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martes, 29 de marzo de 2011

Las amenazas en Colombia sí existen

Un lapsus lo tiene cualquiera. Para señalar esos resbalones creamos nuestra aclamada sección El comunicado de prensa de la semana. El problema en esta ocasión es que, más que contener un lapsus, este comunicado parece enunciar un modus operandi. El día de hoy les venimos ofreciendo lo que es la comunicación jurídica, enfocada en este caso a defender militares criminales –no, eso último no es un pleonasmo–. A los desinformados que se enteran de las noticias a través de medios diferentes a este blog, los ponemos en contexto: la semana pasada asesinaron a la jueza que llevaba el caso del militar acusado de violar a dos niñas y matar a tres niños en Arauca. El Ejército aún está investigando si los menores, que no superaban los 14 años, eran unos peligrosos guerrilleros de Soacha camuflados como campesinos pobres. Los abogados que defienden al soldado escribieron la siguiente joya que, más allá de tener evidentes errores de redacción, de aclarar que la vida en Colombia es un riesgo y de estar fechado cinco meses antes del homicidio, concluye con una amenaza. Sin más preámbulos, los invitamos a deleitar-zen con esta maravilla, so pena de ser víctimas de atentados y, para que no nos acusen de mamertas mentirosas, cerramos con una impresión de la pantalla donde consta que el texto es real.


La Defensoría Miliar REPUDIA el asesinato de la Dra. Gloria Gaona, Juez de Arauca Viernes, 12 de Noviembre de 2010 16:38 | Author: Administrador |

La Defensoría Militar se permite informar a la opinión pública que lamenta profundamente la muerte de la Dra. Gloria Constanza Gaona Rodríguez, y repudia todos los actos de violencia que van en detrimento de la justicia. Con preocupación observamos que diferentes personas y medios de comunicación de una manera u otra han buscado ligar este repudiable hecho a la labor de defensa que ejercemos, lo cual no sólo va en detrimento del buen nombre de nuestra institución sino que aumenta el riesgo para la vida de nuestros integrantes.

Nos solidarizamos con el dolor de la familia de la Dra. Gaona y esperamos que muy pronto se pueda esclarecer este infortunado suceso, pero solicitamos a los medios de comunicación mesura en la información so pena de ser víctimas de atentados como consecuencia de dichos pronunciamientos.

Actualizado (Miércoles, 23 de Marzo de 2011 00:45


lunes, 28 de marzo de 2011

El Mundo al Bobo: Hoy, Daniel Petardo desde El Cairo

Ser un Petardo, con mayúscula, es todo un estilo de vida. Y el pionero del periodismo petardo lo tiene muy claro, por eso sigue viajando alrededor del mundo y descubriendo esas historias que ningún otro colombiano ha descubierto. Esta vez, Daniel Petardo se adentró al mundo árabe para contarnos los resultados de una revolución hecha en Twitter en la que, como en las marchas contra las FARC, nada cambió pero la gente se sintió escuchada y valiosa –especialmente la gente que cree que puede salvar el mundo desde su casa por internet–. Además, en un acto vanguardista que cambiará el rumbo de la humanidad, Daniel Petardo hizo esta crónica únicamente con trinos, en la que pasará a la historia como la primera crónica de viajes escrita en Twitter en un iPad –en tu cara cachetona, Juan Carlos Ortiz– después de hacer un espectacular curso sobre cómo escribir en las redes sociales. Con ustedes…

El antiguo Egipto en 140 caracteres

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Junto al Nilo, este cairota sube al DeLorean egipcio –el carro que transporta a los árabes al futuro–, mientras lo observan con recelo unas cabras revolucionarias.

En el aeropuerto me recibió un señor con un cartón que decía en letra infantil: Dani El-Petardo.
El guía me quería dar un beso en la mejilla, pero yo no me dejé. No le entendí si se llama Ahmed o Muhammed. Creo que se llama Ahmed Muhammed.
No hay semáforos hasta el centro de El Cairo, donde todos cruzan velozmente cuando está en verde y más rápido aún cuando cambia a rojo.
Luego de 3 horas de trancones por los burros, cabras y bueyes, llegué al hotel en Guiza, con vista a las pirámides. Huele a guisa.
Lo primero que quiero hacer es visitar las tumbas de Kaops, Kafrén y Miserio.
Antes de las pirámides, cientos de cairotas venden entradas a las tumbas y para un concierto de Lady Gaga disfrazada de momia.
También venden paseos en camello, papiros, llaveros con forma de camello, té, camellos de peluche y camisetas que dicen #Mebarak.
También venden té con sabor a camello, pelo de camello, fotos de camellos y pitas con sabor a pelo de camello.
No compré nada, así que me acompañan todos hasta la entrada, donde me extienden la mano para que se las llene de money. Sigo derecho.
150 metros de descenso para llegar a un cuarto oscuro que huele a sobaco egipcio.
150 metros de ascenso por un túnel no apto para claustrofóbicos.
Al salir, un hombre me cobró 10 libras por subir a su camello. Dio una vuelta alrededor de Ahmed Muhammed y se detuvo.
Por bajarme del camello me cobran 100 libras. En Colombia podrían hacer muchos chistes con “bajarse del camello”.
Pienso. Luego insisto. Busco en mi iPad y descubro que este animal es un dromedario, así que no debo un peso. Nos vamos.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLh7RRqcs-yRRwxCtD5jkzmrg3XGl7OCerzUlFNSHBWiHmeCxILMhUb1rMK65G75irlTVJWYFm4UFKqsinSFCOeDTD7-P4S1cXsxTfXIvkCCCz1Mi4xUXHcUGHi05Al6fMZcI_qqTiaA/s1600/Egipto2.JPG

No, no es San Victorino: es Guiza. Y no, no es una protesta: es el fluir natural del tráfico en Egipto.

Visito a la esfinge y le tomo una foto a su rinoplastia. Espero que me haga una pregunta, pero nada.
Llegamos a la Plaza Tahrir. Hay miles de personas rezando para que caiga el faraón.
Íbamos para el Museo pero un montón de gente en las calles con pancartas y cánticos agresivos se atravesó. Parece otra vez la revolución.
Me invitan a sacar piezas del museo pero apenas tengo 20 kilos de equipaje porque viajo con Avianca.
Además, ¿para qué quiero esas cosas tan viejas de ese Museo?
No cortaron el acceso a internet porque estoy conectado a Twitter. ¿Entonces por qué protestan?
Ahmed Muhammed se perdió entre la multitud y quedé a merced de los hombres que se saludan de besos y caminan de la mano.
La especiada comida de Egipto logra acabar con todos mis problemas de estreñimiento.
Necesito encontrar a #AhmedMuhammed. No sé cómo salir de este gentío. Por favor RT.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5s9qtw4E8T0ydjXZpiiXZFJD72LJ5XqS34EPgxir3bHNgMHnPN1WPzWEeLzKcvUVxmGApopXsiqBPjq3mBhAAzXd8McAFDLDps32uUGGLQ1dW-1equJ2VPuL3LmSW7tGgpslKQs5xqg/s1600/Egipto4.JPG

En El Cairo, la ciudad más poblada de África, hay más antenas parabólicas que habitantes. Hay quienes aseguran que en realidad no hubo corte intencionado de internet, sino que el proveedor temporal era el perrito de Telmex.

Un tipo que se parece a #AhmedMuhammed y responde a su nombre me dijo que me llevaba al hotel por 50 libras.
Por cuarta vez en el día necesito un baño. Y no precisamente para orinar.
El nuevo #AhmedMuhammed me dijo algo de Horny Mebarak. Parece que no les gusta Shakira.
Para salir del tumulto, todos exigían money. Ya entendí el problema del mundo árabe: todos quieren propina.
Pienso qué habría hecho Ryszard Kapuscinski, pero ya no me acuerdo de sus libros. Papá, perdí el tiempo estudiando periodismo.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHHJuSBepsQsKQmz6NGsWz0LYwfuIMnX3MF1vlNzgIKZuZQqVO-g3j5zsj2R-uMP7Beidr1G7i-n6OgzE3azSD1dMnnzsoYjPeiA1Ie8T-w_yRF-cERC7gQ5rHibiGXtmX2FMTWXVzag/s1600/Egipto3.JPG

Este joven emprendedor debe sostener un centenar de pitas para sostener a sus cuatro esposas, a las que consiguió a cambio de 17 camellos.

