martes, 24 de mayo de 2016

Bienvenidos al pasado

Si, como dicen, la educación es la clave para construir un mejor futuro, los bogotanos estamos viviendo en el peor de los pasados posibles: nuestros alcaldes se olvidaron del futuro y sólo se ocupan de construir a medias, tal vez porque no terminaron su educación. Para remediar este problema, hemos creado una Maestría en Gestión de Ciudad tan fácil que hasta el alcalde de Bogotá la puede terminar. Haga la maestría y diga que es un doctorado, al fin y al cabo, ¿pa qué diplomas si no hay ciudad? ¿Pa qué hijueputas? El siguiente ménsum ya fue aprobado y plagiado por la Sorbona y Los Andes, pero en nuestra universidad sólo pedimos que nos den alguna secretaría cuando nuestros egresados lleguen al poder:

Logo de la oficina de prensa de la alcaldía de Bogotá.

Ecología 1 
En este curso aprenderá que las reservas son sólo potreros, que los humedales no deben ser corredores para las especies migratorias sino para los carros, que el exosto de un bus contamina menos que un cancerígeno tren eléctrico y que al construir un malecón los ríos mágicamente aumentan su caudal y se les evapora la caca que llevan. Dictado por ecólogos y medioambientalistas consumados como Pedro Gómez y la junta directiva de Cementos Argos, el curso de Ecología 1 le enseñará a ser un visionario ambiental: porque el futuro está hecho de cemento.

Lectura: La culpa es de la vaca (no es necesario leer más que el título), de Jaime Lopera Gutiérrez y Marta Inés Bernal.

Hoja de vida 
En Colombia no sabemos debatir, ni pensar en ideas, ni sopesar propuestas, y en cambio nos descrestamos con títulos que no dicen nada pero suenan bien. En este curso le enseñaremos a decir que usted es el colombiano con más conferencias en el exterior, el sexto mejor alcalde del mundo, el visionario que colapsó la ciudad y el urbanista más urbano que ha habido desde la urbanidad de Carreño. Con nuestros consejos y un salario mínimo para el community manager, su hoja de vida se inflará más rápido que los bolsillos (y las barrigas) de los Nule, sin importar que usted sea tan incapaz de gobernar como Samuel Moreno. Al finalizar esta Maestría (que le podrá dejar más de una estría), usted podrá hacer que hasta Daenerys Targaryen, Madre de Dragones, La Tormenta, La Que No Arde, Rompedora de Cadenas, Aburridora de Audiencias, Prolongadora de Episodios, suene menos calificada que los estudios del metro.

Lectura: Cómo hablar de los libros que no se han leído, de Pierre Bayard.

#Culpade________
¿Han pasado varios meses de alcaldía y todo sigue igual? ¿No ha cumplido ninguna de sus promesas de campaña? ¿La gente se da cuenta del desastre de su gestión? No se preocupe: échele la culpa a alguien más. Si usted no hizo nada durante cuatro años al mando, y si no ha podido hacer nada durante cuatro meses, diga que la culpa es de su antecesor o de su sucesor. Da igual. Este método es muy efectivo para polarizar, y sirve para lavarse las manos aun cuando estemos en racionamiento. Como somos una escuela innovadora, en esta clase incluso le enseñaremos a crear tags: lo más importante de la alcaldía es una buena presencia en redes sociales; tuitear, lo sabemos desde hace más de cuatro años, es más importante que gobernar.

Lectura: Su timeline de Twitter.

Pasa hasta en las mejores familias 2
Los desastres son inevitables, pero ¿por qué dejar que sucedan solos cuando usted los puede magnificar? En esta clase le explicaremos los rudimentos para que cada desastre muestre lo desastroso de su gestión. ¿Un sistema de transporte que no le dé la comisión que le da Volvo? ¡Cáncer! Si falla el servicio de ambulancias, por ejemplo, diga que eso también pasa en Niuyor y que a las señoras ricas de Europa les encanta morirse en un andén: así, el esnobismo de los ciudadanos aceptará la explicación. Y por si acaso, culpe a la víctima. ¿Quién la manda a vivir en su ciudad, cuando podía estar viviendo en cualquier otro lugar del mundo? Así, incluso, hasta podría asistir a una de sus conferencias sin tener que ser testigo de su incapacidad para gobernar. ¿Quién manda a los votantes a votar por usted?

