En La Bobada Literaria estamos alarmadas de ver que Bogotá, con sus problemas de movilidad y tolerancia, cada vez se parece más a José Galat. Por eso, y porque ya empezó la trinadera por la alcaldía de la capital, hoy queremos proponer una solución efectiva a uno de los problemas más molestos para los pobres conductores, que se ven afectados porque les toca pisar el freno más de lo que quisieran cada vez que a un idiota peatón se le ocurre atravesarse por una cebra con el semáforo peatonal en verde. Es que esa gente que anda a pie, además de pobre, es muy imprudente e irrespetuosa con la gente de bien que anda en camionetas blindadas y puede pasar por alto todas las normas de tránsito.
Además, nos sentimos muy mal por la misteriosa desaparición del Padre Chucho y, lo peor, por que el nuevo guía espiritual de RCN sea Moisés Angulo. Por eso, estamos pensando en lanzar nuestro propio candidato para el segundo cargo político más importante del país, convencidas como estamos de que cualquiera lo puede hacer mejor que Samuel Moreno y Andrés Pastrana juntos y que, por supuesto, los bogotanos –y, en general, los colombianos– todavía podemos ser más patanes de lo que ya somos y más imbéciles de lo que nos hacía sentir el Padre Chucho. Así, hoy queremos proponerles estos puntos para que por fin los peatones dejen de ser el estorbo que siempre han sido y que durante la alcaldía de Mockus los convirtió en verdaderas estrellas (negras) de las vías:
Que a todos los peatones se les haga una prueba de daltonismo. Porque, según parece, confunden el rojo con el verde, y a veces les da por pasar cuando para ellos el semáforo está en verde y para los carros también.
Que se quiten todas las señales de Pare de las vías. Esto sólo hace ver más fea la ciudad porque en realidad nadie les hace caso.
Que se instale un mecanismo que impida a los carros girar sin poner antes las direccionales. O, para ahorrar combustible, que en lugar de direccionales usen el pito (guiño, guiño).
Que si, a pesar de lo baratos que están los carros, la gasolina y las tasas de interés, a alguien se le ocurre la insensatez de ir de un lado a otro caminando, lo haga únicamente si va cubierto con armadura. De pronto si se les raya el carro, los conductores se lo piensan dos veces antes de echarlo encima a los viandantes.
Que las motos puedan andar por las aceras y puentes peatonales a una velocidad mínima de 80 kilómetros por hora. Si algún imprudente peatón se les atraviesa, será multado.
Que todos los conductores usen el pito (guiño, guiño) cada vez que vean a algún peatón cruzando por la cebra. Así haremos de Bogotá la ciudad más ruidosa del mundo, una marca que nos pondrá de nuevo en el libro de los Guiness y hará parte de las buenas noticias del estreñimiento.
Que se desmonten los paraderos de buses –y, de paso, se le acabe el negocio a Eucol–. Al fin y al cabo nadie utiliza esas inmundas estructuras de hojalata.
Que las bicicletas sean las únicas que respeten las normas de tránsito. En este momento no lo hacen, pero los ciclistas se creen mejores personas; tal vez haciendo caso a las leyes ahora sí serán mejores personas.
que con los buses chatarrizados se hagan casas para los damnificados, y para mejor vista de los habitantes, en un telesférico cerrado ,dañado por manifestantes con fobia a las alturas, revolución encabezada por doña gloria.
ResponderEliminarjajajajajaja, lo mejor de todo es que en esta entrada aparece publicidad de carros, estas bobas tienen todos sus movimientos friamente calculados...
ResponderEliminarYo propongo que a los peatones se les ponga pico y placa según el número en el que termine su cédula y que sólo los carros tengan derecho a circular libremente. Al fin y al cabo, un conductor es más persona que un miserable peatón.
ResponderEliminarNi las cebras, ni los andenes son espacio para los peatones, sino para los empresarios informales y malabaristas del semáforo, pues el derecho al trabajo está por encima de todo y de todos.Esos empresarios sí que saben el valor del metro cuadrado y le sacan dividendos al terreno.
ResponderEliminarBobas yo creo q sobra lo de los paraderos, = están diseñados perfectamente para que nadie los use, pues se necesita una nalga cóncavas para poder sentarse ahí...
ResponderEliminarno entiendo el comentario de angela...
ResponderEliminarUff! yo queria era comentar la publicidad. Junto a los botonces de Facebook y Twitter hace falta uno: el de la caneca. No la de reciclaje de Windows sino la basurera de Mac.
ResponderEliminarQue eliminen el amarillo de los semaforos, porque confunde. Cuando va a pasar a verde sive para seguir adelante y cuando va a pasar a rojo igual. Asi que es una perdida de energia tener que prender un foco en amarillo.
ResponderEliminar"8 comentarios con mala ortografía:" Jajajaja
ResponderEliminarQué los próximos licenciados en arbitraje vehicular sean los licenciados en arbitraje deportivo, para que estos personajes les den pico en la placa a aquellos "pedatones" irresponsables.
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