El faraón no va a otra reelección, pero el Ministro de Defensa (reconocido asesino de pobres) se quedó en el poder #ynoesColombia
Visité Jan El-Jalili. Me cobraban miles de dólares hasta para tomar el té. Tomé té con un colombiano. Le pagué mil dólares.
Después me dicen que puedo pagar en especias. #fail
Hay muchas cosas para conocer en este país. Me sigue gustando más NY, pero es bueno ver que hubo historia antes del iPad.
Estoy cansado de comer pitas y kebab, creo que ya no aguanto más roces de papel higiénico. Voy a comer arena.
Se me acabó el papel higiénico. Ahora me toca #egyptianstyle
La basura se asienta en cada esquina. El Cairo parece Girardot pero con más chucha y más gente pidiendo money.
Las autoridades egipcias, que van vestidas como miembros de una tuna, me pararon cuando vieron que tengo un iPad. #envidiosos
No contaban con mi iPhone. Ahora estoy escribiendo desde él. La revista Ké O Kién dice que mi crónica de Egipto es un hit.
Acabo de conocer a un paisa que se hace pasar por egipcio y vende un tour en camello hasta Aswan. Ahora estoy escribiendo desde un café internet.
El paisa me robó el iPhone. Fui a la embajada colombiana pero todos se han ido. #malhermano
Compré un papiro en papel de arroz. Dice "sobreviví al corte de internet en El Cairo", pero en jeroglíficos.
Me quedé sin conocer la mezquita construida en honor al boxeador Muhammad Ali.
Voy a aprovechar que estoy por acá y todavía puedo recibir giros de mi papá para ir hasta Libia. Dicen que allá está la acción.

viernes, 25 de marzo de 2011

Escándalo

El título de nuestra entrada de hoy no tiene nada que ver con la canción de Raphael –a quien el corrector de Word audazmente convierte en “Rápale”–. El motivo de este escandaloso titular es llamar la atención, porque escandalizar en este país es más fácil que respirar.

Para empezar a escandalizarlos, bobos lectores, presentamos los resultados de nuestra encuesta de la semana pasada: demostrando sensatez, 45% de los votantes sabe que los desastres naturales suceden porque si algo aprendimos de la Biblia es que Dios es vengativo. Por el contrario, demostrando la corta visión de los colombianos, 33% piensa que el mayor desastre natural de Colombia ha sido Samuel Moreno Rojas. Por último, en un sorprendente empate con 122 votos, la masa votante piensa que la verdadera razón para proteger el páramo de Santurbán es que ahí hay una fosa común y que la gente de Twitter tiene mucha influencia sobre la naturaleza.

Para seguir escandalizando al país, hoy queremos presentar unas preguntas que harán santiguar hasta al más ateo:

¿Qué es un escándalo para usted?
La música de Björk.
La noticia del día, para olvidarla al día siguiente.
Que haya gente que hable mal de Juan Manuel Santos.
Que haya gente que diga que no todo es culpa de Samuel Moreno.
Germán es el man.

¿Qué es lo más escandaloso de las fotos pederastas de SoHo?
El reiterado uso de la frase “las polémicas fotos” en todos los medios.
El título, que es el mismo de un especial de Séptimo Día sobre los curas pederastas.
La calidad de las fotos, que tienen más Photoshop que cualquier foto de Amparo Grisales.
Que en realidad se trate de una campaña de prensa para que todos compren SoHo.
Que a la gente le parezca más escandaloso ese debate que el asesinato de una jueza.

Siguiendo la escandalosa teoría de que las celebridades se mueren en combo: si se muere Brad Pitt, ¿qué colombiano se moriría?
Agmet Escaf (o como sea que se escribe su nombre) porque se cree tan sexy como Brad Pitt.
Edmundo Troya, el Brad Pitt criollo.
Marcelo Cezán, porque creería que esta sería su oportunidad de entrar a Hollywood.
Las ilusas que pensaban que tenían una oportunidad con Brad Pitt.
Jota Mario, que no tiene nada que ver.

Teniendo en cuenta la imprescindible labor que ha emprendido el Procurador de investigar a una revista por sus fotos en lugar de investigar a los que hacen lo que retratan las fotos, ¿a quién más debería investigar la Procuraduría?
A Gabriel García Márquez, por Memoria de mis putas tristes.
A Fernando Vallejo, por La Virgen de los sicarios.
A Carlos Donoso, por Kini.
A Marcelo Cezán, por no pagar los derechos de Nueve semanas y media.
A Germán es el man, por promover el vallenato con peinado mohicano.
A Vladimir Nabokov, por Lolita

Finalmente, queremos dedicar una escandalosa última pregunta a un escenario que pondrá de luto a Colombia entera –como señalarán los titulares en su momento–: la muerte de doña Gloria. ¿Cómo será su despedida?
Con una mamada en reversa.
Con un cortejo fúnebre en Metrocable.
Con un recuento de sus mejores entrevistas radiales, gonorreas.
Con unas pompis fúnebres.

jueves, 24 de marzo de 2011

Juan Gabriel, Premio Alfaguaro de Novela 2011

Como su nombre lo indica, en La Bobada Literaria también hay espacio para la mayor de todas las bobadas: la literatura. Por eso, y porque no tenemos nada más que hacer, no podemos ser indiferentes a esos loables actos de mercadeo conocidos popularmente como “premios literarios”. Mucho menos cuando el ganador es un viejo conocido de nuestra casa editorial estudio y el amor platónico de las guarichas que escribimos este blog –su cara de pollo encerrado en la cabeza de un cebú nos parece de lo más de sexy–.

Juan Gabriel se hizo famoso por estribillos como “si nosotros nos hubiéramos casado” y “eso me enseñó mamá”, pero su varonil voz sólo alcanzó el cenit cuando se fue a vivir a Barcelona y se convirtió automáticamente en un intelectual. Sus novelas, llenas de adjetivos rebuscados y sosas historias de amor intelectual, fueron publicadas por Alfaguaro y jamás, a pesar de los esfuerzos comerciales de la editorial, vendieron más de cincuenta copias o pusieron a Juan Gabriel a figurar entre la (precaria) farándula literaria nacional. Por esas extrañas casualidades del mundo editorial, el escritor que no le importaba a nadie más que a la revista El Maloliente y a su amiga Pilar Reyes –directora editorial de Alfaguara en España desde hace dos años–, hoy es el orgulloso ganador de este reputeado galardón con una novela que parece que ya hubiéramos leído y visto en el cine y en cuarenta series de televisión. Es más, el ganador del premio Anagramo del año pasado, también colombiano, parece que escribió la misma novela pero cambiándole los nombres al país y a los protagonistas.

El ruido de los paracos al caer se inicia con la exótica fuga y posterior asilo en Panamá de una mujer con contextura de hipopótamo, último vestigio del imposible zoológico con el que Álvaro Uribe exhibía su poder. Ésta es la chispa adecuada que arranca los mecanismos de la memoria de Ernesto Yamhugre, protagonista y narrador de una obra que hace un negro balance de una época de terror y violencia, en una Colombia descrita como un territorio literario lleno de significaciones –esa frase, como las del libro que aquí se resume, no tiene sentido, pero hace que el país parezca más poético–. Lo que sigue es la caída en desgracia de todos los protagonistas de esos ocho años en los que se cometieron los crímenes atroces que llevaron a uno de los ministros de Defensa al poder y a romper con olímpica impunidad todas las marcas de popularidad con su falso positivismo.

En 2005, Ernesto conoce al intrigante Dick Emanuelsson, quien ha pasado veinte años en Colombia, un país que parece una cárcel. Emanuelsson, de quien se sabe que es periodista, forma parte de una parranda de desubicados de Escandinavia, donde Yamhugre –quien ahora opina en un periódico con más columnistas que lectores– se consumía antes como diplomático en el odio de la juventud. Entre los dos se fraguará una estrecha enemistad y Ernesto, que pasa por la vida desdibujado por su fe en Uribe, creerá ver en las calumnias a su enemigo, acusándolo de pertenecer a las FARC, una señal de buena conducta del uribismo.

El Premio Alfaguaro de Novela se ha convertido en un referente de los galardones literarios otorgados a una obra escrita a las patadas. Incluso, este premio se le entrega en realidad a los agentes literarios, que son los que hacen el lobby para que los jurados deliberen. Aunque aún no está tan desprestigiado como cualquiera de los cuarenta premios Planeta, al entregarle el premio a Juan Gabriel el Alfaguaro empieza a tener tanto respeto como un Premio Shock. Está dotado con 175.000 dólares, una dotación eterna de guaro –el ganador puede escoger entre las marcas Chin Chin y Tapa Roja– y una escultura hecha por Martín Chimbo basada en el Monumento al Popó de la Carrera 3 con Calle 23 de Bogotá. Desde su primera edición, en 1998, lo han presidido, entre otros, José Saramago –quien premió a una autora colombiana que escribe como Saramago, pero más enredado– y Mario Vargas Llosa –quien premió a un autor español que emula sin éxito las estructuras narrativas de Vargas Llosa–.

