Tenemos que empezar este homenaje admitiendo que le tenemos mucha envidia a Gustavo Petro: ser primo de Noel Petro es un verdadero honor. También tenemos que aclarar que su fecha de publicación no es gratuita: Bogotá tuvo la mala suerte de que Petris fuera su mejor propuesta para la alcaldía.
Nacido en la costa pero criado en la sabana de Bogotá, desde muy joven se metió en política: dice que se afilió al M-17 cuando tenía diecinueve años (¿o era al revés?) y que a los veintiuno ya estaba construyendo barrios de invasión en Zipaquirá, hechos que marcaron su futuro pendenciero y populista. “Vivíamos en ese mundo frío, encerrados, sin discotecas, sin mujeres, sin saber qué era una novia y con muchas ganas de saberlo, sin televisión”, afirma de sus años mozos, que nos hacen pensar en Onán.
Haber pertenecido a un grupo guerrillero suena como algo horrible en estos tiempos de falso positivismo pero, en su momento, era lo más cool que podían hacer los otrora hipsters: definirse como militantes, leer libros que hablaban de igualdad y cómo aplicarla en países de verdad, usar ropa de lana virgen y recitar discursos acartonados contra el establecimiento eran la forma de redimir conciencias y luchar por un mundo mejor (para sus bolsillos). Como Petro, cientos de universitarios afectados jamás dispararon un arma, secuestraron a alguien o hicieron algo más que locha de clases; sin embargo, casi todos fueron víctimas de abusos de las fuerzas armadas de gobiernos tan honorables y prístinos como los de Julio César Turbay o Belisaurio Betancourt. En un círculo vicioso que parece que jamás terminará, personajes de la supuesta izquierda colombiana dicen que todo es una persecución en su contra mientras los de la derecha afirman que todos son unos terroristas mamertos.
Petro, propietario del reconocido restaurante Gustavo Carne de Pavo, jura y come mocos –especialmente lo último– que no tuvo nada que ver con la toma del Palacio de Justicia en 1985 (y le creemos, pues la mano de Dios encarnada en el general Arias Cabrales lo metió a la carcel unos días antes del evento, y de una condena de 18 meses no pagó sino 17 por las rebajas que se ganó por buen comportamiento y sus trabajos manuales) y que nunca hizo más que activismo para el M-19, con resultados tan importantes como convencer a Carlos Pizarro de hacer la paz; pero pensadores e intelectuales de la talla de José Obdulio Gaviria se han encargado de señalarlo como criminal, sobre todo cuando, con pruebas en la mano, el guerrillero amnistiado acusa a los gobiernos de turno de sus evidentes actos de corrupción.
Pero no es el pasado ligado a la insurgencia, viviendo con la angustia de estar de incógnito en la ciudad, el que definió a Petro. Por el contrario, fue la deposición de las armas la que marcó el futuro de la autodenominada izquierda colombiana, que tiene más de siniestra que de izquierda: una vez firmado el tratado de paz, vinieron los nombramientos diplomáticos –por ejemplo, en Bélgica–, las cuotas burocráticas en institutos gubernamentales, las campañas facilistas y, después de un par de años de acceso al presupuesto nacional, el uso de las mismas prácticas clientelistas, la misma corrupción y el mismo oportunismo de “los políticos tradicionales” y esa gente tan fea que tenía al país jodido cuando Gus Pet decidió unirse a la guerrilla para combatirla de la mejor manera que se puede acabar con un enemigo: uniéndosele. Por eso hizo un doctorado en Nuevas Tendencias en Administración en la Universidad de Salamanca, España, donde claramente aprendió que las nuevas tendencias son las mismas de siempre, pero más mediáticas.
Con un sensacional discurso veintejuliero, Gustavo Francisco no ha dejado de atrapar incautos: haciendo denuncias escandalosas que pocas veces terminan en condenas reales o algo más que la portada de Semana, este adalid de la decencia puso en su lugar –es decir, en el de inquisidor– a Alejandro Ordóñez. Así demostró que no es de izquierda sino de centro. Un centro delantero que sólo busca meter goles rápidos para no quedar mal con nadie cuando tenga que pedir algún favor.
