fundó la editorial El fracaso ltda. para ponerle un límite a sus fracasos –y también fracasó– y se hizo una cirugía plástica / performance en un último intento por ser un mediocre integral: hasta ahora, sólo le faltaba incursionar en las artes plásticas. Pensó, además, que por fin podía dedicarse a escribir, ya que todos pensaban que era escritor, y con su talento ltdo. compuso unos poemas tan malos como los de María Mercedes-Benz que compiló en un libro titulado Pistoleros, putas y diamantes (Greatest Hits).
Tras la muerte de RH Positivo-Durán y, poco tiempo después, de Germán Espinoso, a Medina Reyes se le acabó el libreto y tuvo que recurrir a Jaime Espinal para revivir su carrera: es él quien se esconde tras las chaquetas de peluche del paisa de marras, es él quien monta shows multimediocres de cine, teatro, música, literatura e inodoros. También dicen que es él quien se esconde detrás de Lady Gaga.
El resto de la historia es bastante popular –o impopular, pero igual todos lo conocen–: el Milli Vanilli de las letras colombianas vendió unos cuantos cientos de copias entre adolescentes y chocolocos y se convirtió en escritor de culo –y de culto–, publicó La sexualidad de la pantera rosa –basada en la vida de Jaime Espinal; ¿o era al revés?–, formó 7 Torpes Band y lanzó el CD vacío La forma del vacío (Greatest Flops), fundó la editorial El fracaso ltda. para ponerle un límite a sus fracasos –y también fracasó– y se hizo una cirugía plástica / performance en un último intento por ser un mediocre integral: hasta ahora, sólo le faltaba incursionar en las artes plásticas. Pensó, además, que por fin podía dedicarse a escribir, ya que todos pensaban que era escritor, y con su talento ltdo. compuso unos poemas tan malos como los de María Mercedes-Benz que compiló en un libro titulado Pistoleros, putas y diamantes (Greatest Hits).
Tras la muerte de RH Positivo-Durán y, poco tiempo después, de Germán Espinoso, a Medina Reyes se le acabó el libreto y tuvo que recurrir a Jaime Espinal para revivir su carrera: es él quien se esconde tras las chaquetas de peluche del paisa de marras, es él quien monta shows multimediocres de cine, teatro, música, literatura e inodoros. También dicen que es él quien se esconde detrás de Lady Gaga.
Esto está la verga
ResponderEliminarme reí como una enana jajajajajaja, excelente, la historia del tipo valió la pena, en medio de todo, los fracasados sirven, aunque sea para ser robertos.
ResponderEliminarEstoy tan decepcionado de Milli Vanilli...
ResponderEliminarPobre milli
ResponderEliminarjajajajajajaja, buenísimo, ahora cuentenos la verdad sobre Dago García!
ResponderEliminareste blog tiene cómo única finalidad la crítica?
ResponderEliminarNo he visto nada distinto aquí...
Querido Anónimo. Además de criticar, este blog tiene como segunda finalidad recaudar fondos para una fundación de adultos menores con discapacidad literaria. Junto a las críticas, publicamos parodias, sátiras, diatribas y burlas. Como ve, además de criticones, somos buenas personas y supremamente polifacéticos.
ResponderEliminarGracias por venir, vuelvan pronto.
Una precisión: tanto la novela de Espinal como la de Medina están inspiradas en la versión en español de "This Ain't a Love Song" de Bon Jovi. De ahí su elegante manejo de la lengua.
ResponderEliminarAngelita, tú siempre revelando secretos. ESperamos que vengas más a menudo a esclarecer los grandes misterios de las lepras nacionales.
ResponderEliminarEFRAIM ES EL MEJOR, Y ME CONSTA, TIENE UNA TROLA GRANDE Y GORDA QUE NI JUNTANDO LAS TRES PIJAS DE LOS CREADORES DE ESTE BLOG SALE ALGO ASÍ
ResponderEliminarEste artículo, o art-y-culo, está buenísimo. Me reí como un hijueputa. La verdad sea dicha, llegó el punto en que temí que fuera cierto.
ResponderEliminarEscriben sobre Medina, pero no se puede negar que la manera de escribir tiene esa bilis... sin ofender, es un homenaje a el mismo Efraim.
Muy bueno.
Seguiré buscando que pegan en este blog
Cuestionamientos básicos sobre Milli: ¿alguien sabe que fué de la bicicleta? ¿quien era el desafortunado dueño? ¿alguien se atrevió a montarla después?
ResponderEliminarsaludos flohas bobas
Debido al comentario me dió por saber como se rien los enanos, pero busque en Youtube y creo que ellos creen que los enanos ni siquiera son seres de verdad.
ResponderEliminarantes de cinema arbol medina habia publicado calibre 69 una novela y un libro de poesia.
ResponderEliminarno creo la teoria; el tipo es demasiado protagonico como para quedarse callado. y a r h moreno le iba bin creo...
aunque si es sospechoso por que dejo de escribir despues de los poemas...
Si, porque escribir con bilis se lo inventó Medina, obviamente.
ResponderEliminarBuenísimo. En realidad no sé qué pasa con esa nueva ola de escritores (Medina, Chaparro, y hasta el propio Caicedo), tienen su manera particular, pero son sobrevalorados y ahora resulta que los jóvenes dizque tenemos que escribir como ellos. Por favor! Solo le atribuyo a Efraim una gran frase: La mujer nace puta y la sociedad la corrompe.
ResponderEliminarque bueno la falta de lameculos...
ResponderEliminarNo puede ser, mi ídolo tiene pies de barro, mi vida no volverá a ser la misma nunca jamás... (sarcasmo ¬¬)
ResponderEliminarjajajajajajaja no paro de reir, los sobrevalorados de siempre.
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