Lectura: Las obras completas de Miguel (Uribe) Turbay.

Higiene 
Una de las tareas más importantes que tendrá usted como alcalde será la de aprender a limpiar su imagen. Recuerde que un render vale más que mil obras finalizadas. Tras aprender a lavarse las manos en nuestro curso #Culpade________, usted aprenderá en este módulo a utilizar su oficina de prensa para recoger el desastre que deja a su paso. ¿Sacó a la fuerza a los vendedores de la calle? Abrácelos frente al fotógrafo de Semana. ¿Dijo una estupidez sobre las ambulancias? Abrace una ambulancia para la portada de El Espectador. ¿Quiere acabar con una reserva? Abrace un árbol, para un publirreportaje –perdón, perfil– en El Tiempo. ¿No hizo nada durante cuatro años? Páguele a un youtuber famoso para que lo abrace y comparta la foto hasta en Hi5. No es cinismo si usted sale sonriendo.

Lectura: Manual de conducta de Lavafante.

Cultura
Como nadie sabe para qué es, en el módulo dedicado a la cultura hablaremos de cualquier cosa. Por ejemplo, de no permitir la construcción de una nueva Cinemateca para que los bogotanos no se empeliculen, o de vender las empresas públicas de la ciudad porque seguir el ejemplo del presidente también es cultura. No importa si a la media hora se retracta de lo que dijo o si recorta presupuestos o personal como cuando Chávez expropiaba empresas en Venezuela: recuerde que nadie sabe leer y que todos van a estar fascinados tomándose fotos sin ropa para la campaña publicitaria de un whisky porque Ramoncito les dijo que es una #LindaCausa. La primera regla de la gestión cultural es que nadie habla de gestión cultural.

Lectura: 101 cosas que todo colombiano debe saber sobre la cultura.

Más Esmad
Si existen muchos casos en que menos es más, en la alcaldía usted pronto se dará cuenta de que más Esmad. ¿Alguien necesita ayuda médica en medio de la calle? Para qué mandar una ambulancia si la solución es el Esmad. ¿Hay protestas de estudiantes? ¡Esmad! ¿Viejitos en la indigencia? ¡Esmad! El Escuadrón Móvil Antidisturbios es tan útil que hasta le servirá para decir que usted apoya tanto a la cultura (ver: curso anterior) porque hay un policía poeta.

Lectura: La Bobada Literaria: ¿Usted qué propone? Hoy, la fuerza pública

viernes, 6 de mayo de 2016

#WikiBobada

Edward Snowden, íntimo amigo de la casa boboliteraria, también está indignado por las columnas de los columnistas sobre otros columnistas que en realidad no son columnistas sino blogueros con influencias. Por eso, y porque necesitaba plata para unas bichas de bazuco, el activista hackeó el WhatsApp de una reputada cheer leader de opinión colombiana y los hallazgos son escalofriantes. Tanto que decidió llamarlos Las infiltraciones de Peach Melba.

Si usted no aparece en estos Bobotá Papers es porque probablemente no haga parte de la élite de los líderes y las lideresas de opinión. En ese caso, consiga una columna en el periódico de su barrio; es decir, en El Tiempo, donde sólo basta con ser amiwis de algún editor para que lo dejen escribir. Mientras tanto, comente con indignación el siguiente chat:







martes, 5 de enero de 2016

Pronto en Colombia

En La Bobada Literaria, como somos tan bobas, empezamos el año llenas de optimismo. No sólo Bogotá dejó de ser el paraíso perdido ahora que la ambición de poder de Peñalosa la recuperó, sino que la posición oficial de El Tiempo nos llenó de positivismo (y del real, no del santista). Tras leer el editorial de hoy, dedicado a la cultura, nos invadió la felicidad: los directores del periódico más leído del país descubrieron por fin eso que los demás llamamos cultura, y le dedicaron –en estos días cuando sus lectores están vomitando junto a una piscina y casi nadie está pendiente de la actualidad– la atención de cenicienta que siempre se le ha dado, para que no digan que aquí eso a nadie le importa.