Confirmando que la izquierda latinoamericana no es más que burocracia, era predecible el final del M-19 (que no es una ruta de Transmilenio). Pero también era necesario inventarse nombres ridículos para partidos y alianzas dudosas con ladrones de la talla de la Anapo –para los lectores menores de cuarenta, ese es el partido original de Samu El Moreno Rojas, su mami y su abuelo–. Los discursos populistas se convirtieron en la forma de hacerles creer a los pobres –es decir, a la mitad de los colombianos– que existe el futuro, aunque diez años sin resultados digan lo contrario. Después de su paso por las cámaras (legislativas y de los noticieros), el siempre oportunista Petro se hizo candidato a la presidencia por el Polo Democrático y el falso positivismo le ganó, increíblemente peor vestido.
Pero si algo aprendimos del “Very very very well” es que no hay que rendirse y Gus van Petro decidió culpar de todo a su corrupto partido político –el mismo que lo convirtió en el estandarte de la honestidad y que él defendía como un ejemplo de buenas políticas– y volverse progresista –todo lo contrario del procurador Ordóñez– para lanzarse al segundo cargo más importante del país después del de Señorita Colombia: la Alcaldía de Bogotá. Esta vez, el esquivo triunfo volvió al regazo de este burro mocho al que le cabe la ciudad en la cabeza –con esto no le estamos diciendo cabezón, no–.
Parece una hazaña, pero salir elegido fue más fácil de lo que aparenta: en medio de los apocalípticos resultados de Samuel Moreno, con contrincantes como Álvaro Uribe Vélez –perdón, Peñalosa– y Gina Parody, la tarea se redujo a compararse con Nelson Mandela (probablemente porque piensa robar tanto que lo terminarán condenando a 27 años de cárcel), a promesas populistas como la de regalar el agua a cambio de votos, a llamar progresista a todo lo que tuviera que ver con su campaña y a apelar a las pasiones personales de los votantes que, por supuesto, jamás leyeron una línea de su programa de gobierno. Esa lista de incongruencias progresistas es el motivo más importante para elegir a Gustavo Petro como personaje del mes en diciembre de 2011 y, si por desgracia el mundo no se acaba en un año, repetirle el homenaje en diciembre de 2014:
- La política del amor. Claramente el alcalde erecto la ha practicado mucho y sin condón, de lo contrario no tendría tantos hijos, pero ¿ese no es un eslogan como para el programa de Xiomy? Pues no: en una de las ciudades más peligrosas del mundo, la solución es hablar de amor y decir que todos y todas hacemos las cosas con amor porque usamos discurso incluyente para rob@r.
- Hacer los ríos navegables para traerle progreso a Bogotá. A 2600 metros de altura y a más de mil kilómetros del mar, será muy fácil sacar los productos de la capital. Especialmente si contamos con las cuencas contaminadas y con la plana geografía que los lleva a sus desembocaduras, con puntos estratégicos como el Salto del Tequendama.
- “Estimularé la calidad mediante la aplicación de pedagogías que enseñen a pensar”. En tu cara obesa, Camilo Jiménez.
- La EPB: la fusión de todas las empresas de servicios públicos de la ciudad. No sería una idea tan descabellada si al menos una de las tres prestara un buen servicio. Y cuando alguien quiera comprar acciones, probablemente le dirá “exprópiensen”, aplicando sus bastos conocimientos de Economía.
- "Resolveré el tema del escenario adecuado para grandes conciertos", dice, pero no dice cómo. Esperamos que no se refiera a conciertos para delinquir.
En su plan de gobierno, sólo le falta proponer convertir la ciudad en un acordeón.
Pero más allá de su delicioso uso del verbo colocar y de su sensual cara de Calamardo, Gustonto es un verdadero pensador:
Buenos días progresistas madrugadores !!!
