martes, 15 de septiembre de 2009

Colombia es fachón

La Bobada Literaria también se preocupa, no como Alfred E. Neuman. Esta vez, estamos interesados por mejorar la imagen de Colombia en interiores y en exteriores. Por eso, nos asociamos con Colombia es Pasión y, en el mejor espíritu patriota de insignes personajes como Humberto Bronx y, sobre todo, del padre Ladrón de Guevara, hoy queremos volver a la vieja y sabia usanza de prohibir los libros que afectan la imagen de nuestra bella patria.

La lista que hoy presentamos, ampliada, será publicada por Ediciones Paulinas bajo el título de Pulgar de libros prohibidos por La Bobada Literaria e incluirá los siguientes títulos:

La Virgen de los sicarios. Esta novela habla de una Medellín exagerada donde a uno lo matan hasta por partir las servilletas a la mitad. Los ejemplares serán reeemplazados por otra novela escrita por un verdadero orgullo de Antioquia, Juanes, que será publicada primero en Twitter, en un único Twitt.

La casa grande y Cien años de soledad. Porque en Colombia nunca ha habido masacres, eso sólo pasa en países del tercer mundo como Ruanda o de gente iletrada como los alemanes. En su lugar, Juan Manuel Santos escribirá un poema en prosa dedicado al glorioso ejército nacional, en el que destacará todos sus actos positivos, bajo el título Los verdaderos positivos.

Al diablo la maldita primavera. Porque nuestro país es hermoso y no tiene por qué verse insultado con apologías de prácticas contra natura. Para recoger estos libros nos asociaremos con José Galat, que irá puerta por puerta cual testigo de Jehová recogiendo los ejemplares. Hemos estimado que el desplazamiento de Galat le permitirá pasar por dos casas al día.

Mi hermano el alcalde. Porque es del mismo autor de La virgen de los sicarios. Y porque cuenta la denigrante historia de un joven político homosexual que, delirando por un dengue sobre el que teme que sea sida –válgame Dios–, decide convertirse en alcalde de Támesis (Antioquia) con métodos tan alejados de nuestra realidad como que la diferencia en las urnas la hagan los muertos del pueblo. En su lugar proponemos que Daniel Samper Pizano escriba Mi hermano el presidente, sobre el insigne Ernesto Samper, que llegó al mandato con prácticas legítimas y que no es homosexual.

El eskimal y la mariposa. Porque queremos que en otros países nos recuerden por nuestro café y no por los crímenes políticos. Propusimos por tanto reemplazar el libro con uno escrito por Juan Valdez, El Espinal y la tierra hermosa.

Lara
. No entendemos por qué Nahum Montt insiste con esos temas macabros, habiendo tanta cosa linda por mostrar de Colombia. En lugar de Lara, proponemos que Robinson Díaz escriba Sara. El texto se publicará primero en SoHo y luego en formato de libro con la editorial Debate.

Justos por pecadores. No sólo porque es muy mala, sino porque es muy mala con nuestros sacerdotes, llegando al abuso de llamarlos pederastas. La obra será reemplazada por Que canten los niños, del padre Efraín Rozo, también autor del manual didáctico infantil Yo rozo, tú rozas, nosotros rozamos.

Autogol. Porque queremos borrar el nombre de Escobar del recuerdo de los extranjeros, así sea el de Andrés. Estamos cansados de que lo primero que digan en el exterior sea, "Colombiano... ¡Escobar!", sin que estemos seguros de cuál de los dos están hablando. Por eso, daremos un adelanto a los miembros del equipo de prensa de la presidencia para que escriban una novela épica sobre el 5 a 0 contra Argentina. O a Federico Arango Camambert, que también se presta para cualquier cosa.

Todas las obras de Andrés Hoyos. No es que muestren una mala imagen del país, es que son muy aburridas y la idea es mostrar que en Colombia todo es tan, pero tan divertido...

Cóndores no entierran todos los días. Porque hay que dejar atrás un pasado tan remoto: eso de la violencia ya pasó, lo que tenemos es un conflicto armado. Y porque, según Wikipedia, es una película.

