lunes, 31 de marzo de 2014

Bienvenidos al futuro de Bogotá

Pasó otra semana y no sabemos qué pasó. No, no estábamos celebrando que con la destitución de Petro se acabaron los problemas de Bogotá; sencillamente, esta semana sólo leímos El Tiempo y por eso no nos enteramos de nada. Entonces vamos a hablar de la semana anterior: resulta que en nuestra última entrada nos escandalizamos por los temas que escogen los intelectuales en Colombia para escandalizarse: ¿cómo es posible que pongan el grito en el cielo por un comercial de cerveza y no se preocupen por algo verdaderamente grave para la literatura, como que Jorge Franco siga escribiendo? Por eso, la última semana preguntamos lo que significa que Alfaguara le haya dado en su premio de novela la mayoría de votos al autor con más bótox de nuestras letras: 42% de nuestros lectores dijo que esto significa que el Premio Alfaguara tiene tanto prestigio literario como el reinado de la ahuyama, mientras que 30% opinó que en realidad significa que Rosario Tijeras es nuestra Madame Bovary. Pero nada más lejos de la realidad. En verdad, Rosario es tan bobita que apenas si alcanza a ser nuestra Madame Bobarí.

Como quedó comprobado que no hace falta escribir bien para ganar premios de novela, también quisimos saber a quién le deberían dar el próximo Premio Alfaguara: 32% de nuestros lectores opinó que a Ricardo Arjona, porque sus canciones son tan cursis como los libros de Jorge Franco pero tienen más sentido, en tanto que un cercano 29% optó por decir que a Álvaro Uribe Vélez, para que diga que le robaron los votos. Lo malo de que le otorguen el premio a Uribe, ya sabemos, es que va a querer seguir ganándolo cada año. Y, viendo el criterio de la editorial, es posible que le haga caso. Nuestra última pregunta de la semana pasada era sobre el futuro de Alfaguara ahora que la compró Penguin Random House: 36% de los lectores creen que lo que va a hacer en su nueva etapa la editorial es talar árboles para convertirlos en libros de Jorge Franco, un desastre mayor que el incendio en el Chocó, mientras que un 28% cree que va a publicar todas las novelas de Gustavo Bolívar y que, si no vende, también le va a dar un premio Alfaguara.

Pero basta de escándalos y cosas feas, como Jorge Franco. Esta semana es para celebrar que Petro ya no está en la alcaldía, y por lo tanto ahora la gente se comporta en Transmilenio, el tráfico en la ciudad fluye todo el día, se acabaron los crímenes, se acabó el desempleo, todos tenemos acceso a servicios públicos y educación y hasta dejó de llover. Bogotá está tan bien sin Petro, que ahora están borrando los grafitis y, siguiendo la lógica del curador de arte Rodolfo Palomino, no demoran en darles carta blanca a los policías para que les disparen a los grafiteros por la espalda. Y lo mejor: no demoran en volver las corridas, para que los bogotanos podamos volver a pagar para uno de nuestros pasatiempos favoritos: los espectáculos de sangre.

Nuestras preguntas de hoy fueron sugeridas por Rafael Pardo y de sus respuestas depende el futuro de Bogotá:

¿Para qué sirven los grafitis?
Para atraer megaestrellas como Justin Bieber a la ciudad.
Para que los policías afinen su puntería.
Para nada. Es mejor el gris soviético del concreto.
Para nada. Los grafitis quedaron obsoletos con la llegada de Twitter.

¿Por qué deben volver las corridas de toros?
Porque el que las prohibió fue Petro.
Porque Antonio Caballero anda deprimido desde que las prohibieron. Dicen que incluso lo han visto los domingos en el matadero.
Porque es una hermosa tradición cultural y no hay que cuestionarla, como la tortura.
Porque es un acto de tolerancia. Es más, el distrito debería hacer Toros al Parque, un evento gratuito para todos los gustos.