Acabamos de adoptar a Bacata una cachorra perro que estuvo a punto de morir en zoonosis, vivirá en la alcaldía como símbolo animalista.
@MissDislexia no te gusta que diga que le. Voy a dar el poder de la ciudad a las mujeres?
el botón de alarma con huella digital, la microcamara y el gps, serán accesorios que tendrá cada taxi en la ciudad.
El cambio climático nos obliga a liberar los espacios del agua en la cuenca del río Bogotá.
“Yo construiría la democracia de la diversidad”
Me llaman populista los q no saben q es el sabor de la aguadepanela
Los colegios deben tener restaurante porque hay un problema de nutrición en la juventud de Bogotá
Los 5.5 mill de personas q se suben a un bus van a cambiar de sistema, por algo mas moderno y electrónico
Si el niño tiene educación y amor de ahí no sale un criminal
Leider Preciado con Bogotá Humana Ya, adelante los que hacen el fútbol progresista http://twitpic.com/76k9ho
Si gano al otro día se debe titular ‘‘Ha cambiado la política en Colombia’’
La muerte de Cano demuestra que es la Política del amor y de la vida la que puede transformar el mundo y superar las injusticias.
Examinaremos la experiencia de democratización y transparencia en los procedimientos de contratación del país hermano.
La educacion superior debe ser un derecho: es la única forma de avanzar hacia la Sociedad del Conocimiento, la sociedad del siglo XXI
Banda de porro sabanero progresista I http://twitpic.com/7gjjoc
Bogotá es una democracia, no una monarquía.
Hemos llegado a 100.000 seguidores en twitter. Gracias a tod@s.Al final, uno le puede perdonar a Gus que haya sido un burgués arrepentido, un guerrillero arrepentido, un samuelista arrepentido, un ordoñecista arrepentido y, dentro de tres años, un alcalde arrepentido. Lo que no le puede perdonar es que lo apoyen Vladdo y Gustá Bobo Lívar.
Por último, les presentamos su progresista periódico de campaña, que en la última página tiene una original versión de ¿Donde está Javier? Desde ya prometemos que Encuentre a Petro, el juego progresista, es un presagio de su gestión.
Muy buena.
ResponderEliminarPareciera que las Bobas se hubiesen entregado a los placeres de Onán antes de escribir esta entrada...
ResponderEliminarBobas se les olvido contarnos que este señor quiere revivir el San Juan de Dios con una "Besoton" (Con los indigentes que viven en el puente).
ResponderEliminarBobas. se ven muy queridas en medias veladas
uribestias!
ResponderEliminarY yo que anulé mi voto en esas elecciones.... Lo importante es que sé que algún día Chibchombia se extinguirá y quien quita que aún esté vivo para poder verlo. Paciencia.
ResponderEliminarComo no tenían personaje para diciembre, se tuvieron que inventar uno. Haciendo apología a su blog, les digo que este perfil me pareció muy bobo, era preferible que la biografía la hubieran sacado de la wikipedia, a fin de cuentas, nadie va a discutir por sus bobadas que fueron más el resultado de una tarde de onanismo... ¡Buen día bobas!
ResponderEliminarmamertas samuelistas vestidas de sombrerito hipster es lo que ustedes son.
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ResponderEliminarIan "que man tan sapo" Vasquez
ResponderEliminarIan "salte aquí" Vasquez
ResponderEliminarustedes confiesen por quién votaron.
ResponderEliminarA mi no me gusto ese artíCulo, porque dice cosas muy predecibles y básicas sobre Penetron romanticón. Además, no hay que poseer una inteligencia muy aguda para percibir la ramplonería y camaleónica personalidad de Petro. Sin embargo, el tipo como político es hábil e inteligente y supo dejar el barbárico y arcaico camino de la armas para encaminarse en la ignominiosa y aberrada democracia chichombiana. Eso es para mi respetable. Lo que no es para nada respetable son los aguados argumentos de este articulo contra Petro.
ResponderEliminarPD: una cosa es ridiculizar a la marica afrancesada de Sanabria, y otra muy distinta ridiculizar a Petro.