Colombia se regodea de la emoción con este premio, que tiene tanta importancia para el país como la visita de Nadal y Djokovic. Así como ningún colombiano juega tenis ni lo entiende, ningún colombiano piensa leer El ruido de los paracos al caer pero todos se creerán que un premio literario sin criterio puso al país en el epicentro de la literatura universal. Si piensa que nuestra afirmación sobre la falta de criterio es falsa o resentida, lea el primer capítulo –si no se queda dormido después del tercer párrafo–.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Colombia pronto andará al ritmo de un corazón enamorado

Vuelve a La Bobada Literaria la sección favorita de los jeques de prensa: el comunicado de prensa de la semana. Hoy decidimos sentirnos como redactores de El Tiempo y copiamos y pegamos a continuación una joya que, aunque no está tan mal redactada como las columnas de El Espectador, sí nos invita a ver la nueva película de Harold Trompetero. Como lo leen, bobos lectores: pocos meses después de El paseo –según Dago García, la Little Miss Sunshine colombiana, excepto por las actuaciones, la puesta en escena y el guión–, este prolífico maestro de cómo no se debe hacer cine regresa a la pantalla enana con una nueva cinta “la cual cautivará los corazones de todos” –el uso de “la cual” nos hace pensar que quien lo escribió también debe decir “lo que es la película, ¿tsí?”–. Lo primero que llamó nuestra atención es que el comunicado llegó directamente a nuestro impredecible correo electrónico, lo cual nos convierte en “apreciados periodistas”. Lo segundo es que, en un país donde la mitad de la población vive bajo la línea de pobreza, haya plata para que un director que parece que hubiera estudiado cine haciendo los videos caseros de su familia saque dos películas al año, cada una peor que la anterior y, esta vez, con ring tones para enloquecer a los compañeros de trabajo. Lo tercero es descubrir que “barrera” es una palabra de género masculino, entre otras delicias que dejamos para que ustedes se deleiten contando cuántas veces dice “historia de amor” con diferentes adjetivos. Y ya lo saben: el que vaya a ver una película de Harold Trompetero es un puñetero.

Apreciados periodistas:

Pronto llegará a las salas de cine colombiano la última película de Harold Trompetero “Locos”, la cual cautivará los corazones de todos.

Cualquier inquietud no duden en contactarme, estaré atenta.

Colombia pronto andará al ritmo de un corazón enamorado
• En pocos días Locos, la nueva película de Harold Trompetero estará en las salas del cine del país con una bella historia donde el amor traspasa todos los tipos de barreras incluso el de la locura.

• Marcela Carvajal y César Badillo protagonizan una romántica historia de amor altruista contada a través de un relato poco tradicional que cuestiona los límites entre la racionalidad y el estado de locura.

• Los Ring Tones de la película podrán descargarse y vivir paso a paso está loca historia de amor.

Bogotá D.C., marzo 16 de 2011.
El próximo 15 de abril la película Locos de Harold Trompetero, llega al país con una bella historia de amor que enamorará a todos los colombianos. Esta producción es protagonizada por Marcela Carvajal quien hace su tercera película con el director y César Badillo actor colombiano que ha participado en películas como: La Gente de la Universal, La sombra del caminante, entre otras.

Locos narra la historia de Eduardo, un pintor de brocha gorda que llega a un manicomio para hacer algunas reparaciones locativas. Allí se enamora de Carolina, una de las pacientes que sufre de esquizofrenia paranoide. Eduardo decide llevársela con él y cuando lo logra, descubre que el amor entre ellos es un caos por fuera de la institución mental.

Esta película fue rodada durante 31 días en locaciones como el manicomio de Sibaté y el pueblo la Calera, contó con la participación de Gerardo Pinzón como coguionista, con la producción ejecutiva de Carolina Barrera y la producción general de Harold Trompetero Producciones.

Con los Ring tones el país podrá seguir esta loca historia de amor:

Desde ahora todos los seguidores de la película podrán descargar los ring tones oficiales y seguir paso a paso esta bella historia de amor.

Para ver el tráiler oficial de Locos la película, ingrese a: http://www.youtube.com/watch?v=C_MwfLHJ86Q.

viernes, 18 de marzo de 2011

De sastres naturales

Como todas las semanas (y a pesar de sus problemas de pronunciación), Colombia entera se pronunció. Esta vez, para hablar sobre la naturaleza humana en un país donde imperan actos inhumanos como matar perros y reírse mientras se graba su muerte en video, hacer collares bomba para extorsionar a los campesinos y matar jóvenes pobres para llegar a la presidencia. Por eso, preguntamos a los habitantes de esta hermosa nación –y a los extranjeros, pues no practicamos la discriminación–, en qué consiste la naturaleza humana, a lo que un 29% de 507 personas respondió preguntándose si no era un libro jartísimo de André Malraux, dejando de manifiesto que no sólo somos unas lacras sino que tampoco leemos: el título del libro en cuestión es La condición humana. Además, 24% respondió que la naturaleza humana consiste en timar y 22% que consiste en malversar –que no es hacer versos enrevesados como los de Andrés Cepeda–. En cuanto a favoritismos, preguntamos cuáles son los actos naturales favoritos de los colombianos, a lo que un 38% dijo que quejarse en Twitter mientras que un 10% menos aseguró que decir que todo lo que hace mal es una tradición cultural que ustedes no entienden. Un apabullante 47% confesó que, naturalmente, no hace nada por la naturaleza, y, por último, 55% sabe que la naturaleza de los colombianos es decir que somos lo máximo porque es lo mínimo que podemos hacer, como nos enseñó Kenji Ortito, nuestro motivador favorito después de Jorge Duque Orinales.

Como no tenemos nada más que hacer los viernes, llegamos a un nuevo sondeo, el único más bobo que la Urna Virtual o cualquier encuesta de El Tiempo. Después de completar 300 entradas sabemos que nos acercamos cada vez más al cumplimiento de la profecía maya; por eso, hoy queremos indagar sobre los desastres naturales que son cada vez más frecuentes en nuestro planeta y otras preocupantes bobadas sobre el futuro:

¿Por qué suceden tantos desastres naturales a la vez?
Porque si algo aprendimos de la Biblia es que Dios es vengativo.
Por un complot de los gringos para recuperar su economía reconstruyendo países devastados.
Porque la Abeja Maya lo predijo.
Porque el Profesor Salomón lo predijo.


¿Cuál ha sido el mayor desastre natural de Colombia?
La declaración de Independencia.
Francisco Santos.
El gobierno del falso positivismo.
Los hermanos Moreno Rojas en Bogotá.

¿Cuál es la verdadera razón por la que se protege el páramo de Santurbán?
Porque es una fosa común.
Porque en realidad ya no hay oro.
Porque mucha gente iba a decir "sumercé" y eso está prohibido.
Porque la gente de Twitter tiene mucha influencia sobre la naturaleza.

jueves, 17 de marzo de 2011

El mundo al bobo: hoy, Catalina Petardo-Navarro en Barranquilla

Vuelve a La Bobada Literaria la sección favorita de los viajeros que lo más lejos que han llegado es Melgar: El mundo al bobo. Demostrando que el periodismo petardo cada vez es más influyente –como lo fueron en su momento el periodismo con Gonzo y el periodismo en bata–, una nueva escritora se une a esta vertiente de la no ficción. Se trata de la bloguera hipster, filósofa decantada y artista de papel maché Catalina Petardo-Navarro, una de las personas que confirma que para ser columnista de El Espectador sólo necesitas ponerte un guión entre los apellidos y cometer más errores de redacción que Francisco Santos. Lo que ella no sabe es que lo que ahora está en boga –al menos en Buga– es ponerse guión bajo, como hace nuestro director Gabriel Ruiz_Navarro, y creerse que uno se las sabe todas, como hace el impotable Gustavo Gómez Córdoba. Pero volviendo al tema, la nueva adquisición de nuestra caca editorial se sentó en el retrete para presentarnos en su debut –que esperamos sea a la vez su despedida– una deliciosa crónica de la feria de pueblo más sobredimensionada del mundo: el Carnaval de Barranquilla. Sus apreciaciones las presentamos a continuación con los mismos gazapos con que ella escribió. Tómate un ron Tres Esquinas y disfruta nuestro post del día.


