martes, 21 de septiembre de 2010

La bobada en los medios: La Pola, de RCN

Después de despertar de su lisérgico letargo a todas las fotocopias de Andrés Caixerox, decidimos ampliar nuestro espectro y ser menos intelectuales. Como sabemos que entre nuestros seguidores hay muchos historiadores y otros tantos teleadictos, hoy revelamos una sesuda investigación sobre la telenovela histérica más lamentable desde Los pecados de Inés de Hinojosa y Pasión de gavilanes. Se trata, por supuesto, de la única pola que no nos gusta, la de RCN.

No fue nuestra elección, claro. Mientras hacíamos nuestra lectura colectiva de la obra de Andrés Caicedo y nos relamíamos con la sabrosura de Andy Caicedo, fuimos llamadas por eltiempo.com para encargarnos de una noticia importantísima: la llegada de La Pola, la telenovela histórica sobre la estatua que hay en la Plazoleta de Las Aguas de Bogotá. No sabíamos si aceptar, porque suponíamos que en las buenas noticias del estreñimiento de RCN hablarían más que bien del tema, pero decidimos entrar en acción cuando vimos que las excelentes presentadoras les hacían a los actores preguntas como "¿Podría adelantarnos algo de la historia?".

Así que tras terminar con Andrés Caicedo y coincidir en que lo que más nos disgusta son los fans que decidieron imitarlo –aunque lamentablemente no en lo que respecta a lo que hizo a los 25 años–, empezamos a trabajar en la importante discusión que ha generado esta telenovela entre los historiadores del importante municipio de Guaduas y los competentes y profesionales libretistas de RCN.

La noticia publicada en El Tiempo es más boba que la versión que a continuación les presentamos, pero igual se las presentamos:

Inconsistencia histéricas en la telenovela de RCN 'La Pola' causa inconsistencias entre historiadores

Según los expertos, el documental muestra a una heroína distinta a la de las fiestas. El libretista dice que no pretende ser un documento histórico.

Con apenas cinco minutos al aire, la telenovela del Canal RCN, La Pola, amar la hizo libro, no sólo ha despertado la curiosidad de buena parte de los colombianos por esa épica producción de época, sino que también ha degenerado controversia entre historiadores.

El presidente de la Academia de la Historia de Cundinamarca, David Rubio, fue el primero en llamar la atención por lo que considera "errores" que convierten a la nueva apuesta de RCN en "un falso positivo histórico".

El académico y estudioso de la fabricación de 'la Pola' dice que no entiende por qué si la producción es histórica tergiversa hechos que han sido ampliamente documentados en muchos libros –en 1820 se escribió por pedido de Francisco de Paila Santander el primer libro sobre la vida de Policarpa y fue una obra de teatro– y que esas imprecisiones "llevarán a los jóvenes a desconocer la verdad y a hacerse a ideas erróneas de lo que fue la mártir", como si los jóvenes estuvieran preocupados por conocer esa historia.

Rubio, quien nació en la tierra de 'la Pola' –interpretada inicialmente por la actriz Ana María Estupidán y luego por Carolina Raméraz–, asegura que para la época (1807), los padres de Policarpa Salavarrieta ya habían muerto como consecuencia de una epidemia de viruela, aunque otros historiadores han dicho que también pudieron estar entre los falsos positivos de la época.

"La telenovela muestra que los papás la regañan y la reprimen, y que no la dejan salir a rumbear con un adolescente Alejo Zabaraín, cuando la historia documentada revela que 'la Pola' quedó huérfana a los 6 años, y después de la muerte de sus padres, en 1802, regresa, al parecer, de Santa Fe con su hermano menor, Bibiano, a Guaduas y queda bajo el cuidado de su hermana, Catarina, y de su esposo, Domingo", señala.

Pero si algo genera indigestión en Rubio sobre la producción es la heroína, y que aparezca empuñando armas. "Lamento que se haya hecho una inversión para el montaje de un documental que la muestra como alzada en armas", asegura el historiador.

