1. Encontrar pornografía repugnante: lo malo de utilizar los buscadores de porno gratis para ver hombres en bola mostrando en línea lo que no mostrarían en persona es que se corre el riesgo de ir a dar con un texto de Efraím Medina donde, para mayor desgracia, hay fotos del autor sin más ropa que un libro o un close up de los alardeados 25 centímetros que, en realidad, son como 2.5 centímetros. Ahora, si usted es hombre y lo que busca son viejas en cueros, puede ser atrapado por la promesa de desnudo de un blog escrito por nosotras (ahora en decadencia) o con las tetas en Twitter de una ensayista de dudoso atractivo físico y aún más dudosas cualidades ensayísticas.
2. La reproducción sin criterio de videos y publicidad: si uno quiere recordar un video que pegó hace años, lo más probable es que vaya a dar a Diarionocturno, un blog donde todos los días se presentan chivas más viejas que la Chiva Cortés, pero con comentarios jacarandosos que tienen menos gracia que este blog y sus menos graciosas imitaciones. Igualmente, puede encontrar espectacular publicidad BTL y darse cuenta de que todo en internet es una farsa.
3. Encontrar fósiles: cuando todos creímos que por fin nos habímos librado de la emisora más pedante de Colombia –tan pedante que Andrés Hoyos armó un escándalo para que no la cerraran–, nos encontramos con que podemos ir a dar con facilidad con la HJCK, la emisora para la mensa minoría, cada vez que buscamos en Google cosas como "dinosaurio", "ladrillo" y "remedios para el insomnio".
4. Uno de los mayores peligros de internet es la contaminación auditiva representada en su apogeo por las páginas de MySpace de agrupaciones como Superlitio o de solistas como Fonseca. Además existen las fan pages en Facebook, donde todos los días suben apasionantes imágenes de estos genios de la música tan malas como cualquier obra de 9000. Lo mejor de todo es Twitter, el lugar perfecto para decir todas las estupideces que están haciendo, como ser nominados a un premio Fhock o hacer un concierto por la paz al que llegaron en limosina.
4. Uno de los mayores peligros de internet es la contaminación auditiva representada en su apogeo por las páginas de MySpace de agrupaciones como Superlitio o de solistas como Fonseca. Además existen las fan pages en Facebook, donde todos los días suben apasionantes imágenes de estos genios de la música tan malas como cualquier obra de 9000. Lo mejor de todo es Twitter, el lugar perfecto para decir todas las estupideces que están haciendo, como ser nominados a un premio Fhock o hacer un concierto por la paz al que llegaron en limosina.
6. Sin duda, el mayor peligro de estar en internet es dar con un blog como La Bobada Literaria: resentido, lambón, mamerto, fascista, grosero, uribista, irrespetuoso con Andrés Caicedo y otras terneras sagradas y, lo peor, imitado por una nueva horda de twisteros a los que no les caería mal un curso de redacción en la caca editorial El Tiempo, a ver si al menos aprenden cuándo se le pone tilde a la palabra "si", ¿tsí?
qué susto!
ResponderEliminaray Bobada... Ya no eres lo que eras antes...
ResponderEliminarEn fin.
Como ustedes dicen, están en declive...
ResponderEliminarSiempre los leo, pero hoy no fué divertido, ni entretenido, ni siquiera bobo, no fué nada. Igual me caen bien.
ResponderEliminarNo, es que definitivamente ustedes se inventaron el humor, la autoparodia, el nihilismo de clase media, la irreverencia, la crítica cáustica, el manual de retórica bloguera, la irreverencia irreverente, la redundancia hiperbólica, las tablas de la ley, la receta del tinto, el modo de pegarlo, la irreverencia, el ser tan delputas como ustedes mismas, la paja y dejarse crecer el pelo. Ah, y por supuesto la irreverencia. Qué iconoclastas, cómo derriban ídolos de barro. Gracias por este blog multipedante.
ResponderEliminarA lo sumo llegarán a ser enemigos púbicos
ResponderEliminarAsí como son de multipedantes serán de multipedorros. Qué asco.
ResponderEliminarOh sapientísimos, enseñadnos a escribir ¿tsí?
ResponderEliminarOe, ¿por qué dejaron de llamarse La Cloaca Literaria? Hasta donde yo sé eso son.
ResponderEliminarMuy ingenioso poner "terneras" en vez de vacas sagradas, a mí nunca se me hubiera ocurrido. Uff qué pilos.
ResponderEliminardefinitivamente la mayor fue la sexta, la mayor bobada del día.
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