Que comience la fiesta

En el 2010 me prometí a mi misma hacer todo lo posible para volver todos los años al Carnaval de Barranquilla, lo que he cumplido puntualmente hasta hoy. Especialmente porque vivo en Barranquilla y como soy millonaria hasta ese año me parecía más cool irme al Carnaval de Río en esas fechas. Es que, como dice la canción, Barranquilla huele a popó. Gracias a una amiga (mi tocaya Catalina Ruiz-Navarro) que estaba recién llegada a Bogotá y que traía con ella las frescas brisas caribeñas (si entendemos por “fresco” temperaturas de 40 grados centígrados), volví a Carnavales después de veintinueve años de ausencia y decidí que, para seguir aumentando mi fama en Bogotá, debía invitar a todos mis amigos gringos y cachacos a Carnavales (así, con mayúscula, y no me canso de decirlo: Carnavales, Carnavales, Carnavales) para que sintieran el “patrimonio inmaterial de la fiesta”; es decir, nada.

Luego de decirles que les pagaría todo logré convencer a cuatro cachacas famosas en Twitter y a una gringa famosa en un pueblito de Ohio para que vinieran conmigo. Después de pagar 300 mil pesos para que nos dejaran entrar y otros tantos por el alquiler de disfraces y el maquillaje, salimos en la Batalla de Flores, en una comparsa que se llama La putica no ma’. El 99% de los 20 integrantes eran cachacos y gringos, lo que me queda de costeña era el 1 % restante. Como somos javerianos conceptuales nuestro performance se llamaba polvo de estrellas porque llevábamos un montón de polvo y nos creíamos estrellas. Estábamos, como decía Bordieu, felices.

Salimos a la calle con muy poca ropa y mucho alcohol en sangre. Bailamos como los cachacos que somos y nos tomamos fotos y la gente pobre (que es la que se para en las barandas a mirar a los cachacos bailar ) nos tomaban fotos. Para sentir más el patrimonio inmaterial decidimos hacer una conexión espiritual: Cami (un amigo que estudia teatro en New York) saco unos cuantos papelitos y nos dimos a la tarea de masticarlos hasta que los colores de las marimondas y las mondás fueran lo bastante vivos. Mientras tanto, bebíamos más ron y cunchos de cerveza que nos daban los espectadores. La realidad se hizo nubosa. Decía Ladrillard que “lo real no sólo es lo que puede ser re-producido, sino aquello que ya ha sido re-producido, es decir, lo hiper-real”. No sé qué tanto tiene que ver pero quería meter a Ladrillard, ya que estábamos metiendo tantas cosas.

A eso de las 3pm, mi amiga gringa me dijo que tenía mucha sed. Como yo se qué la única experiencia posible en Carnavales es la inmersión, le dije que, se bañara de fiesta, que se bebiera este acto de fé porque quien lo bebe es quien lo goza. Es que Barranquilla se la pasa de fiesta, por eso a la gente no le importa que el alcalde sea un incompetente y un corrupto: mientras sea guapo y haga parte de la confarsa, lo amamos!!!

La fiesta les da camello a los atracadores, a los vendedores de trago, a los vendedores de pepas, a los que le alquilan disfraces a los cachacos. La fiesta es parte de la vida, uno de sus lugares, donde se estrechan vínculos emocionales, creativos, intelectuales. Así como hay ciudades que se dedican a otros lugares de la vida, Ciudad del Vaticano está determinada por la religión, Medellín está determinada por la violencia, Bogotá está determinada por la corrupción, Barranquilla está determinada por la fiesta.

Y mientras yo pensaba en eso, mi amiga gringa se cayó al suelo. El público aplaudía aun más nuestra comparasa porque pensaban que todo era parte del show, por eso seguimos bailando y dejamos a la gringa en el piso, bailando a su manera, como bailan los gringos, como convulsionando. Después vimos más gente tirada en el piso, bailando o jugando estatuas. Porque en Barranquilla se baila así, porque cada quien hace su propio Carnaval, que como toda experiencia cultural, es inefable, inabarcable en un folleto, irreductible a una definición única o a su repetición pastiche e ininteligible para los demás. Por eso uno baila a lo largo de las calles rodeadas de vallas y de gente pobre gritando emocionada, hasta que se acaban las vallas y la gente pobre lo recibe a uno con manos llenas de amor.

Después de perder el iPhone, la cámara y los disfraces, uno descubre que en Carnavales, esta no es una rumba más, es una transmutación dionisíaca. Pareciera que en el aire en vez de oxígeno hubiera dopamina. Tanta dopamina que cuando volvi al hostal donde se quedaban todas mis amigas nos dijeron que la gringa estaba en un hospital, con una sobredosis. Sobredosis de Fiesta. Sobredosis de Carnavales.

No se puede ir dos veces a un Carnaval de Barranquilla porque al regreso ni el Carnaval ni nosotros seremos los mismos. Es como ir al baño.

En Barranquilla se baila así.

martes, 15 de marzo de 2011

300

Contra todos los pronósticos, La Bobada Literaria alcanzó trescientas entradas. Para que no quepa duda, lo ponemos en números: 300. Y para celebrarlo, nos emborrachamos en Gustavo Carne de Pavo para seleccionar a los trescientos personajes más bobos en la historia de Colombia (algunos no son personajes y otros no son colombianos, pero dejaron alguna bobada que valía la pena mencionar). No alargamos mucho esta introducción porque, si usted tiene la paciencia suficiente, le esperan tres horas de lectura. Recomendamos leer esta entrada en tandas de diez. De hecho, recomendamos no leer esta entrada. He aquí a los primeros 300 bobos que se nos ocurrieron:

1. Juanes, por convertirse en el mayor símbolo patrio con un sonsonete invariable que fuera del país tiene el mismo valor de "La Macarena".

2. Pirry, por convertir la realidad nacional en un deporte extremo.

3. Kid Pambelé, por enseñarnos que hacer algo importante vale mondá. Y que es mejor ser rico que pobre.

4. Jaider Villa, porque es más importante ser bonitos que talentosos. Y ni siquiera tan bonitos. Y ni siquiera.

5. Fernando Vallejo, porque todo país necesita una abuela que lo regañe de tanto en tanto.

6. Santiago Giraldo, porque todos nos volvemos expertos en tenis cada vez que él juega –y pierde–. Lo mismo pasa con Camilo Villegas y el golf, Édgar Rentería y el béisbol y Simón Brand y el cine.

7. Pablo Escobar, por enseñarle al país cuál es en realidad su principal producto de exportación.

8. Carlos Castaño, porque si las fuerzas del gobierno no funcionan toca darles una manito.

9. Gabriel García Márquez, porque fuera de Colombia todos piensan que es mexicano.

10. El 'Tino' Asprilla, por sus tiros al arco y sus tiros al aire.

11. Shakira, una cortina de humo para la homosexualidad de Piqué.

12. Betty, la fea, la cara linda de Colombia.

13. Álvaro Uribe Vélez, el mejor presidente que nunca ha debido tener Colombia.

14. Gustavo Rojas Pinilla, porque además de matar a un montón de gente engendró a la mamá de los Moreno Rojas.

15. Julito, porque a los colombianos sólo les importa la voz. Por supuesto, lo que esa voz diga es lo de menos.

16. Juan Manuel Santos, por contentar al país a punta de falso positivismo.

17. Viena Ruiz, por inventarse las buenas noticias del estreñimiento.

18. Los niños cantores de Viena Ruiz.

19. Armando Records, por convertir en sueño de todo hipster el hecho de ser DJ.

20. Armando Benedetti, por enseñarnos que no es necesario pasar por la primaria para ser alguien en política.

21. David Sánchez Juliao, porque la ramplonería es cultura.

22. La loca Margarita. Y no es la Rosa de Francisco.

23. Francisco Santos, por una máxima que define la mediocridad de este país: "no me arrepiento de lo que diré".

24. Jota Mario Valencia, por demostrar una vez más que la mayoría de nuestras amas de casa aman a los cafres.

25. Gonzalo Arango, por nada.

26. Andrés Felipe Arias, la versión colombiana –es decir, contraria– de Robin Hood.

27. Alfonso Lizarazo, por dejar Sábados Felices a la deriva del canal baba de Caracol.

28. Rogelio Salmona, por ladrillo. Y por parecerse tanto al abuelo de los Monsters.

29. Gilberto Alzate Avendaño, un fascista que inspiró una fundación facilista que ahora se mantiene con los impuestos de los bogotanos.