Pues ya se los culió a todos porque el ganó y uds... siguen siendo bobas...
ResponderEliminarPara ser alcalde de Bogotá hay que ser muy bobo.
ResponderEliminarPetro me da miedo
ResponderEliminarLos bogotanos siguen cayendo con espejitos. Metro nunca van a tener. Petro es un bobo que vive de otros bobos.
ResponderEliminarEs el primero de sus blogs que crítico. En algunos los veo sensatos, pero este si es bobo y sin fundamentos. Como bobas es placentero leerlas, pero no como pendejas!!!
ResponderEliminarEste sí que merecía un columna. Petro es un payaso, y más de uno lo va a sufrir cuando se de cuenta de su espíritu de dictador.
ResponderEliminarSólo les faltó hablar de ese metro que quiere mandar a subazar para que el tamal y la lechona llegue más rápido las próximas elecciones. Eso sí, en contra del bolsillo, está vez, de la ciudad.
Acá en Colombia llegan mesías y no los comemos. Uribe, Santos, Moreno y ahora Petro, nos darán por el culo como siempre.
Me encanta el 95% de los Arquitectos que votaron por Peñalosa sólo por ser arquitecto porque tampoco es que él haya gobernado muy bien. Pobrecitos los arquiñoños.
ResponderEliminarYo admito que voté por Petro simplemente por probar con alguien nuevo y por llevarle la contraria a mi suegra y a mi suegro :)
Y en cuanto a ustedes Bobas, ya le dieron palo a Samuel Moreno, a Petro, les falta Peñalosa.
¿quien dijo que Peñalosa es arquitecto? Que trabajo en planeación es una cosa...
EliminarBobazo.
ResponderEliminarMe parece que lo importante es dejar gobernar, en política (como todo en la vida) las cosas se saben hasta que se saben ciertas. Eso de especular mucho es mejor dejárselo a los economistas. En cuanto a la mofa que se hace sobre el nuevo Sr. alcalde me parece que nadie en el mundo está exento de burlas y críticas, esque es muy jodido ser perfecto y es mucho más jodido caerle bien a todos. Mi consejo es: dejemos gobernar, hablemos sobre los hechos, si Petro resulta un hampón se le indilgará la responsabilidad a él y no a sus votantes, pues nadie vota deliberadamente por alguien que se sabe robará al Distrito.
ResponderEliminarLastimosamente he perdido mi tiempo leyendo este texto. Pensé que tenían capacidad critica pero me encuentro con refritos del uribismo. Que lástima por este espacio.
ResponderEliminarQué artiCULO más malo.
ResponderEliminaroh decepción inmarcecible! oh júbilo bobal!
ResponderEliminarpfff no bobas que paso ahi, que artículo tan flojito!
ResponderEliminarQue articulito tan insaboro. Les falto ver el debate sobre basuras cero en el congreso. Este articulo tiene la misma miopía de los medios irresponsables que nos tocaron en suerte. Chao los dejare de seguir por escribir bobadas.
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ResponderEliminarPues a ninguno le gustara pero yo apoyo a Petro por fin he visto una evolución en mi ciudad fuera corridas de toros fuera caballos esclavizados, campañas masivas de esterilización,cuando se había visto que un alcalde piense en los animales y en los mas desfavorecidos como en los recicladores,y esto es solo una parte de lo que ha hecho diferencia con los demás políticos de pacotilla que solo llegan a la alcaldia a robar, puede que no sea de lo mejor, y tenga sus errores pero al menos he visto un cambio en mi ciudad, y aunque la gente se burle de la perrita bacata que adopto me parece un buen ejemplo a la ciudad es un comienzo tratar bien a los animales nos hace mejores personas en todo sentido.... pufff Petro y Mockus para mi los mejores....
ResponderEliminarGustavo Petro y la Masonería
ResponderEliminarelobservadordelpueblo.tumblr.com
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ResponderEliminarbobas maricas gomelas al fin y al cabo
ResponderEliminarY ahora, Lloratón........ y por quince años.
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