Todas las de Ángela Becerra. Porque Colombia es pasión, no melosería.

Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero. Porque el personaje no tiene nada que ver con Colombia y se la pasa exaltando las culturas de otras partes del mundo. Será mucho mejor la versión que proponemos de Maicol el Arepero, una saga escrita por Don Jediondo en la que el protagonista sueña con romerías, echa chistes de pésimo gusto, narra sus aventuras en paseos de olla y cuenta sus romances con mujeres de todos los rincones: desde Pore y Sibundoy hasta Majagual y Otanche, porque no hay mujeres más lindas que las colombianas.

El olvido que seremos. Porque, además de aburrida y reiterativa, es una historia muy triste y Colombia es un país alegre. Hemos propuesto a Samu El Moreno que, ya que no trabaja, dicte en reemplazo de esta obra una biografía de su abuelo a Yuri Chillán. Sabemos que ya su mamá está dedicada a esa tarea encomendada al hijo.

Angosta. Otra vez Héctor Abad Jr., ahora inventando una ciudad corrupta dominada por unos señores oscuros que deciden quién vive y quién muere y que, claramente, se basa en ese pueblo emprededor que ha salido adelante gracias al empuje de una sociedad y un señor nada oscuro que se llama Don Berna. En su lugar, Sergio Fajardo podría escribir Fachada, novela costumbrista sobre lo bonita que es la ciudad, las maquilas, las grillas, los parques y la narquitectura de sus bibliotecas y colegios.

Todos los libros de Andrés Caicedo. Es una vergüenza pública que los jóvenes lean a este ídolo de los drogaditos. Por eso, proponemos que alguien que en verdad deja en alto el nombre del país en el mundo del cine, John Leguízamo, escriba una novela ambientada en Cali –así no conozca la ciudad– titulada ¡Que viva Caliwood!

Sabemos que esta lista es apenas un abrebocas, un estado de emergencia, así que invitamos a nuestros lectores a ampliarla. Por último, revelamos que todos los libros impresos desde hoy deben llevar el imprimátur del señor Uribe Vélez o, en su defecto, de José Obdulio. Cúmplase y prohíbase a partir de la fecha.

11 comentarios:

  1. Las películas de Dago García pueden entrar al patrimonio inmaterial de la humanidad: joyas como Mi abuelo, mi popó y yo representan la milenaria estupidez de los colombianos como sólo Juan Pablo Montoya lo ha logrado.

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  2. corren rumores de la nominacion colectiva al nobel de literatura para los secuestrados, el canciller esta trabajando en eso porque es mas importante que reestablecer relaciones con venezuela...

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  3. Queremos aclarar que apartes de esta entrada fueron publicadas por un periódico subversivo llamado La Regla. Gabriel Ruiz-Navarro se encargó de autorizar la publicación de ese material pero no nos consultó para hacerlo. Eso significa que la bobada no es regla.

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  4. Les falto desterrados cronicas de desarraigo de alfredo molano

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  5. El club de los lagartos. Porque desde leer la primer columna uno sabe que va a decir las treinta y pico siguiente...

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  6. Debe destacarse las ilustes biografías de nuestros presidentes: Carlos Lleras, Alfonso López padre e hijo, en fin, que sería de Colombia sin esa verdadera historia que cuentan nuestros nuestros próceres.

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  7. Faltó la segunda parte del novelón de Ingrid Brutancourt: "Déjese llevar y devuélvase a cobrar: La historia de la histérica yo misma contada por Sarnozy"

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  8. Hey, se están volviendo flojas, ya no me hacen reír como antes.

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  9. no nacimos pa semilla el audiolibro narrado por el padre chucho ambientado con musica del factor X

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  10. Aprenda a escribir primero, dizque "drogaditos"... Qué le gusta a usted Paulo Coelho?

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  11. Les faltó "Shorts-Cortos" del publicista ese mequetrefe que ya se le tostó el cerebro y sólo puede escribir en un BlackBerry.

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