30. John Frank Pinchao, por enseñarnos que el mejor taller literario es el secuestro.

31. Pernett, porque es más importante el peinado que la música.

32. Los columnistas de El Espectador, porque es más difícil tener un perfil en Facebook que opinar en ese periódico.

33. Clara Elvira Ospina, por enseñarnos la importancia de tener un libro debajo del brazo en caso de diluvio.

34. Nydia Quintero, por demostrar que la solidaridad consiste en ver celebridades saludando desde una carroza.

35. Andrés Pastrana, por hacer que hasta Uribe se vea bien en comparación.

36. Carolina Cruz, la obra más importante de la plástica colombiana.

37. Germán Arciniegas, cien años aburriendo a los colombianos.

38. Marbelle, una telenovela de la vida real.

39. José Obdulio Gaviria, porque todo tirano viene con su ideólogo debajo del brazo. Y porque tiene pasta.

40. Jorge Barón, porque su segundo apellido es Televisión.

41. Samuel Moreno Rojas, que puede seguir el ejemplo de Andrés Pastrana y convertirse en Presidente de la República.

42. Valeriano Lanchas, porque la ópera se acaba cada vez que esta gorda canta.

43. Dicken Castro, porque su nombre le tiene miedo a su apellido.

44. Grosso, por enseñarnos que el diseño gráfico en Colombia consiste en hacer caricaturas en la Feria del Libro.

45. Andrea Echeverri, por enseñarnos que tener bebés enloquece. Y que tomar yagé al desayuno arruina cualquier voz.

46. Carlos Mayolo, por su olfato televisivo.

47. Silvestre Dangond, porque nadie comprende sus tocatas.

48. Andrés López, por ser una pelota iletrada.

49. Ángela Becerra, por escribir los únicos libros más detestables que los de Paulo Coelho.

50. Pacheco, dame la P, dame la A, dame la S, dame la E.

51. Jorge Franco, por darle esperanzas de ser un best seller hasta al peor de los autores colombianos.

52. Yamid Amat, por engendrar a Yamid Amat Serna.

53. Ingrid Betancourt, por la simbólica Operación Cheque.

54. Carlos Jacanamijoy, la prueba fehaciente de que el yagé quema muchas neuronas.

55. Yeris Paola, felicining de Colombia para el munding.

56. Santiago García, por reducir el teatro colombiano al canelazo y la lana virgen.

57. Rudolf Hommes, porque si supiera tanto de Finanzas no hubiera empobrecido aún más al país.

58. Manuel Teodoro, por convertir el amarillismo en el estilo de las noticias mientras usa pantalones rojos.

59. Gabriel Iriarte, el DMG de la literatura colombiana: es decir, usted me da una novela y dentro de seis meses yo le devuelvo dos.

60. Noemí Sanín, la primera presidenta de Colombia desde hace 20 años.

61. Juan Pablo Montoya, porque con el comercial de Bonflán demostró que no tiene ningún talento.

62. David Murcia Guzmán, porque nos enseñó lo que significa trabajar. Y que el gobierno no nos deja hacerlo.

63. Marta Traba, por enseñarnos el estado ideal para entender el arte contemporáneo colombiano.

64. Tomás y Jerónimo Uribe, porque sí se puede ser un joven emprendedor.

65. Luis Carlos Sarmiento, conocido entre sus amigos como Luis Carlos Hambriento.

66. Germán Castro Caycedo, el paradigma del aburrimiento periodístico.

67. Poncho Rentería, el peluquero más famoso de Colombia.

68. Raymundo Angulo, por demostrarnos que la belleza colombiana necesita pasar por el quirófano y responder preguntas tan inteligentes como si el hombre es el complemento de la mujer.

69. Catalina Sandino, porque nos robaron el Oscar.

70. El niño Ramoncito, nuestro pobre angelito.

71. The Real Ramoncito (alias Daniel Samper Ospina), humor de quinto de primaria al servicio de la opinión periodística.

72. Paola Turbay, Carolina Gómez y Paula Andrea Betancourt, porque nacimos para segundear.

73. El Biblioburro, dos servicios en uno.

74. Alfonso López Michelsen, porque puso a pensar al país. Lo malo es que este país no tiene cerebro.

75. César López, por ser un escopetardo.

76. D'Artagnan, lagarto entre los lagartos.

77. Bernardo Hoyos, por fingir pronunciación alemana para referirse a Beethoven y terminar diciendo algo como "Betoband". Y por imponer el marco grueso de las gafas para verse intelectual.

78. Antonio Caro, más conocido como Andy Asshol.

79. Santiago Gamboa, porque es más diplomático que escritor pero cuando critican sus libros no sabe ser diplomático.

80. Horacio Serpa, por ser lo más parecido a Nietszche que ha dado Colombia –y no precisamente por su inteligencia–.

81. Andrés Cepeda, el cantante de los rizos perfectos y los falsetos imperfectos.

82. Jesús Hernán Orjuela, por tener casi el mismo nombre de Hernán Orjuela e interpretar el papel del Padre Chucho.

83. Gustavo Bolívar, porque sin talento también hay paraíso.

84. Jean Claude Bessudo, por hacernos sentir extranjeros en nuestro propio país.

85. William Ospina, la cola de caballo cagada de nuestra literatura.

86. Excusa2, por creerse Banksy y salir a decir que Bogotá era una ciudad visualmente virgen hasta que llegaron ellos.

87. Omar Rincón, el único producto inteligente de la televisión colombiana.

88. Gustavo Gómez Córdoba, por hacer conteos aún más inútiles que este. Además, mensuales.

89. Harold Alvarado Tenorio, porque insultar te hace un buen poeta.

90. Zulu. Shake it, momposina!

91. Efraím Medina, porque cree que salir desnudo en las portadas de los libros es polémico cuando en realidad es asqueroso.

92. Vicky Dávila, por mover la cosa política (guiño, guiño).

93. Ensuncho, por ser el escritor de culto de La Bobada Literaria.

94. Pastor López, el venezolano más querido por los colombianos.

95. Marlon Moreno, que sería nuestro Marlon Brando de no ser por Róbinson Díaz.

96. Juan Harvey Caicedo, porque la música llanera sería aún más gritona sin sus poemas.

97. Antonio Caballero, porque, a pesar de ser el único columnista sensato del país, sigue creyendo que la tauromaquia es un arte.

98. Andrés Caicedo, porque cuando dijo veinticinco debió haber dicho quince.

99. Sandro Romero Rey, por ser el patiño de Andrés Caicedo.

100. El Cuentahuesos, lo más alto que podrá llegar el humor en Colombia.

101. Diomedes Díaz, por demostrar que el vallenato es una tradición nasal.

102. Piedad Bonnet, por encarnar el significado de la palabra "culifruncida".

103. Antanas Mockus, porque lo más brillante de su carrera son sus nalgas.

104. Diana Uribe, canticuentos para adultos.

105. La chusma, porque mató a Roa y ahora no sabemos quién mandó matar a Gaitán.

106. Guri Guri, porque pone a pensar al país desde RCN.

107. Patarroyo, por inventarse una vacuna que nada que se termina de inventar pero que lo tiene a un pelo de rana calva del Nobel de Medicina.

108. El 'Pibe' Valderrama, porque nos enseñó a todos una lección muy importante: para pasar a la historia nada te ayuda más que una melena oxigenada.

109. José Manuel Marroquín, porque si vamos de vacaciones a Panamá podemos decir que salimos del país. O que nos fuimos de asilo político.

110. Andrés Hoyos, por la ironía al titular sus Gotas cordiales.

111. La 'Negra' Candela, porque no es ni lo uno ni lo otro.

112. Llorente –como sea que se llamara–, porque por su pinche florero nos creemos república independiente.

113. Marcos Coll, por meter un gol olímpico que nos hizo creer que servíamos para el fútbol.

114. Policarpa Salavarrieta, porque su nombre pasó a la historia, primero como marca y después como sinónimo de cerveza.

115. Xiomy, por ser la chucha colombiana.

116. Ómar Rayo, porque cuando juramos podemos decir "que me parta un Rayo" y sonar más artísticos.

117. Antonio Nariño, por traducir los derechos humanos tan mal que aún ni las Fuerzas Armadas los han logrado descifrar.

118. Édgar Perea, porque no se puede hablar de fútbol sin gritar. Tampoco de política.

119. Helmut Bellingrodt, porque demostró que en Colombia sí sabemos tirar.

120. Eduardo Arias, porque su humor intelectual tiene menos gracia que andar con sombrerito.

121. Juan Gossaín, porque no hace gossaín a nadie con sus libros. Ni con su voz de tarro.

122. Ciro Guerra, porque como no se ha graduado de la universidad sigue haciendo películas con la calidad de un estudiante de primer semestre.

