En el capítulo de hoy, este surreality show se fue por el desbarrancadero. A pocas horas de cerrarse la votación, el máximo aspirante a abandonar la casa editorial estudio era Fernando Vallejo –hecho que demuestra que los colombianos no saben votar: la mayoría quiere dejar a sus hijos al cuidado de este homosexual malhablado–. Cuando supo que iba a perder, el antioqueño mágicamente recordó que había renunciado a la nacionalidad colombiana y, con los mismos argumentos, renunció también al Desafío Literario. "Al fin y al cabo ya había renunciado a esta nacionalidad de granujas que sólo conocen la gramática de la muerte, la pobreza y la bellaquería; yo ya no pertenezco a esta caterva de hijueputas ", dijo el escritor mexicano antes de encontrarse con una caterva de perros callejeros a los que les cepilló los dientes y les sacó las garrapatas.
Ante el inesperado hecho, los productores del programa aprovecharon la oportunidad para eliminar de una vez por todas al segundo lugar en la votación: Jorge Franco. El inventor de personajes tan importantes para nuestras letrinas como Juanes y Flora Martínez, aquel que fue capaz del despropósito de llevar a Don Quijote a Medellín, fue sorprendido por la noticia mientras se estaba arreglando las cejas con unas tijeras y seguía divagando sobre cómo sería comerse una pepa en un after party de los ochenta en su ciudad natal. Entonces, confundió el dolor de la eliminación con el de la muerte y, aturdido, dejó las tijeras a un lado y cogió la antorcha que le había pasado Gabo ("este es uno a quien me gustaría trasladarle la antorcha", había dicho el autor en un rictus de senilidad) y, cuando el reloj aún marcaba las cinco, empezó a quemar la casa editorial estudio.
Gabriel Ruiz-Navarro, siempre tan ingenioso e irreverente aunque todo esté muy mal, atinó desde su chinchorro a llamar al grotesco espéctaculo Infierno Travel, y lo anotó en su Moleskine como una de sus 843 ideas para una nueva novela. Porque esto se había convertido en un verdadero infierno: mientras Efraím Medina corría desnudo por toda la casa y Jaime Espinal se desprendía de su chaqueta de plumas chamuscada, Mario Mendoza –que fue sorprendido por la conflagración cuando tenía los ojos cerrados para percibir alguna fuerza sobrenatural–, gritaba demencialmente "¡ha llegado el averno infernal, ha llegado el infierno avernal!". Entretanto, Santiago Gamboa se perdió en lo más espeso de las llamas para rescatar su visa china y Aura Cristina Geithner, nuestra olvidada presentadora, lloraba por su silicona y su bótox derretido e invocaba a su Santo de cabecera, Marcelo Dos Santos.
En un comunicado de prensa con todos los atributos para ser nuestro comunicado de prensa de la semana, las directivas de este surreality manifestaron que los escritores serán recluidos en el pabellón de quemados Carlos Gaviria, que aún no saben qué hacer y que "no queremos pensar en cómo vamos a terminar el programa en este fin de año, porque se acerca la Navidad y queremos irnos a comer natilla y buñuelos para olvidar que en este país todo está muy mal. En enero nos esforzaremos al máximo, que es lo máximo que podemos esforzarnos".
Así, por lo pronto, queda en stand by uno de los programas más apasionantes de la televisión colombiana, que llegó a marcar puntos de audiencia mayores que la suma de todos los programas de Señal Colombia y Canal Capital (573 espectadores en una semana). Esperamos que el minilibretista Chucky García y el codirector de Las guisas de la mafia, Javier Mejía, sobrevivan a las borracheras de fin de año y vuelvan a poner todo su ta lento y creatividad al servicio del Desafío Literario: La lucha de la bobada.
Era lo mejor que podía pasar: que Jorge Franco acabar con la literatura colombiana... Bueno, también lo hubiera podido hacer Mario Mendoza...
ResponderEliminarjajajjajaja, es el mejor final de reality de la historia
ResponderEliminares un gran final, porque deja abierta la posibilidad de una tercera parte con un eslogan tan creativo como "la revancha"
ResponderEliminarno sé qué le pasa a Nicolás Morales, recomendó este blog en su última columna de Arcadia y, realmente, no entiendo por qué... ¿se habrá vuelto marica?
ResponderEliminar¿Quién es Nicolás Morales?
ResponderEliminarYo soy Nicolás Morales
ResponderEliminarSe le cumplió el sueño a Maro Mendoza, él quería conocer el infierno...
ResponderEliminarya hubiera salido Ensuncho, era la oportunidad perfecta para que se le quemara el sombrerín...
ResponderEliminarperdón, decía que qué cagada que ya hubiera salido Ensuncho, y que era la oportunidad para que se le quemara el sombrerín...
ResponderEliminarTiene que haber un reality intermedio o una obra colectiva para reponerle el camionado de silicona a Aura Cristina, una bomba desinflada no tiene gracia.
ResponderEliminarWow!!! Y ahora quién va a llevar al cine Infierno travel? Ensuncho?
ResponderEliminarNuestra unidad instigativa supo que Javier Mejía está trabajando en la adaptación de Infierno Travel, una secuela de Apocalipsur. Por su parte, Aura Cristina tendrá su revancha en el Senado, donde repondrá sus siliconas vendiendo su bótox para aprobar leyes.
ResponderEliminar