Por fin llegó el momento que todos estaban esperando. Y no se trata del fin del mundo ni del estreno de la nueva película de Dago García –que vienen a ser lo mismo–. Los Premios La Bobada Literaria 2011 han convocado a lo más bobo de Colombia en una sola gala: Valerie Domínguez, quien presentó la premiación gracias a un contrato que firmó por amor. Esta noche, el famoso restaurante Moisés Carne de Pez tuvo una cita con las estrellas, en una verdadera fiesta de losers.
Para empezar, el Premio Emo a lo más triste de la televisión dejó una reñida pelea entre Suso el Paspi y Germán es el man, que finalmente fue ganada con 44% de votos por la versión (aún más) ordinaria y con (aún) menos gracia de Don Chinche: Suso, que se cree Heriberto de la Calle y es aún más insoportable que Yo, José Gabriel. A pesar del inconformismo de su rival, todo se solucionó con unas palabras de La Bobada Literaria en el programa La Ventana de Caracol Radio, hecho que demuestra el pésimo gusto de los colombianos en materia de humor. En cambio, con más de 700 electores, Vicky Dávila se llevó con honores la Nidia Catalina a la mejor actriz. El orgullo del periodismo vallecaucano agradeció a Stanislavski Zuleta por enseñarle su infalible método actoral.
Por su parte, Francisco Santos, uno de los personajes más nominados este año y ganador del Premio al Bobo del Año en 2010, empezó su exitosa noche con el Premio La WC a lo mejor de la radio, gracias a su electrizante dirección de RCN La Radio. Siguiendo con la participación de reputeados periodistas, el mismísimo Simón Posada vino a entregar el Premio Simón Posadera de periodismo a la revista Shock –la misma que nos enseñó que Wendy Sulca es la voz de Latinoamérica–, que le ganó por muy pocos votos a Daniel Samper Ospina y sus fotos de gurrecitos arrechantes.
Pero para elevar el nivel de la conversación, trajimos a Harold El Varado Tenorio para que le diera el Premio Bobel de Literatura a Andrés Felipe Arias, ganador gracias a su original cuento sobre los subsidios agrícolas. Desde su suite en el Cantón Norte, Uribito agradeció a la Academia y aprovechó para echarle tierra a su paisano Camilo Jiménez –que se quedó con el segundo lugar en esta categoría y no pudo hacer un resumen de un párrafo sobre el cuento de su rival–, quien renunció con una extensa y lacrimógena carta a volver a ser nominado en cualquier categoría de La Bobada Literaria.
Los muchachos más hipsters del país, los integrantes de la revista Shock, subieron de nuevo a la tarima para decir que La Tigresa del Oriente es la nueva Celia Cruz y para entregar el Premio Fhock al ta lento musical, un galardón que confirma el vergonzoso estado de la música en el país: Álvaro Uribe Vélez se llevó orgulloso este gramófono por su coordinado baile del “Aserejé” y les gritó a sus detractores que él no es un perdedor, recordándoles que en todas las ciudades donde quedan zonas francas para sus hijitos ganaron los candidatos que él apoyó. En vista de que nadie le prestaba atención a Uribe, el nominado que obtuvo la segunda mayor cantidad de votos, Silvestre Nalgond, subió a la tarima para pararle las bolas al mejor presidente que han tenido Las Ketchup.
Siguiendo con la cultura, el Premio Óscar Golden al cine nacional fue para Saluda al diablo de mi parte, cinta en la que un desmovilizado termina como profesor universitario pero renuncia porque sus alumnos no saben escribir un párrafo. Los hermanos Orrorozco agradecieron el galardón y anunciaron que Nicole Kidman protagonizará la versión gringa de esta cinta. Lo que no aclararon es cuándo.
Como en La Bobada Literaria también somos unos teletontos, invitamos a Juanes a presentar el Premio César López al benefactor más escopetardo. El ganador de la olla a presión al buen corazón fue Carlos Calero, quien aprovechó la ocasión para cantar el nuevo jingle de Ricostilla. Y siguiendo con los artistas, los videos, las noticias y las buenas noticias del estreñimiento, Carolina Cruz, lo más destacado de la plástica nacional, fue la beneficiada con el Premio Guggenjaime Cerón de las Artes, que incluye una residencia artística en Ipler. En su discurso en inglés aclaró que es “a very happy person. And the presentator”.
Cuando el evento estaba en su punto más álgido, llegó lo que nadie estaba esperando: la presentación de ChocQuibTown, grupo ganador del Premio Pirry al personaje más sobreexpuesto. Porque eso es lo que hay. En el momento en que el público se estaba yendo porque pensaba que la premiación se había convertido en una primera comunión o, peor aún, en los Premios a lo Mejor de Twitter, apareció en la tarima Isabella Santodomingo para entregar su premio: el del intelectual del año. Esta vez, el afortunado ganador de la estatuilla en forma de mano en la barbilla fue de nuevo Pacho Santos, quien se subió a dar un enérgico discurso sobre el uso de la fuerza. Al final, todos cambiaron de emisora.