123. Margarita Posada, porque tiene nombre de coctel de happy hour.

124. Simón Bolívar, por servir de excusa para la demencia de Chávez. Y por dejar claro que todo nos toca mandárselo a hacer a un extranjero.

125. Jorge Isaacs, por hacer la novela más melosa de Latinoamérica y ser la envidia de Corín Tellado.

126. Mauricio & Paloadentro, la esperanza de los cantantes de ducha.

127. Juan Valdez, porque en realidad era cubano.

128. Florence Thomas, el verdadero macho dominante.

129. Jairo Pinilla, el único cineasta colombiano conciente de sus capacidades.

130. Dago García, el único cineasta colombiano conciente de lo que le gusta al público: basura.

131. Rafael Pombo, el poeta más original del país.

132. El Renault 4, una de las principales causas de los trancones.

133. Otty Patiño, por su deportiva salida de la izquierda colombiana.

134. Alfonso Castellanos, porque al fin no sabemos quién sabe lo que usted no sabe.

135. Carlos Moreno de Caro, porque hasta él hubiera sido mejor alcalde que el Moreno al que sí dejaron jugar.

136. José Asunción Silva, por hacer de los billetes de $5.000 los más corronchos del mundo.

137. Plinio Apuleyo Mendoza, por ser el verdadero hombre bicentenario.

138. Esteban Cortázar, por hacer ropa para el Éxito basado en modelos danesas.

139. Carlos Antonio Vélez: fútbol rimbombante.

140. Isabella Santodomingo, por su amplia y exclusiva experiencia con caballeros.

141. Camilo Torres (el cura o el prócer), porque murieron por sus creencias y, en el caso del cura, para darle nombre al 80% de los auditorios de cada universidad pública.

142. Norberto's, el primer colombiano salido de un museo de cera. ¡Y además se mueve!

143. Álvaro Gómez Hurtado, el único delfín que no triunfó.

144. Carlos Duque, el peor fotógrafo más publicado de la historia.

145. Andrés Carne de Res, porque ser un visionario significa explotar nuestro arribismo.

146. Luz Marina Zuluaga, por hacernos creer que tenemos a las mujeres más hermosas del planeta. Incluso del universo.

147. Los hermanos Di Doménico, porque sólo a unos italianos se les podía ocurrir que puede existir un "cine colombiano".

148. Rosso José Serrano, al que se le escaparon capos, rateros y asesinos en serie pero sigue siendo el mejor policía del mundo.

149. Gustavo Petro, porque no importa cuántas pruebas y gritos se den en el Congreso, nadie le va a prestar atención a un tipo con esa cara.

150. Julio Mario Santodomingo, a quien agradecemos por traernos la cerveza.

151. Naty Botero, por llevar la expresión TQM a un nuevo nivel.

152. Fabio Puyo, por enseñarnos cómo ser un empresario puyante en la represa del Guavio.

153. Andrés Hurtado, porque por su culpa a todo el que habla del cuidado de la naturaleza lo tildan de mamerto.

154. Estanislao Zuleta, porque hasta nuestros filósofos tienen nombre de vallenateros.

155. Aura Cristina Geithner, la mejor encarnación del artista de pan integral.

156. Álvaro Castaño Castillo, por hacer cultura para la mensa minoría.

157. Luis Moreno, porque en Colombia nos importa más una lechuza que un gobierno que le chuza.

158. Leonel Álvarez, porque si es ya, es ya.

159. Luis Caballero, porque todavía es escandaloso que un artista sea homosexual.

160. Nicolás Gómez Dávila, porque el filósofo colombiano más importante era un godo recalcitrante.

161. José María Vargas Vila, porque la gente cree que es Vargas Vil.

162. Santiago Moure y Martín de Francisco, porque terminaron haciendo exactamente lo que criticaban.

163. Marco Emilio Zabala, porque le echaron el pato del robo al Banco de la República en Valledupar y al país se le olvidó buscar a los verdaderos rateros.

164. Óscar Naranjo, por demostrar que no se puede confiar en ningún policía en todo el mundo.

165. Azúcar Moreno, por regalarle un mar a Bolivia por una noche.

166. Julio César Turbay, por reducir la corrupción a sus justas proporciones.

167. Valerie Domínguez, por sus justas proporciones.

168. Rafael Escalona, porque todos creen que es un personaje de ficción representado por Carlos Vives.

169. Guido Nule, por la introspección metafísica que lo llevó a concluir que la corrupción es inherente a la naturaleza humana.

170. Alejandro Villalobos, porque ser joven es ser imbécil y grosero.

171. Luis Alfredo Garavito, un nuevo récord mundial para Colombia: el mayor asesino en serie de la historia. Y con niños, para mayor orgullo.

172. José Galat, la mayor prueba de que los vampiros son inmortales.

173. Harry Sasson, por enseñarnos que "gastronomía" es pagar millonadas por tres granitos de arroz.

174. La India Catalina, porque premia lo peor de la televisión colombiana.

175. Doña Gloria, porque Colombia es Pasión en reversa, gonorrea setentahijuelagranputa.

176. Miguel Antonio Caro, porque para ser político en Colombia lo que importa es hablar con palabras rebuscadas.

177. Michael Jackson, por demostrar que Colombia es el Infierno. O, por lo menos, Malambo, que fue donde se apareció.

178. Benjamín Villegas, por darnos algo para decorar las mesas de centro.

179. Alejandro Obregón, porque su mejor obra fue su hijo Rodrigo, el único actor más inexpresivo que Danilo Santos.

180. Francisco Maturana, porque los colombianos siempre ganamos un poco.

181. Rodrigo Triana, por encontrar la verdadera guaca y quedar impune con esa bazofia que debería llamarse Regreso a la Guácala.

182. Ricardo Rendón, porque en El Espacio también hay espacio para la cultura.

183. Fernando Londoño, porque expresa sus opiniones en plural: "nosotros pensamos que no robar está muy mal".

184. Pedro, el Escamoso, la versión masculina de Betty, la fea.

185. Rufino José Cuervo, pork los colombianos ablamos el mejor espanol del mundo, ¿tsí?

186. Salvo Basile, porque en Colombia el riesgo es que te quieras quedar (a robar). Definitivamente, Colombia es un basile.

187. Marta Granados, porque su color favorito es la paleta del arco iris.

188. Manuel del Socorro Rodríguez, por abonar el camino para El Tiempo y El Colombiano.

189. Sofía Vergara, la colombiana que conquistó el corazón de los televidentes gringos. Y el corazón de Luis Miguel.

190. William Vinasco Ch., porque por Bogotá hay que meter las manos en la Candela Estéreo.

191. Las FARC, por inventos tan valiosos para la humanidad como el collar bomba.

192. Víctor Gaviria, porque para entender lo que dicen en las mejores películas colombianas hacen falta subtítulos.

193. Jaime Cerón, por justificar con discursos ininteligibles la bazofia que es el arte contemporáneo colombiano.

194. Lady Noriega, los desastres de la cirugía plástica.

195. Darío Echandía, por decir "el poder para qué".

196. Héctor Mora, desde cualquier lugar del mundo para evitar este país inmundo.

197. J Balvin, porque la champeta es una boleta, y en cambio el reguetón es súper, ueón. Como las motos y las chimbitas.

198. Víctor Mallarino, por hacer siempre el mismo papel: el de él mismo.

199. Luis Carlos Restrepo, por demostrarnos que la paz es una tierna mentira.

200. Ernesto Samper, por acuñar una nueva defición de espaldas. Y por quedarse.

201. El Hombre Caimán, por ser conocido así en un país de lagartos.

202. Alberto Casas Santamaría, los efectos nocivos del whisky en la radio.

203. El Bolillo Gómez, al que con esa chapa y esa estampa le hubiera ido mejor de tombo.

204. Gustavo Moncayo, porque caminar te hace libre. Y te deja con cayo.

205. Los hermanos Gasca, porque los animales no pueden decir que no les avisaron.

206. Carlos Gaviria, el Papá Noel de la izquierda colombiana.

207. Alejandro Char, porque un alcalde sexy vale más que un político honesto.

208. Darío Gómez, música de fondo para cualquier fiesta desanimada.

209. Bomba Estéreo, porque gritar como vendedora de Frunas te convierte en cantaora (según Juan Carlos Garay).

210. Papuchis, el personaje más idiota de la radio idiota.

211. Alfonso Plazas Vega, porque cuando lo condenaron, Belisaurio todavía estaba ahí.

212. Antonio Navarro Wolff, porque la izquierda colombiana es un Frankenstein.

213. Laisa Reyes, belleza para onanist@s.

214. Sergio Fajardo, un accidente político en bicicleta.

215. Ricardo Arjona, lo más cercano a la poesía que están los colombianos.

216. Jorge Eliécer Gaitán, porque su muerte demostró que los colombianos no pueden protestar sin robar.

217. Roy Barreras, porque no importa que tengas nombre de mafioso de Miami Vice si no te vistes y comportas como mafioso de Miami Vice.

