Ha vuelto el viernes, día para decirnos "grande" los unos a los otros y darnos #FF en Twitter porque no hay nada como la autocomplacencia, los jojojós y las palmaditas en la espalda. Este día también está dedicado al alcohol y esas otras cosas y a las sensacionales encuestas de La Bobada Literaria, con las que se mide que la opinión en Colombia también es #grande. Por ejemplo, la semana pasada 34% del país demostró que no tiene problemas de lectura al responder "ola ke ase?" ante la pregunta de por qué no sabemos leer. Un sabio 43%, por su parte, cree que Álvaro Uribe Vélez debería ser jurado de La pista para volver a tener poder y enseñarnos a bailar el Aserejé Democrátco.
Y hablando de guitarras chiapanecas, la semana pasada una oleada de indignación se regó por las redes sociales como carbón de la Drummond en las playas de Santa Marta. Esa multinacional, que viene como todas a construir país, fue víctima de esos mamertos que no dejan progresar y que hasta mariguaneros serán. Nosotras (ahora con faloplastia), como todos los medios de comunicación responsables de este país, estamos del lado de las multinacionales –sobre todo porque pautan en este prestigioso espacio para que no digamos nada malo de ellas–. Por eso, como muchos de ustedes supieron notarlo, no nos sumamos al Melodrummond, el tema de indignación de moda (de la semana pasada) en Twitter, sino que seguimos hablando mal de Petro. Como siempre estamos a la retaguardia de la moda, hoy lo que está in es indignarse con la Harley Davidson de las FARC pero en La Bobada Literaria preferimos hablar de la locomotora minera y, en vez regarnos sobre lo negativo, el blog favorito de los colombianos de bien les propone a las multinacionales cómo ganarse el corazón de todos. La siguiente estrategia de medios llega a ustedes con el gentil auspicio de Pacific Rufianes.
- En el caso de la Drummond y otras mineras, sugerimos que en lugar de echar el carbón al mar lo usen para construir casas para que el (futuro) presidente las regale cada vez que su popularidad baje. Lo mismo aplica para todos los desechos que produzcan.
- Con el carbón también se puede hacer comida para niños pobres, lo que sería incluso mejor que comer en McDonald's o en Andrés WC.
- Contraten a una agencia de publicidad que busque la mejor manera de decir que su empresa es Colombia. Les cobrarán una millonaria suma por eslóganes tan creativos como "Pacific Rubiales es Colombia" o "Colombia es Pacific Rubiales". Porque Colombia es tan malo que es una petrolera, Colombia es genial.
- Con ese genial copy, ojalá acompañado por testimonios de trabajadores que digan que su empresa es como estar en el cielo (no en el sentido en que se diría de los sindicalistas asesinados), paute en todos los medios de comunicación que le sea posible. Normalmente, ellos fingirán reticencia ante cualquier free press, pero ese tema se resolverá con invitar a cenar al director del medio en un yate en Curazao.
- Para lidiar con los fastidiosos ambientalistas, pueden conseguirse fotos de los Jonas Brothers desnudos y desviar la atención de los sesudos tuiteros.
- Por último, no hay que olvidar que los colombianos sabemos de todo y que nos encanta la participación democrática –así se manifieste en concursar en El desprecio es correcto–. Por eso, las multinacionales mineras deben generar espacios de opinión tan profundos como la siguiente encuesta –que, con buenas relaciones (guiño, guiño) con la ejecutiva comercial, se pueden incluir en el Orinómetro o la Urna Virtual–.
¿Qué le gustaría derramar en el mar?
Las cenizas de mi porro.
Latas de atún cuando voy a conectarme con la naturaleza al Tayrona.
Mi iPhone 4S porque está out.
Nada porque ya pasó de moda indignarse con la Drummond.
Noooo, las latas de atún serían como un cementerio para los pobres pecesitos
ResponderEliminarMe gusta derramar mi meado.Esa sensación de mearme a todos los bañistas (en especial a las bañistas)es única. Incluyan la opción porfis.
ResponderEliminarJajajja, melodrummond...
ResponderEliminarEste post está excelente pero debo admitir, con todo respeto, que se les están cagando el país y ustedes pinches colombianos no hacen nada!
ResponderEliminarJajaja y mientras llorabamos por la perdida de mar territorial, la Drummond le ganó una demanda al Estado por 60 mil millones de pesos en un tribunal de arbitramiento en París. Súmenle que esta empresa goza de beneficios fiscales y gasolina mas barata por parte del gobierno. Como quien dice, el Estado se arrodilla ante la Drum-mondá...
ResponderEliminaroigan muy bueno este blog, con mas confianza, empezaré a hablar, pero tienen muy buena critica
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