¿Usted qué propone? Hoy: la legalización de la marihuana

Como uno de nuestros propósitos para el nuevo año que ya se va a acabar es ser más propositivos, hoy queremos dedicar una de nuestras secciones más aclamadas a una cuestión urgente: la legalización de la marihuana. Según nos contó en Twitter el senador Juan Carlos Vélez Uribe (sí, sus apellidos son una advertencia, como una versión trabada de Uribe Vélez) y la doblemente uribista Erika Salamanca, el primer día de legalización de la marihuana en Colorado murieron 37 personas, entre ellas un personaje de Breaking Bad. Por eso, y porque estamos más preocupados por el futuro que Mauricio Puerta, hoy tenemos una propuesta sencilla para acabar de una vez con el problema de la marihuana: legalizarla. Políticos en campaña, presten atención a nuestras razones:

1. Dicen que uno de los efectos de la marihuana es que hace reír (a los que escribimos este blog no nos consta porque lo más ilegal que hemos hecho fue votar a cambio de un tamal). Gracias a la legalización en Colorado y a las reacciones de un senador en Colombia –con una suspicacia de Chapulín Colorado–, Colombia ha tenido mucho de qué reírse empezando el año. Con la legalización, por lo tanto, recuperaremos nuestro lugar como el país más feliz del mundo. A falta de buenos chistes de Los comediantes de la noche y de los tuiteros –que se creen chistosísimos–, qué bueno es fumar orégano.

2. La marihuana mata, según nos informó recientemente gente que no sabe leer. Y, lo que es mejor, mata a personajes de ficción. Si se legaliza en Colombia, con suerte no tendremos que volver a ver a Don Armando ni a Germán es el man en nuestros televisores.

7. Uno de los efectos del cannabis es que afecta la memoria y ya sabemos que la mala memoria es toda una tradición cultural en Colombia. Como ya no nos acordamos de qué estábamos hablando, vamos a convertirnos en jóvenes emprendedores y montaremos la cadena de tiendas de bareta y su respectiva parafernalia Pepe Ganja y Baby Ganja.

3. La marihuana causa sobredosis de celulitis, como nos hizo saber hace años una famosa DJ. Y la celulitis, por supuesto, hay que combatirla. Al legalizar la marihuana, entonces, se estaría apoyando a dos importantes sectores de nuestra economía: el de la medicina estética y el del narcotráfico. Cualquiera verá que es una medida muy saludable.

4. Si es verdad que la marihuana relaja, no sólo debería ser legal, sino obligatoria. Piensen en los efectos de la mata que mota en la reducción de las riñas callejeras y las peleas en el tráfico, en las sonrisas automáticas que producirían el humor (¿?) de Dago García y Sábados Felices y en lo llevadero que sería un cuarto de hora oyendo La W –para soportar más de ese lapso hacen falta poderosas drogas psiquiátricas, que ya son legales–. Verán cómo no hay que ser senador de la república para entender que esto haría un poco más fácil la tarea diaria de sobrevivir en Colombia. No en vano, el presidente Santos se olió enterita una tonelada de bareta y ahora tiene 148% de popularidad entre los editores de El Tiempo.

5. ¿Ha visto usted como buena parte de los marihuaneros se creen mejores personas porque fuman porro? Según ellos, la ganja es natural aunque haya sufrido tantas modificaciones genéticas como el maíz de Monsanto, los une a sus ancestros aunque haya llegado a América después que los españoles y apoya a los campesinos aunque pase por tantos intermediarios como las lentejas marca Éxito. Por eso, con la legalización, todos nos vamos a sentir mejores personas.