¿Qué más debe hacer el distrito por el bien de la ciudad?
Quedarse sin alcalde definitivamente.
Borrar las obras del Museo Nacional, aunque sea sólo por su cercanía a la 26.
Permitir de nuevo las peleas de gallos. Dejar que maten toros pero no gallos es discriminación.
Nada. Bogotá ya es el lugar más perfecto del mundo otra vez desde que se fue Petro.

viernes, 21 de marzo de 2014

Inmundo de afuera

Además de la alcaldía de Petro, se acabó también la semana, y como es tradición les traemos los resultados de nuestra última encuesta: el escándalo de la semana pasada fue por un comercial de unos amigos que preferían la cerveza que los libros en un país donde en promedio se leen dos libros al año pero se consumen 200 cervezas por persona. Al respecto, preguntamos a nuestros lectores quién debería ser la nueva imagen de Poker, la marca del comercial: 50% dijo que Paulo Coelho, que es a la literatura lo que Poker a la cerveza, mientras que 27% pensó que nuestras preguntas eran en realidad las elecciones para el congreso y dijo que debía ser Simón Gaviria, el congresista que más lee en el país. También quisimos saber qué prefieren nuestros lectores, los libros o la cerveza: 54% respondió que quería usar los libros como portavasos para la cerveza, mientras que un intelectual y santista 23% dijo que prefería los libros porque le dan ganas de dormir mientras que la cerveza le da ganas de orinar. Por último, quisimos saber qué debería hacer Bavaria para que la disculpen los intelectuales: 52% cree que debe emborracharlos durante la Feria del Libro, mientras que 27% opina que debe hacer la campaña Cerveza al Viento, para que la gente tome cerveza gratis y después la devuelva.

Pero eso fue la semana pasada, entonces ya se nos olvidó. Ahora, después de que a nuestros mayores criminales les fue concedido el congreso por cárcel y de que el presidente Santos trató a la CIDH con la misma consideración que alguna vez tuvo para los jóvenes de Soacha, llegó una noticia que demuestra que en literatura estamos tan mal como en política: Jorge Franco ganó el Premio Alfaguara de Novela. Ya antes habíamos señalado que este premio se ha convertido en un referente de los galardones literarios otorgados a una obra escrita a las patadas, pero ahora nos damos cuenta de que estábamos equivocados: decir que Jorge Franco escribe a las patadas es hablar mal de las patadas. En todo caso, el premio no podía ser más oportuno: esta es la demostración contundente de que una cerveza sí puede ser mejor que un libro, incluso mejor que un premio literario.

Seguras de que las obras de Jorge Franco son más desmotivadoras para la lectura que el comercial de Poker, preguntamos escandalizadas esta semana:

¿Qué significa que le hayan dado el premio de novela a Jorge Franco?
Que Jorge Franco acababa de dejar su editorial de siempre y había que darle un empujoncito.
Que no hace falta escribir bien para ganar premios.
Que el Premio Alfaguara tiene tanto prestigio literario como el reinado de la ahuyama.
Que Rosario Tijeras es nuestra Madame Bovary.

¿A quién le deberían dar el próximo premio Alfaguara?
A Ricardo Arjona, porque sus canciones son tan cursis como los libros de Jorge Franco pero tienen más sentido.
A Héctor Abad, porque sus ventas también vienen de capa caída.
A Gustavo Bolívar, porque el jurado va a votar en blanco.
A Álvaro Uribe Vélez, para que diga que le robaron los votos.

¿Qué va a pasar con Alfaguara ahora que la compró Penguin Random House?
Lo mismo de siempre: va a seguir publicando libros malísimos.
Va a publicar todas las novelas de Gustavo Bolívar. Si no vende, también le va a dar un premio Alfaguara.
Va a talar árboles para convertirlos en libros de Jorge Franco, un desastre mayor que el incendio en el Chocó.
Su nueva imagen será Memín Pingüín.

viernes, 14 de marzo de 2014

Las elecciones, una pokería

En la nueva campaña de Poker, estas cervezas serán reemplazadas por libros. Según Arcadia, esta es la "forma correcta" de brindar.

Las elecciones del domingo, que bien pudieron haberse llamado Colombia’s Next Top Criminal, transcurrieron sin sorpresas: los tamales y los candidatos estaban viejos y Colombia votó por Uribe Centro Democrático, que por ser el partido de Uribe precisamente no puede ser ni de centro ni democrático. Pero ya lo sabíamos. De hecho, una semana antes habíamos preguntado a nuestros lectores para qué sirve el congreso: con un empate, 27% cree que para mantener entretenido al país a punta de escándalos –la única promesa que los candidatos van a cumplir– y para que los actores de telenovelas no se queden sin trabajo (aunque en realidad no quedó ninguno).

