Un tombometraje

En La Bobada Literaria apoyamos a la fuerza púbica (guiño, guiño), especialmente si nos invita a hacerlo una crónica de Eccehomo Cretina.



Nuestro primer personaje del mes fue un policía poeta, experto en gases lacrimógenos, otros gases y versos lacrimógenos. Ahora descubrimos a un policía cineasta, un séptimo artista del bolillo. Así como lo leen, bobos lectores, mientras a ustedes o a sus allegados los están atracando en la calle a plena luz del día, mientras van a un CAI a poner una denuncia y les preguntan por qué no fueron a otro sin dejar de mirar su cuenta de Twitter, mientras se cometen miles de infracciones de tránsito, un tombo de Medellín –la ciudad más segura del país y, probablemente, del planeta– hace una película que será menos vista que los videos de sus compañeros matando perros y es llamado por uno de sus colegas “el Estíven Estílber paisa”.

La entrevista de Cretina es invaluable. En ella, Estílber deja en evidencia el modus operandi de la policía con elocuencia, cuando le dice al menor orgullo de la Universidad Javeriana que "es vergonzoso ver que esto ocurra, que un propio compañero policía sea capturado por los demás miembros de la institución". Lo que no queda muy claro es si la vergüenza es que la policía capture a alguien, o si es vergonzoso porque el "propio compañero policía" debía quedar impune o, más aún, si quienes debían capturarlo podían ser cualquier cosa menos policías. ¿Dónde estás, Anthony, con tus versos esclarecedores?

La bobada en los medios, la sección favorita de Pirry, regresa con toda su fuerza pública a nuestro blog para presentar un textículo que se publicó con los espectaculares errores de redacción que sólo se pueden cometer en la Caca Editorial El Tiempo, y en el que se muestra la poca verosimilitud de la historia (o lo mal que trabajan en la gloriosa institución: la hijita de un tombo infiltrado conocía la misión de su padre y le escribió una carta en la que le decía que no se dejara comprar), se entiende el verdadero sentido de la palabra contrainteligencia (la historia del tombo que descubre a su mejor amigo delinquiendo salió de ese departamento) y se confirma el esperado regreso a la gran pantalla de Aldemar Conorrea después de haber interpretado en Paraiso Travel al personaje más bobo de la literatura nacional: Jorge Franco. No nos queremos imaginar los 50 guiones que le quedan por rodar a este polipolicía, seguramente producidos por Dago García, que tiene cara de tombo.

Antes de leer el artículo sobre el subintendente que si hubiera estudiado más se haría llamar "el tombogdanovich", al que no quisimos hacerle ninguna modificación por lo delicioso que les quedó, los invitamos a ver el trailer de este mediocremetraje con moraleja, hecho que nos recuerda a Padres e Hijos.

Édison Vanegas, el policía paisa que le apunta a ser un 'Spielberg'

En la realización participaron 44 soldados acompañados de actores como Aldemar Correa y Alonso Arias
Escribió y codirigió una película para prevenir la infiltración de bandas en la Fuerza Pública.

A la oficina de Asuntos Internos de la Policía llega una grabación en la que aparecen cuatro de sus miembros recibiendo dinero por hacerse los de la 'vista gorda' con las plazas de vicio que domina una banda criminal.
Al fondo de la imagen se ve la sombra de una persona. La misión del jefe de la división, Wílmer Correa, es detectar quién es ese sujeto.
Pero esta tarea se le complica cuando descubre que se trata de Rojas, su mejor amigo, con quien creció e ingresó a la Policía hace once años.
Esta es la trama de Asuntos Internos, un mediometraje cuyo guión fue escrito por el subintendente de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá Édison Vanegas, que se presentará el 6 de enero.
Rojas, el protagonista del filme, es traicionado por sus compinches, quienes lo condenan a muerte, y son sus compañeros policías quienes lo salvan, cuando se adelantan y lo capturan.
Ya recluido en una celda, saca de su bolsillo una carta que su hija le había entregado antes de enrolarse con quienes debería perseguir. No la había leído por sus agites. "Papi, no me falles por ninguna plata del mundo. Te queremos como eres", se lee en el escrito.
Esta historia detalla las 'tentaciones' a las que se ven expuestos los agentes del orden. "Se muestra lo que es un pacto con el diablo", resalta Vanegas.
De paso, busca llevarles una moraleja a las familias de los miembros de la Fuerza Pública: la esposa de Correa, 'el bueno del paseo', es un apoyo y le da equilibrio afectivo; en cambio, la de Rojas, le exige más de lo que él con su salario puede costear e, indirectamente, lo lleva a desviar el camino de la Ley.
"Quisimos hacer un material pedagógico que les mostrara a los uniformados dos modelos de policía: uno, que trabaja bien y otro, que se deja permear por la delincuencia", resalta Vanegas.
El guionista y codirector señala que, si bien los personajes no existen en la realidad, sí se nutrió de situaciones cotidianas y de conversaciones con colegas del área de contrainteligencia, la encargada de vigilar que el comportamiento de sus colegas se ajuste al código del servicio policial.
En el elenco figuran actores de larga trayectoria como Aldemar Correa, protagonista de Paraíso Travel, y Alonso Arias, de Sumas y restas y Rosario Tijeras.
El reparto lo completan 44 actores naturales que hicieron casting y que han llevado el uniforme verde oliva por años o que se están preparando en escuelas para vestirlo.
Escribir la historia le tomó a Vanegas mes y medio.
La grabación, en alta definición, se realizó durante doce días, en varias locaciones de Medellín. La posproducción finalizará en los próximos días y luego vendrá el estreno.
La cinta se someterá a la crítica interna de los mismos agentes de la Policía y, después, podría verse a través de los canales regionales.
"Tratamos de concientizar a nuestros hombres porque la delincuencia tiene un poder corruptor grande y hay que mostrarles que el crimen no paga. A los que se meten en esas cosas lo que les espera es la cárcel, el retiro o la muerte", concluye el comandante de la Polícía Metropolitana, coronel Luis E. Martínez.
Entre armas y cámaras
Vanegas, casado y con 2 hijos, tiene 36 años, 14 de ellos vinculado a la Policía.
Además de prepararse para perseguir criminales, estudió producción de televisión e hizo un taller de cine con Víctor Gaviria.
Ha escrito 50 guiones, alimentados por su trasegar en defensa de la Ley.