El editorial en cuestión, por supuesto, no dice nada: parece escrito por uno de esos robots de los que cada tanto se dice en las noticias que van a escribir los artículos en un futuro. Lugares comunes, cifras rápidas y los mismos eventos de todos los años sirven de excusa al periódico para afirmar que la cultura está muy bien. Esto demuestra que sus editores nunca han puesto atención: el editorial se pudo haber escrito hace uno, dos o diez años y se podrá escribir igualito dentro de uno, dos o veinte. Por eso, hoy le tenemos una chiva al periódico oficial de Colombia: los robots no van a escribir las noticias; para escribir artículos sin decir nada ya tenemos a los editorialistas de El Tiempo.

Pronto en Colombia 
(Úsese durante los primeros días de enero todos los años de aquí en adelante a partir de la fecha.) 

En el (inserte el año que acabó) la cultura colombiana dio importantes noticias: la sonora presentación de un gran grupo de artistas en (país donde el agregado cultural por fin haya hecho algo); la creciente aparición de obras notables en los campos de la literatura, el teatro y la música; el trabajo sostenido, desde las instituciones, por acercar a más y más ciudadanos a la posibilidad de la lectura; la profesional puesta en marcha de los festivales y ferias que desde hace más de una década han marcado el calendario cultural de la nación; la consolidación de una cinematografía que en una década de serias políticas públicas no solo ha conseguido aumentar su producción, de cero a (número de películas colombianas no hechas por Dago García el año que acabó) películas por año, sino además estrenar cintas tan importantes como las premiadas (título de una película premiada en cualquier festival) y (título de otra película premiada en otro festival).

Valdría la pena anotar, ya que es tiempo de balances, que la controversial gestión de (nombre del alcalde que sea, porque todos menos Peñalosa, que recuperó Bogotá, son controversiales) en Bogotá tuvo en el ámbito cultural uno de sus grandes aciertos: la continuidad de ciertas ideas y de ciertos funcionarios, de la colección de volúmenes clásicos llamada ‘Libro al viento’ al apoyo decidido a numerosas expresiones artísticas, de programas sociales como (nombre de programa social distrital o de barrio) a la revitalización de ciertos escenarios de la capital, probó que es posible librar de las veleidades de la política a las instituciones que marcan el día a día de los ciudadanos. Lo mismo, que se ha beneficiado de la continuidad de políticas y funcionarios, puede decirse del Ministerio de Cultura.

Este nuevo año parece llamado a ser tiempo de cosecha. El (diga hace cuántos años) restaurado Teatro Colón, convertido en escenario y productor de obras a un tiempo, hará un importante homenaje a las piezas de (nombres de un par de dramaturgos sacados de la programación) para conmemorar (lo que sea que se conmemore). Vendrán bandas memorables, como (dos nombres de grupos, no importa si son memorables, como los Rolling Stones, o perfectamente desechables, como Coldplay), gracias a una serie de políticas que lo han hecho posible. Se habla, desde el Ministerio de Cultura, de una inversión de (cifra sacada de las promesas de campaña) de pesos para la construcción de (cifra sacada de las promesas de campaña) espacios culturales en (cifra sacada de las promesas de campaña) departamentos del país, y de (cifra sacada de las promesas de campaña) trabajos de restauración por (cifra sacada de las promesas de campaña). Se menciona, entre los propósitos del (año que empieza), el compromiso con la reparación de las víctimas desde la cultura (o las víctimas de la cultura, dependiendo de lo que quiera decir).

En la segunda mitad de marzo llegará a las salas bogotanas el XV Festival Iberoamericano de Teatro (si es año par; si es impar, hable del Hay Festival): (cifra sacada del boletín de prensa) artistas de todo el mundo llevarán a cabo (cifra sacada del boletín de prensa) funciones en (cifra sacada del boletín de prensa) lugares de la capital con la importante misión de revitalizar uno de los eventos más queridos, más respetados por los colombianos. Se darán, una vez más, las ferias del libro tradicionales: de la cada vez más sólida Feria Internacional del Libro de Bogotá a la cada vez más querida Fiesta del Libro de Medellín. Estará pendiente el público de los salones nacionales de artistas y de las ferias de arte de octubre.

Los espectadores irán aún con más expectativas a los estrenos nacionales luego de ese (año que acabó) de tantos reconocimientos. Y los lectores, orientados por los premios a las obras publicadas y por el voz a voz, que tiende a ser el crítico más respetado, se acercarán a las nuevas publicaciones colombianas.

Este (año que empieza) promete ser, en otras palabras, un año lleno de tramas, de voces, de imágenes del mundo hechas en Colombia.