También habíamos preguntado por quién iban a votar nuestros lectores, y su intención de voto quedó plasmada en las elecciones: 65% dijo que por El Cuentahuesos y Donjediondo, porque serían los primeros con unos nombres acordes con el congreso (aunque, como en un mal chiste, les robaron los votos), mientras que 20% optó por Simón Gaviria, para que no tenga que desempeñar un trabajo en el que le toque leer. Por último, hace ya quince días preguntamos qué es el voto preferente: 42% dijo que es en el que uno escoge si prefiere tamal o aguardiente y 31% dijo que no sabe porque ese señor no le ha ofrecido ningún tamal.

Pero, como cada día trae su escándalo, esta semana tuvimos uno que hizo las delicias de los intelectuales, que ven a cualquiera que no hable con reverencia de los libros con los mismos ojos que Alejandro Ordóñez tiene para los homosexuales. Por eso, queremos sumarnos a esta indignación preguntando:

¿Quién debería ser la nueva imagen de Poker?
Jorge Luis Borges, el alma de la fiesta.
Simón Gaviria, el congresista que más lee en el país.
Cleóbulo Sabogal, para que nos enseñe que Poker debe llevar tilde en la o.
Paulo Coelho, que es a la literatura lo que Poker a la cerveza.

Usted qué prefiere, ¿la cerveza o los libros?
Los libros, porque es lo que Arcadia me dice que prefiera.
Los libros, porque me dan ganas de dormir mientras que la cerveza me da ganas de orinar.
Es una pregunta estúpida, como los libros y la cerveza.
¿Puedo usar el libro como portavasos para mi cerveza?

¿Qué debe hacer Bavaria para que la disculpen los intelectuales?
Emborracharlos durante la Feria del Libro.
Hacer la campaña "Si va a leer, entregue las llaves".
Entregar un libro con cada cerveza para que la gente lea cuando sale de rumba en lugar de emborracharse.
Hacer la campaña Cerveza al Viento, para que la gente tome cerveza gratis y después la devuelva.

martes, 11 de marzo de 2014

Un libro, una pola

Wendy Sulca quiere leer cerveza.


Señor
Colombiano lector y cultísimo
Vicepresidente de indignación en Twitter
Bogotá

Estimado señor:

Hemos leído con mucha atención y risas su carta y queremos hacerle saber que los responsables del comercial “Un libro” –es decir, Bavaria, la agencia de publicidad Días de Bobadas (DDB) y La Bobada Literaria– retiraremos cuanto antes este divertimento que tiene indignada a la derecha ilustrada de Colombia. Su indignación es tan importante para la construcción de Nación como la campaña de Gustá Bobo Lívar por el voto en blanco.

Este es un país que necesita reconstruirse –lo que implica que primero haya que demolerlo–, que necesita ciudadanos que dialoguen desde un yate en La Habana, ciudadanos que se hagan escuchar en Twitter, hombres y mujeres que expresen lo que piensan y sienten, indignados e indignadas que marchen desde la comodidad de su smartphone. Por eso nos preguntamos: ¿acaso hay algo mejor que realizar esas actividades al calor de una cerveza bien fría?

Los colombianos que trabajamos por el alcoholismo, las mejores narices de las agencias de publicidad, quienes luchamos para que cada día haya más y más borrachos, no dejamos de sentirnos ofendidos y aturdidos por una indignación que no habla del valor de las tradiciones en el sentido de la Urbanidad de Carreño pero que desconoce el valor de la amistad que se celebra el día de los amigos –que fue creado en una agencia de publicidad, donde todo lo que se hace es infinitamente superior y profundo a lo que hacen el resto de los viles mortales–. Los bebedores y publicistas sabemos que nuestro alcoholismo es infinitamente superior y más profundo que un simple libro. Básicamente porque jamás hemos leído un libro con más de 140 caracteres.

En procura de que sus valores éticos se correspondan con la realidad y con su responsabilidad social, es deseable para la construcción de valores positivos en derechos que dejemos esta frase tal como está, con el fin de demostrar que quienes se indignan a favor de los libros no necesariamente saben escribir o hablar con claridad. Por eso, pedimos que su carta de indignación sea retirada por inconsecuente e irrespetuosa del libre desarrollo del alcoholismo, y que sea publicada en un medio más acorde con su mensaje farragoso y reaccionario, como la revista Arcadia, que representa uno de los valores más importantes de la cultura universal: la petulancia.

Cordialmente,


José Gabriel Ruiz_Navarro, Editor, Editorial Poker
8000, Artista y borracho, Publicaciones Bavaria
Arcadio Buendía, Director de las revistas Arcadio y El Maloliente
Rufino José Cuervo, lingüista y cervecero