218. Alejandra Azcárate, conversaciones de orinal en la voz de una mujer con cara de travesti.

219. Juan Carlos Ortiz, por aportarle a la humanidad el primer libro escrito en un BlackBerry. Invaluable.

220. Juan Lozano, lo más parecido que tendremos a un Muppet.

221. Laureano Gómez, por haber firmado el Frente Nacional, la dictadura más democrática del mundo.

222. Gonzalo Rodríguez Gacha, porque los colombianos quieren ser mexicanos.

223. Los hermanos Rausch, pan y circo. Pero a precio de caviar y ópera.

224. Nemesio Camacho, por dejarnos su hermoso nombre en un estadio y un coliseo inmundos.

225. León de Greiff, por hacer creer que basta con tomar aguardiente para ser poeta.

226. Daniel Coronell, por demostrar que los colombianos no entendemos nada.

227. Capax, el Tarzán tercermundista.

228. ChocQuibTown, el único sonsonete más repetitivo que el de Juanes.

229. Germán es el man, por matar el punk.

230. Hugo Rodallega, porque es igual a Messi pero no juega en el Barcelona ni hace goles.

231. Amparo Grisales, por tener 50 años hace 50 años.

232. Fernando Gaitán, por hacer las versiones de La Cenicienta con mayor rating.

233. Marcelo Cezán, por su ingenio: su nombre sale del cuadro Los Marcelos de Paul Cézanne, su primera banda se llamó Los calimanes porque eran unos manes de Cali y lo último que se supo fue que tenía una orquesta: Marcelo Cezán y los incesantes.

234. Enrique Olaya Herrera, por la guerra contra el Perú.

235. Andrés Orozco, el más famoso director de los únicos conciertos que los colombianos no hacen para delinquir.

236. Gordo lindo, el mejor alias de nuestra historia paramilitar. Le siguen Tajada y Pija Harvey.

237. Moisés Angulo, por pasar de su sensual movimiento de piernas a la espiritual tarea de reemplazar al padre Chucho.

238. María Isabel Rueda, preguntas que a nadie le importan.

239. Natalia París, por su invaluable tarea de prevención de consumo de drogas entre modelos.

240. Germán Santamaría, porque el periodismo objetivo sí paga.

241. Miguel Abadía Méndez, por la masacre de las bananeras.

242. Álvaro Mutis, nuestro exconvicto más célebre.

243. César Rincón, porque hace de forma legal, festiva y con acento español lo que mejor saben hacer los colombianos: matar.

244. Tirofijo, porque a pesar de no ser torero también mataba por diversión.

245. Eva Rey, porque para ser un periodista famoso en Colombia basta con ser extranjero.

246. La Cacica, porque la música clásica no es cultura porque viene de afuera.

247. Regina 11.

248. Charlie Zaa, porque trajo la modernidad al país con su discoteca con piscina en Girardot.

249. Guillermo González, por crear una revista muy poética (en blanco y negro) para leer con atril y con nombre de publicación científica: Número.

250. César Gaviria, por el apagón.

251. Doris Salcedo, porque el arte en Colombia es una grieta.

252. Claudia de Colombia, por llamarse Blanca Gladys Caldas.

253. Sara Corrales, la otra loba.

254. María Isabel Urrutia, porque cualquier colombiano con algún mérito internacional debe lanzarse a la política.

255. Juan Carlos Abadía, robando con sensualidad.

256. Elkin Ramírez, por querer parecerse a Bruce Dickinson pero parecerse más a la señora de los tintos.

257. Germán Vargas Lleras, porque no sabe hablar sin regañar.

258. Carlos Calero, la copia de Jota Mario que en realidad se parece más a Jerry Rivera.

259. Kenji Orito Díaz, por ilusionar a Colombia con los cuentos chinos de siempre.

260. Carlos Vives, por ser el padre del tropipop.

261. Leonor Espinosa, la chef que lee, cocina, cava y roba.

262. Diario Nocturno, por poner las redes sociales al servicio de la publicidad.

263. Manu Chao, por mostrarnos que los gamines también son cool.

264. Bruno Díaz, por demostrar que la política es para los mejores actores. Por algo no le fue bien a Gregorio Pernía.

265. Gloria Valencia de Castaño, porque el desprecio es correcto.

266. Paula Marcela Moreno, el símbolo de la afrocondescendencia.

267. Jaime Duque, por creer que la sabana de Bogotá podía albergar el mundo.

268. Los hermanos Orozco, otra de las promesas jamás cumplidas: una versión de Al final del esperpento con Nicole Kidman.

269. Rafael Núñez y Oreste Sindici, por dejarnos el segundo mejor himno nacional del mundo.

270. Vladdo, porque no hay que tener gracia para ser caricaturista.

271. Mario Mendoza, porque ganarse premios de Planeta es Breve.

272. La 33, porque la salsa colombiana es una canción de jazz gringa que en su título dice mambo.

273. El elenco de Padres e Hijos.

274. Fernando Botero, porque puso de moda la obesidad.

275. Fernando Botero Zea, porque puso de moda la impunidad.

276. El Profe, porque escuchando Radiónica se salva el mundo.

277. Jimmy Salcedo, el show tenía que seguir (guiño-guiño).

278. Jorge Duque Linares: actitud positiva en un país negativo.

279. Enrique Peñalosa, el tercer huevito.

280. Gloria Zea, la harta cultura.

281. Luly Bossa, porque su producción discográfica se titulará Luly n' Bossa.

282. Manuel Quintín Lame, porque un indígena no puede llegar a nada si no lame.

283. Cristóbal Américo Rivera, porque nos mantiene alerta.

284. Virginia Vallejo, la chocha de la mafia.

285. Guns N’ Roses, por componer "November Rain", el himno de Bogotá.

286. El padre García Herreros, porque la libertad de culto falla por un minuto al día.

287. Fanny Mickey, por hacer de los cuenteros un espectáculo de sala.

288. Giovanni Ayala, por enseñarnos cómo es que se canta, hijueputas.

289. Belisario Betancur, porque nos enseñó que la poesía es la mejor forma de evasión.

290. Carlos Lleras Restrepo, por convertir a Colombia en un país tocado de queda.

291. Max Henríquez, que se quedó sin pronósticos por culpa del recalentamiento global.

292. Héctor Abad Faciolince, literatura para tías solteronas.

293. Piedad Córdoba, porque los colombianos también odian a la gente con turbante.

294. Héctor "El Chinche" Ulloa, la versión colombiana del Chavo del 8.

295. El Mono Jojoy, porque su muerte nos enseñó un nuevo significado de la palabra sodomía.

296. Lucho Garzón, por enseñarnos que la izquierda también sirve para beber.

297. Campo Elías Delgado, la protesta por una cuenta más sobreactuada de la historia. Su mayor crimen fue darle tema a Mario Mendoza.

298. Jorge Alfredo Vargas, por Yo, José Gabriel, el único programa de televisión más desagradable que cualquier aparición de Jota Mario.

299. José Gabriel Ortiz, la televisión como instrumento para lagartear.

300. José Gabriel Ruiz_Navarro, por ser el líder de La Bobada Literaria y obligarnos a escribir esta lista.

viernes, 11 de marzo de 2011

La naturaleza humana

La semana pasada se puso verde la cosa política: 43% de la población cree que el Partido Verde –que, si fuera más creativo, se llamaría Partido de la Oops!– lo único que tiene de verde es lo biche que está, mientras que un respetable 19% cree que lo verde es su éxito en Farmville; 33% cree que la prioridad del Partido es hacer discursos que parecen de Cantinflas, 23% que es entregarle las licitaciones a cualquier inepto (como en el Transmilenio de la Autopista Norte) y luego decir que los demás políticos son los corruptos, y 18% que es talar miles de árboles para repartir volantes que promueven la pena de muerte para los niños violadores, o algo así; sobre el verdadero líder de ese movimiento, 36% de los lectores sabe que es el practicante que maneja la cuenta del Partido en Twitter, aunque un acertado 25% cree que son los tres chiflados y 20% que es la franjita verde en el logo del Partido de la U; por último, después de una cantinflesca deliberación, los votantes concluyeron que el nuevo alcalde de Bogotá debería ser Mockus, aunque aún no están seguros si puede ser Peñaloza o Peñalosa o Uribe o Lucho o Mockus… ¿ya habíamos dicho Mockus?