'Eso no nos lo enseñaron'
La posición de David Rubio es respaldada por Jeimy López, la López que puso a pensar a Guaduas. "A todos los nacidos en Guaduas nos enseñaron desde la escuela que 'la Pola' nunca cogió armas. Ella sí fue una estratega que creció con la locha de las ideas", indica López, pensativamente.

El historiador guaduense agrega que un fallo más de la producción es que presenta al joven Alejo Zabaraín como español y defensor de la causa de la corona, cuando en realidad era un criollo nacido en Honda y defensor de la causa limeña, sobre todo si era servida en Astrid y Gastar, un caro y popular restaurante de la época.

"La mamá (María Teresa Ramos) era una mariquita y su padre, Francisco José Zabaraín, era un español que llegó a recaudar las rentas de las minas de plata", explica el historiador, quien además señala que por eso no entiende cómo en los primeros capítulos Alejo habla de ser de "sangre azul" y que 'la Pola' es de "sangre sucia", como si fuera otro libro más de la saga de Harry Potter.

Hay concesiones del autor
El libretista de la novela, Juan Carlos Pérez, defiende la producción y el pérez y dice que "'la Pola' no pretende ser un documento histórico, es la interpretación de unos deshechos".

Pérez argumenta que frente a la historia hay una corriente ortodoxa a la que le importa la rigurosidad, pero también hay una corriente moderna que "se mueve dentro de lo sociológico, lo antropológico y a veces en lo histórico", y en esta última se desarrolló el guión.

Explicó que muchos detalles de la historia han sido cambiados porque hace falta documentación sobre la vida de 'la Pola' y que en otros casos se trata de "concesiones" que él, como autor, tiene que hacer debido a su ingestión de pola. "Eso no quiere decir que los hechos comprobables no vayan a estar, o que lo que esté no sea comprobable, así como no es probable que no esté lo que no tenga que estar o que lo que tenga que ser probable no se compruebe por no estar", afirmó.

El historiador Fabio Zambrano, quien asesoró a Pérez en su investigación de cuatro años, también destaca la poca documentación y las inconsistencias encontradas en los chivos que les contaron la historia, pero resalta que a pesar de eso "la producción refleja muchos helechos de la época". "Lo que hay es un problema de enfoque: cada historiador tiene distintos aumentos en sus gafas e interpreta de forma distinta lo que lee y de acuerdo a eso crea una versión", añade.

En un punto más intermedio se ubica Germán Caballero, el miembro, de la Academia de la Historia de Cundinamarca. Caballero dice que la mayor parte de la historia de Policarpa Salavarrieta como persona no está totalmente documentada, pero sí como libertadora, y hay testimonios y escritos. Aclara que "un documental no necesariamente obedece a la verdad histórica".

Caballero concluye que lo que se ha generado alrededor de la producción de RCN "es una polémica provechosa, que si se usa para tomar pola puede ser constructiva".

REDACCIÓN GUADUENSE
*Con información de Pola Casallas

4 comentarios:

  1. claramente, esto lo escribieron bajo la influencia de un petaco de La Pola...

    ResponderEliminar
  2. Y SI SE CONATARA BIEN LA HISTORIA VALDRÍA LA PENA?
    UNA BUENA REALIZACIÓN, UN GRAN TRABAJO Y SOBRETODO POR FIN CON UN DIRECTOR DE CINE Y TV,EN COLOMBIA DA LO MISMO SI NO HAY TETA OPERADA, CULO Y POR LO MEMOS UN PAISA! POBRES COLOMBIANOS SIN DIRECT TV.

    ResponderEliminar
  3. Así como muestran a Colombia en la película Señor y Señora Smith, no está tan alejada de la realidad pues más de la mitad de Colombia es pura Selva....ja!

    ResponderEliminar