El mayor palo de la noche fue para las autoras de este blog, que no se llevaron ni un aplauso e, incluso, fueron vencidas vilmente por las culadas de Jessica Cediel en la categoría Fernando Vallejo a la polémica del año. El galardón con forma de lechuza pateada fue recibido por Jessica y su novio, Pipe Bueno, que en realidad es bastante Malo. Fabián Sanabria, quien prometió demandar a La Bobada Literaria ante los tribunales de YouTube, se comprometió a demandar también a sus lectores por votar por la cola operada de una presentadora y no por los asuntos que nos competen a los intelectuales. Carolina Sanín, por su parte, dijo que los odia a todos y que renuncia a participar de estas premiaciones tan bobas.
Con varios tragos encima, después de cantar tutainas y tuturumainas y de disfrutar de las aspiraciones para todos los días, nuestra navideña concurrencia enloqueció con el premio a la bobada del año, una de las categorías más reñidas de esta premiación. Francisco Santos, de nuevo, barrió en esta ocasión, lo que resultó muy oportuno porque la estatuilla era una escoba. Algunos ingenuos esperan que las directivas de RCN recapaciten y despidan a Pachito, pero sabemos que es imposible que lo hagan. Al final, Juan Manuel Corzo estaba pidiéndole a Juan Manuel Santos que lo acercara hasta la casa para ahorrarse la gasolina, pero el presidente de la república le dijo que si quería tener esa suerte más le valía ir pidiendo que las Farc atentaran contra un pueblo.
En uno de los momentos más resentidos de la noche, Álvaro Uribe Vélez celebró montando a caballo el Premio Amparo Grisales a toda una vida de bobadas. En su discurso, dijo estar orgulloso de haberle ganado en esta difícil competencia a contrincantes como Pirry, pero que sabía que la única diferencia entre la vida de bobadas suya y la de la versión hipster de Manuel Teodoro es que la de su rival ha sido más corta. Parados uno junto al otro, la gala parecía ya una convención de enanos, por lo que tuvimos que sacar al expresidente del recinto para devolverle la altura a nuestro evento. Y no limpió la boñiga de su caballo.
Por último, después de recoger los premios que lo acreditan como una de las personas más bobas del país, Francisco Santos entregó el galardón más importante de la noche y que, este año, lleva su nombre: el bobo del año. Con una pasmosa diferencia de apenas 5 votos, Vicky Dávila se alzó sobre Fabián Sanabria y Vladdo. Con lágrimas en los ojos, la mejor actriz del Canal RCN le agradeció a Clara Elvira Ospina por enseñarle que los libros son para usar en caso de diluvio y para llevar debajo del brazo y, orgullosa, invitó a todos los televidentes a releer su perfil, en el que queda claro que no sólo los comunicadores de la Javeriana son incapaces de escribir un buen párrafo. Por su parte, Fabión grabó un video en su iPad sobre su fracaso en el que culpó a las "metonimias sociales porque se corrobora que lo deseado no puede decirse a través de entropías sino por medio de lo que es representado para significar. La intelectualidad no reposa ya sobre una alteridad invisible escondida en las alturas, sino sobre otras cosas visibles como YouTube que señalan lo que debe ser ocultado (en realidad, habla una nada que calla la pérdida de lo que no puede decirse)… Y allí, ante esa locha por la vida, en un tiempo accidentado y anárquico donde fracasar es indisociable de simbolizar y simbolizar es indisociable de fracasar del mismo modo en sentido contrario; en esa anarquía del clarooscuro cotidiano y del escorzo excepcional, omnipresente entre las luces fotográficas del desear, hoy es tal vez entre susurros y gemidos, donde algo inefable se dice. Heterotopía". Vladdo, indignaddo, aseguró que él merecía el galardón más que los demás concursantes, y que para probarlo iba a sacar un libro sobre sus 25 años de bobadas. ¿O uno sobre sus tuits? Ya no sabemos porque para esa altura todos estábamos dormidos.
Al cierre de esta edición, la gente chévere estaba celebrando el after party en Andrés WC, tomando agua embotellada con sabor a babas y maldiciendo a Bogotá y a Fidel Cano por darle una columna en El Espectador a cualquier zoquete. Si sobrevivimos a la fiesta, el próximo año prometemos aún más emociones y reconocimientos a lo más bobo de Colombia. Vale.
Como siempre, ¡que bobada!
ResponderEliminarJejeje! Severa bobada!
ResponderEliminar¡Vovas!
ResponderEliminar@ensayista debió quedar nominada en algo. Debe convertirse en algo vitalicio para La Bobada.
ResponderEliminar¡No sean tan bobas!. Y cambiando de tema feliz navidad (boba).
ResponderEliminarSe despiden mas que un circo pobre al lado del campin. Admitanlo, este blog les sube la autoestima. Admas no sean tan crecidas y tocadas, estamos en vacaciones y practicando el principal deporte nacional: levantamiento de codo. Chupes cerveza y hablamos el otro año, bobas.
ResponderEliminar