Estamos devueltas

Todo lo malo vuelve, como lo han comprobado reuniones tan lamentables como la de Soda Stereo, candidaturas políticas tan prístinas como las de la familia Escrucería, retransmisiones como la de Dejémonos de vainas y reencauches como el de El precio es correcto (con la nueva primera dama de la televisión, Rodrigo Lalinda). La Bobada Literaria no se podía quedar atrás (nos gusta por delante): después de un largo mes de cerrar este blog, decidimos que no queríamos dejar un legado comparable al de las Spice Girls y debíamos continuar con nuestra misión, la que sea que fuera, y que en cualquier caso se nos perdió junto a la visión y los objetivos en un inodoro de la sede del Partido Verde. Volvió la hora de desmentir rumores, tapar escándalos y mendigar algunos pesos, porque la única forma de hacer cultura en Colombia es mendigando (así sea un Mercedes Clase WC).

La mayoría de nuestros lectores creyó que las bobas nos íbamos a dedicar a recorrer el mundo con la fortuna que nos habían heredado los Uribe Moreno por nuestro artículo sobre el más genial caricaturista de la historia de Colombia –si no del mundo–, hombre sensual que también partió nuestro corazón –más bobo que el de Aleida McBeal– con el látigo de la indiferencia y que le da unfollow a todo el que le recuerda este post. Esto debió haber levantado las sospechas de varios espías alrededor del planeta, que no tardaron en revelar las fotos donde demostraban que nos había poseído el espíritu emprendedor de los colombianos y, gracias a donaciones de personas honorables e impolutas, habíamos montado negocios en latitudes tan inverosímiles como Croacia o Turquía.

La Tienda de las Tontas, en el corazón de Bobojistán. En la foto, Cebrail El_Navar.

Espectáculo circense de La Bobada Literaria, en arameo.

Pero no, las verdaderas razones para el cierre temporal de este blog son mucho más simples, y apenas 17% de sus visitantes (del blog; no los suyos, bobo lector) acertó en la encuesta: ahora que somos la cuenta de Twitter más influyente de Colombia después de la de Peter Manjarrés, nos volvimos estrellitas y nos pusimos a pelear. Todo empezó cuando Gabriel Ruiz_Navarro usó sin autorización las pantimedias de malla de una de sus colaboradoras y se dedicó a armar fiestas de varios días de duración, hablando mal de nosotras en público, emborrachándose, citando a Santiago Gamboa y Jorge Franco y haciendo quién sabe qué más porquerías en Barranquilla –no hace falta decir en compañía de qué actrices porno–. Pero la gota que rebosó la copa cayó en el momento en que el_escritor_del_guión_bajo_entre_sus_apellidos pidió un aumento de salario inviable, especialmente cuando están siendo investigadas las finanzas de nuestros principales accionistas: los Nule, los Moreno Rojas y Saludcrap. Es por eso que nos complace anunciar que a partir de hoy empieza una nueva etapa en La Bobada Literaria, más boba aún que antes: el lugar de Gabriel Ruiz_Navarro será ocupado por Ashton Kutcher.

Desde hoy seremos más sobrias: ya no haremos bacanales de 40 horas consecutivas sino de parcas 36 horas. Ya no escribiremos borrachas ni enguayabadas: abriremos una licitación para que sean los jefes de prensa del Idartes (que traduce Idiotas Artes) de la Alcaldía Mayor de Bogotá quienes redacten nuestras entradas con la calidad literaria y el erotismo de Margarita Posuda.

Así, desmentimos rumores:
1. No nos asilamos en Panamá huyendo de la Fiscalía.
2. Los Uribe Moreno no nos dan plata (todavía).
3. No nos hemos podido cambiar de sexo (colabore con esta linda causa haciendo clic en nuestros anuncios, ¿tsí?).
4. El matoneo virtual no nos asusta más que Manuel Teodoro.
5. Nadie nos ha ofrecido trabajo. Ni siquiera Eccehomo Cretina, que nos recomendó trabajar sólo por opinar que deberían crucificarlo en Semana Santa.
6. Andrés Hoyos sigue sin contratarnos.
7. Eduardo Arias no está detrás de estas ingeniosas entradas. Está muy ocupado escribiendo la biografía del protohipster colombiano: él.
8. No vendemos libros en caso de diluvio (el diluvio los mojó todos) ni entradas para Rock al Parque (donde siempre sucede el diluvio).
9. No tenemos nada que ver con la Ley de Inteligencia ni la Ley Lleras y no viajamos por el mundo porque nos niegan todas las visas.
10. Vladdo es un excelente perdioturista, o como sea que dice.

En honor a la verdad, admitimos que:
1. No nos pagaron y nos vinimos porque quisimos.
2. Nunca hemos tenido nada que decir.
3. Vladdo nos partió el corazón, sobre todo por salir posando en un Mercedes (siguiendo esta exitosa campaña, la nueva publicidad de Rolex será protagonizada por Don Jediondo) y porque somos tan predecibles como Aleida.
4. Ponemos música en El Coq y Armando Records (es decir, sintonizamos La X).
5. Trabajamos gratis para que la popularidad de Santos alcance 148%.
6. Vendemos discos piratas de la música pirata de Jorge Celedón.
7. Seguimos escribiendo en Twitter cuando estamos ebrias.

Por último, queremos retomar nuestras tradiciones y volver con las encuestas que matan de la envidia a los creadores de la Urna Virtual y el Opinómetro.

¿De qué nos perdimos en este mes?
De un escándalo diario que ya no me acuerdo cuál fue.
Del día de la madre en la casa de María Eugenia Rojas.
De la Feria del Libro; es decir, de nada.
De Margarita Posuda como jurado de un reinado: un giro impredecible en la literatura colombiana.
De la gente que hasta ahora se dio cuenta de que las EPS son un robo.
De que, cuando descubrieron que Bogotá tenía alcalde, lo destituyeron.
De que en Colombia lo que hay es un conflicto interno bruto.

¿Qué estuvieron haciendo las bobas mientras no escribían el blog?
Casting para la nueva temporada de Los caballeros las prefieren brutas.
Administrando la Feria del Libro, la verdadera bobada literaria.
Preparando la competencia de Germán es el man, una telenovela llamada Angulo es el culo.
Escribiendo el próximo libro de Mario Mendoza, que se llamará Génesis.
Escribiendo las páginas editoriales de El Tiempo.
Llevando la televisión a color al Eje Cafetero.
Tratando de salir de un trancón en la Calle 26.