jueves, 13 de mayo de 2010

El cantante colombo-italo-español se resiste a envejecer

Como lo saben nuestros bobos lectores, algunas de las bobas literarias ya estamos de regreso en Bogotá disfrutando de la apretadita agenda cultural capitalina, que lo tiene todo, excepto algo que valga la pena. Por ejemplo, nuestra edulcorada sección La bobada en los medios cubre hoy un concierto que no nos podíamos perder: el del colombo-italo-español más famoso, un bombombum que nos despierta las más oscuras pasiones, tantas que ya registramos en la Dirección nacional de torcidos de autor el nombre de su club de fans, un genial juego de palabras aún más internacional y fundado por nosotras, que lo amamos: Saudade de Bosé. Sin más preámbulos, un informe informe que fue publicado así, pero que en realidad enviamos asá:

Miguel Baboseé, un símbolo asexual que se resiste a envejecer

Lo que esa noche se confirmó en el Coliseo Cubierto El Gamín, en Bogotá, es que Miguel Bosé se rehúsa a dejar de ser un símbolo sexual –aunque quizás sólo logre excitar ancianas ciegas–, que no se extinguirá y que incluso después de aquella imagen que los colombianos recordaban de una barriga prominente y una nariz enviada por Lindsay Lohan en el Desconcierto por la paz de Juanes en la frontera, hoy el cantante puede moverse y seducir como cuando era un amante bandido: con bastón.

"Buenas noches Colombia, buenas noches compatriotas". Así saludó a los bogotanos (8.000 asistentes, según el empresario Chow Fan Business & Entertainment), recordándoles que ahora que tiene la nacionalidad colombiana, también quiere ser un demagogo y fingir estar muy orgulloso de ser colombiano. Totalmente rejuvenecido, no solo no ocultó sino que destacó los 'milagros' de un buen 'bótox' (lo que no sabe usar Juan Manuel), una prolongada 'liposucción' (mejor que la que le hicieron a Marbelle), un breve periodo de ejercicios de 'cardio' (cardiorrespiratorios) en el gimnasio (donde se hace ejercicio), tal como se llama su reciente disco (que reúne varias canciones) y su actual gira promocional (con varios conciertos).

Fue un concierto desconcertante, con mucha innovación tecnológica: hubo luces de neón, un DJ y pantallas LSD de 34 pulgadas, algo inédito en un concierto de un artista colombiano. Por ello, de repente, tras la figura del cantante, también aparecía su proyección, fuera nadando en el fondo del agua que cae todos los días en la triste ciudad o bailando en una trusa dorada. Todo con la excelente acústica de retrete del coliseo de marras.

El concierto empezó tras la espera del público en la que, durante ese tiempo, se proyectaban en la pantalla principal unos labios que a veces se movían y que dieron comienzo a la presentación con una carcajada, producto de la burla que produjo en el artista los precios que el público pagó por su boleta.

Del nuevo trabajo –que, ya que es colombiano, se consigue hace seis meses en los puentes peatonales de todo el país–, Bosé interpretó gran parte de sus canciones, como 'La dama y el perro', 'La verdad es que no sé cantar' y especialmente 'Por Twitter', que tuvo gran acogida entre el público, pese a que el tiempo que pasó desde que empezó hasta que salió a hacer mercado fue muy corto. Eso se notó en que casi nadie las cantaba a la par, como si fuera una parranda vallenata.

Sin embargo, como siempre, las que sacudieron al público fueron sus grandes éxitos 'Amante bandido', 'Azúcar morena mía' y 'Te amargué', con la que terminó de amargar el concierto. Resultó impactante el montaje de la canción 'Uribe', que habla de la represión de las libertades básicas del hombre: en las pantallas se proyectaban, en dimensiones gigantes, las palabras "prohibido oír, hablar, ser, huir, dar, amar".

Musicalmente, se trató de un espectáculo muy fresco según los cánones de los años setenta, que mezcló ingredientes del pop del que Bosé siempre ha sido embalador, con elementos de techno y con la guitarra de Alberto 'Tolo' Pueyo, además de la banda interpretada en GarageBand y del apoyo de tres cantantes, todos sincronizando sus labios en una coreografía específica para cada canción.

Importantes personalidades asistieron al concierto. Se destacaban –pues estaban en sendos taburetes rosados– en primeras filas el vicepresidente Francisco Santos y el ex presidente César Gaviria, que dejaron todas sus plumas en el lugar y estuvieron mandándole besos al cantante colombo-italo-español todo el tiempo.

Sin duda, este es uno de los conciertos más impactantes que el artista ha ofrecido en Colombia en los últimos años, pues los demás han sido aún peores.

6 comentarios:

  1. cataporquediablos13 de mayo de 2010, 7:44

    ¿Cómo hago para inscribirme a Saudade de Bosé? Yo estaba en Babosas, pero me aburrí.

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  2. yo baboseé a Miguel

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  3. Jajajajajajajaja...¡ sois grandes ! pero el caso es que vuestro tamaño no ensombrece sino que asombra cada día más. ¡ qué inteligencia y qué ocurrencias tan excitantes!...¿sabéis que estoy ganando fama de Bobo pues río y sonrío ante la pantalla demudada?

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  4. Nooooo, con Miguel Bose no se metan, estamos mi abuela, mi mamà y yo para defenderlo....sus fans enamoradas

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  5. y también mi abuelo, mi popó y yo...

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  6. Acabo de enterarme, por una fuente que pidió reserva de su nombre, que el portal de La Bobada va a ser nominada a los premios "Lo lobo nuestro" del 2010. Felicitaciones. En hora buena!!!

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