martes, 25 de octubre de 2011

ArtBobada

En La Bobada Literaria nos preocupa mucho la cultura. Especialmente cuando llegan a nuestra ciudad eventos tan lamentables como el Festival de Literatura (que quiere ser “el Rock al Parque de las letras”) y las ferias de arte para que los bogotanos puedan tocarse la barbilla con más frecuencia. ArtBo, La Otra y Odeón, que deberían unificarse y rebautizarse Artbotrón, demuestran que –como con la política– el problema no es el arte sino la gente que lo compra y le cree: la primera feria es la oficial porque van expresidentes y sus varoniles esposas, la segunda es la más sombrerito porque no le alcanza para pagar el stand en Corferias y la tercera viene a ser como la hipster de los hipsters porque es aún más contemporánea que la del año pasado y para entrar sólo exige llevar sombrerito.
Los artistas, los videos, las noticias, las instalaciones y las videoinstalaciones no tienen la culpa de que curadores –que no saben ni usar curitas–, galeristas –dignos de los rumbeaderos de Galerías– y ricachones que no tienen en qué más gastarse la plata dediquen un fin de semana a hablar de arte aunque, claramente, esta no sea más que la oportunidad de ir a tomar vino, desempolvar sus pantalones de cuadros y ensayar nuevos peinados.
Lo mejor de estas ferias es que, como lo dijo 8000, los artistas, además de pasar más tiempo frente al espejo que en sus talleres, se están atreviendo: no puede ser otra cosa que atrevimiento montar un puesto de dulces y minutos a celular y presentarlo como arte. Lo más vanguardista es ver que los artistas más innovadores siguen haciendo exactamente lo mismo de hace un siglo: instalaciones con ladrillos, graffitis tipo Banksy y novedosísimas resignificaciones de lo popular, llamadas algunas veces apropiacionismo pero que no son más que un fusil. Todo, a módicas sumas de $10.000 la entrada y $7.000.000 la obra más barata: definitivamente, estas ferias son una resignificación de lo impopular.
Nosotras, que somos tan intelectuales como los integrantes de Superlitio, no nos podíamos quedar atrás y sacamos del baúl rosado a 8000, nuestro director de arte y experto en grecas, para que demostrara por qué es el artista pornoconceptual macrocefálico multimediocre más popular de Colombia y, con un extenuante trabajo de edición en Paint –que lo dejó videoharto–, entregó para la posteridad esta pésima obra que representa lo que piensa del arte contemporáneo y que será sin duda la envidia de todos los VJs, DJs y PYs del país.



Jaime Cerón a la Izquierda dijo lo siguiente sobre ArtBobada:
Con un televisor LSD como centro de la reflexión odontológica, 8000 plantea una reflexión sobre el oficio del artista, que con una cámara de celular desenfocada puede enfocar y reenfocar su enfoque en un escenario desenfocado per se y per la velocidad de la vida contemporánea. En este aspecto, podemos ver, por ejemplo, que si un artista tiene la posibilidad de hacer una obra y no puede exhibirla, puede montarla en Flickr o YouTube; no obstante, hoy tiene que moverse, generar textos, apelar a los medios de información y a los periodistas y un sinnúmero más de acciones de acciones para ser visibilizado y visibilizado. De ahí que, si no están todas las condiciones el arte nunca va a funcionar. Pero 8000 va más lejos con este ejercicio, en el que el aburrimiento es al tiempo el principal activo, el mayor pasivo, y nos enfrenta con una verdad presente en los inicios mismos de la actividad artística: aún con las condiciones, el arte tampoco funciona. De tal manera, esta consecuencia no es originada en el creador sino en un equipo trabajando frente al tema o un creador trabajando frente a un equipo –preferiblemente Mac, para que sea más hipster–; por consiguiente, la verdad mayor del arte es que para lograr que una obra se vea, la gente tiene que abrir los ojos. ¿Si no hay oídos no hay sonido? Por eso, mientras que haya artistas, también deben existir curadores, críticos, teóricos y otros ladrones porque, en la medida en que tengamos más estímulos, nos estimularemos más en torno a esas diferentes líneas investigativas y las prácticas que el arte implica. Así, es posible que veamos otra dimensión de trabajo profesional en el país. Sólo así será posible volver a pensar en el sueño de que el arte haga una revolución verdadera, y que deje se ser revolucionario sólo en los muros de los millonarios.

10 comentarios:

  1. no señor. La entrada estaba a $ 15.000 ¿o es que uds son estudiantas?

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  2. ese video no es el mismo que sale de fondo en una cancion de madonna? no me acuerdo como se llama la cancion, pero es como igual de videoartistico...

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  3. Qué cliché de vídeo.

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  4. Me aguanté 2 minutos de vídeo, no estoy preparado para tanto Arte

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  5. ese video se merece un oscar al lado de los que he visto en las galerias y museos colombianos... y esta una porqueria

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  6. oiga los vj's se deben estar revolcando con ese video y con la justificacion de jaime ceron, yo creo que en la proxima dokumenta se pueden tapar de plata, bobitas

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  7. muy conceptual el video (llegué a esa conclusión luego de observarlo con la mano en la barbilla)

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  8. Este vídeo necesita urgentemente un curador pero para que explique en qué consiste; es eso o concluir que el autor descubrió cómo acelerar y retroceder una filmadora y unirla a una pista musical.


    Por cierto, el arte ha muerto.... pero en la Bobada Literaria; en otros lugares no es más que un zombie.

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  9. De acuerdo en todo con las bobas, en especial con que el artista 8000 es multimediocre. (si, lo que hace en serio tambien)

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  10. Buenísimo! además me consta que es una crónica sacada de la propia experiencia. Quien no recuerda a Chilango con mano en la barbilla haciéndose el escritor bohemio? o a Vallejo (con gafas de marco grueso, preferiblemente en chuzo hipster de chapinero) haciéndose el que sabe de cualquier cosa?

    saludos de un troll fanático de La Bobada.

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