Parece que la cagatón fue otra promesa incumplida –como la Profecía Maya– que nos dejó con los bollos hechos. A no ser que con cagatón se refirieran a la evolución del reggaetón, es decir, la música de J Balvin. Sin embargo, en este importante blog sondeamos la opinión de los colombianos y esperamos que los taxistas, si algún día tienen los mojones para hacer la manifestación anunciada, utilicen el eslogan que escogió el 35% de los votantes: “Yo por allá no voy porque eso es un cagadero”. Y como las lindas causas nunca pasarán de moda, un comprometido 29% del país quiere hacer la bobatón, una manifestación en la que todos los que se han enojado con La Bobada Literaria nos gritan al unísono que somos unas bobas. 26%, por su parte, quiere hacer la tetatón, una marcha hasta la finca de Carolina Sanín para defender a Margarita Posuda y el libre derecho a ponerse silicona.
Pero dejémonos de tetas y cagadas y pasemos a temas más importantes: el paro cafetero que afecta profundamente a Álvaro Uribe Vélez, que se quedó sin tinto para sostener mientras monta su yegua más fina. El resto de los colombianos toma café importado. Por eso, hoy quisimos preguntar sobre el primer producto de exportación de Colombia (mentiras, el primero es ilegal y se consume por vía nasal). Entonces, por eso, hoy quisimos preguntar sobre nuestro segundo producto de exportación:
¿Cómo cree que se puede solucionar el paro cafetero?
Con el hashtag #NoMásParoCafetero.
Comprando camisetas de Juan Valdez para que les den 0,01% de las regalías a los caficultores.
Tomando más café Illy.
Con una campaña para remangarse el carriel.
¿En qué lo afecta el paro cafetero?
En que no podré ver más las repeticiones de Café, con aroma de mujer.
En que los sacos y camisetas de Juan Valdez se van a volver a poner de moda.
En que la señora de los tintos no va a volver a lavar la greca. Ah, no, nunca lo hace.
En que tendré que reemplazar el tinto por el primer producto de exportación de Colombia.
En que tendré que andar recogiendo café.
Me gusta usualmente lo que escriben, pero este carece de sensibilidad. El humor y la irreverencia no están en contravía de la capacidad de percibir el drama social. Dennota la mirada abstracta de gente de ciudad, acomodada, que su máxima preocupación sobre el tema es que su cafetera siga servida. Las invito a mirar lo que ocurre, desde diferentes lentes y con su estilo hablarnos de "Café, con aroma de paro"
ResponderEliminarSi buscas un reflejo de la problemática social en este blog, piensa nuevamente....
EliminarAquí solo hay sátira y desprecio de nuestra realidad y fantasía a niveles muy cómicos. Esa es la magia y el encanto de estas feas.
Go uglies go!!!
No se han dado cuenta, pero si hubo cagatón. Se llama "La Bobada Literaria".
ResponderEliminarQue carita tan sabrosa tienes David Gómez, como si acabaras de estar en una Cagatón.
ResponderEliminarY en cuanto a las sugerencias de Las Bobas, estoy de acuerdo com tomar Café Illy porque me ayuda a disminuir mi estreñimiento.