Y así damos paso a una nueva y novedosa encuesta sobre la naturaleza humana, un tema que el sabio filósofo colomboitaliano Guido Nule –que se pronuncia Nulo– puso sobre la mesa esta semana.

¿En qué consiste la naturaleza humana?
En robar.
En estafar.
En timar.
En malversar.
¿No es un libro jartísimo de André Malraux?

¿Cuál es su acto natural favorito?
Decir que lo que hago mal es una tradición cultural que ustedes no entienden.
Mandar a matar pobres en Soacha, decir que son guerrilleros y hacerme Presidente.
Dejar obras públicas inconclusas.
Quejarme en Twitter.

¿Qué hace usted por la naturaleza?
Nada, naturalmente.
Quejarme de las corridas de toros.
Comer carne y quejarme de los vegetarianos. ¿O es al revés?
Pedir en Twitter que linchen a quienes patean lechuzas.

Como bonus track -que no es una de las fosas que tienen Uribe y Santos en común; esas son bones tracks-, tenemos una esperanzadora pregunta inspirada en nuestro bobo del mes:

La naturaleza de los colombianos es:
Esa que había en el Amazonas y el Darién y que acabamos para ser felices.
Ser felices porque comemos patillas grandes y baratas.
Abrazarnos para ser el país más feliz del mundo.
Decir que somos lo máximo porque es lo mínimo que podemos hacer.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Kenji Orito Díaz, personaje del mes en La Bobada Literaria



Fotografía en la que nadie está posando y en la queda claro que los sentimientos del colombojaponés por los pobres son verdaderos.

Nuestro personaje del mes es un colombiano tan bobo que además es japonés. Tan bobo que cambió a Tokio por Ciudad Bolívar y tan bobo pero tan bobo que cree, en contra de las cifras oficiales y la historia, que en Colombia no somos pobres ni violentos. Se llama Kenji Orito Díaz y ha cruzado fronteras: ha vivido en Nueva York, Costa Rica, Panamá, Japón, Río de Janeiro y Ciudad Bolívar. Pero no ha aprendido nada.

Descendiente de un japonés y una tolimense, este chino japonés se hizo célebre en toda Colombia por la mejor vía para hacerse famoso en toda Colombia, Youtube, gracias a un video en el que se dedica a repetir los clichés de Colombia es Pasión, pero esta vez con los ojos rasgados. Claro, nuestros periodistas están sorprendidísimos con el material, que rota en internet con un asunto que puede referirse a muchas cosas: "¡Mira lo que piensa un chino de Colombia!". Y, por eso, con su sensacional estilo, han convertido a este Kenji en el japonés más famoso de nuestra historia, superando incluso a Los caballeros del zodiaco y a Supercampeones.

En eltiempo.com, medio que se caracteriza por su rigor para escoger notas, lo definen como "El japonés que emocionó al país", cuando todos creíamos que ese era el sushi con tenedor. Faltó un genial titular que dijera "Qué pensarán de nosotros en Japón Pon". En Cromos, el único medio más bobo que este blog, después de bautizar el perfil como "El japonés que puso de moda a Ciudad Bolívar", dicen que parece el extra de una película de Jackie Chan (una descripción física que confirma la calidad literaria de la revista), aunque en realidad Kenji se parece más a Delfín Quishpe. Y en un pie de foto de la misma publicación, Orito Díaz cuenta algo que está dentro de lo esperado en la casa editorial más prestigiosa de España: “El Tiempo me sacó una frase que nunca dije: ‘Yokoi Kenji se declara enamorado de la pobreza’. Ese fue el golpe más bajo que he tenido este año. ¿Yo, enamorado de la pobreza?”.

Su historia comenzó en 1979, pero su fama empezó en noviembre del año pasado luego de resultar distinguido por la Cámara Junior de Colombia como uno de los 10 jóvenes más destacados de 2010, un reconocimiento tan importante como ser uno de los 10 mejores jugadores de la titular del Junior en 2010. En el país de su papá, Kenji gozaba de algo de prosperidad democrática –sobre todo por ser el hijo de la agregada cultural de la Embajada de Colombia en Japón (dato brindado por El Tiempo, motivo suficiente para que pensemos que es errado)– hasta que tuvo problemas con matones que trataban con blancas, en su mayoría colombianas. Eso, junto con el altruismo característico de los orientales y de los que creen en Dios, lo hizo huir a Colombia, un país donde no se ve por ninguna parte ese negocio tan feo ni ninguna mafia. No señor, de eso no hay aquí.

Orito fue a dar al barrio San Francisco en Ciudad Bolívar, donde antes había sobrevivido a tantas vacaciones con sus abuelos. Ahí empezó a predicar –sin aplicar– la idea de que no se debe generar lástima. Y se puso a vender la idea de que debemos cambiar de mentalidad, reciclando la misma noción de país que se nos ha venido vendiendo durante 200 años con diferente empaque y una variopinta actitud positiva: que en verdad no somos pobres sino que nos hacemos.

Pero no: aquí si alguien se está haciendo el pobre es este bakamono. No es otra la explicación para alguien que se viene de Japón –donde su madre agregaba cultura con sueldo de diplomática– para Ciudad Bolívar mientras ostenta una cartera Armani y un iPad y les mete a todos un cuento chino: que son ricos y especiales.

El discurso que lo hizo famoso se basa en una audaz comparación entre Japón y Colombia en la que sale mucho mejor librada la patria boba gracias al precio y el tamaño de las sandías y a que la gente aquí se abraza hasta abrasarse. De él rescatamos apartes inusitados:
“Hay muchas cosas de Colombia fuera, pero nada sabe igual si no es en Colombia. Por su gente, por su amor, por su cariño”.

“Colombia está bien. El extranjero lo sabe, por eso viene e invierte. Lo importante es que el colombiano nunca descubra que está en uno de los países más ricos de toda la Tierra”.







"El colombiano se inventa cosas, se ingenia cosas, es una persona inteligente. El japonés no".
¿Algún parecido con el viejo cuento de la malicia indígena o que somos el país más feliz del mundo? Lo mejor es que no es solo ese mismo cliché, sino que según este Ortito ahora resulta que tampoco somos violentos porque en Japón los novios no se dan besos cuando se encuentran, pero se le olvida que aquí –y muy cerca de Ciudad Bolívar– el Ejército Nacional se llevó a un par de miles de jóvenes para matarlos y ganarse unos días libres. Sin contar con que el que dio la orden es el actual Presidente de la República. Claro, esta versión romántica, llena de falso positivismo y boba del país les fascina a los colombianos, a quienes si algo les gusta es mirar la realidad como con los ojos rasgados, pero no por orientales sino para no verla: no ver que aquí en realidad la mayoría somos pobres que nos damos bala. En lo único que tiene razón Kenji es tal vez en eso de que "la disciplina tarde o temprano vence a la inteligencia", lo que se podría demostrar en el caso de que nuestros policías y militares tuvieran algo de disciplina.




Y, para acabar de completar, Ortito remata con una completa novedad: los colombianos somos ingeniosos porque nos rebuscamos la vida –así sea haciendo telenovelas tan ingeniosas como Germán es el man–. Como si no supiéramos ese cuento desde que éramos unos chinos, y como si no fuera el mismo que dicen en Panamá, en Perú, en Ecuador, en Bolivia o en cualquier país donde al final peor es nada. Lo bueno es que, con nuevas joyas del pensamiento colombiano como esa, este pobre ingenuo está rompiendo paradigmas y esparciendo los pedazos, como queda demostrado también en sus respuestas a las inteligentes preguntas de Cromos –que parece que los periodistas tienen un Mini Cromos por cerebro–:

Cromos: Si tiene que poner un aviso clasificado en el periódico, de lo que hace en Ciudad Bolívar, ¿qué pondría en ese aviso?
K.O.: Descubrir que somos ricos, afortunados. Que es una población maravillosa, que la mayoría, la gran mayoría, es una población que madruga muchísimo a trabajar, a andar largos trayectos para perseguir un sueño.

Cromos: ¿Qué es lo que olvidamos los colombianos?
K.O.: Que la riqueza más grande que tiene Colombia son las personas.
Y que no nos digan que esta especie de telepredicador brasilero, de Padre Chucho colombojaponés está haciendo algo bueno, porque es mentira: su discurso optimista es una de esas cortinas de humo perfectas para dejar de pensar en lo que hay que pensar: que madrugar por un sueño es ir a hacer oficio en una casa de ricos para poder cenar una deliciosa y saludable aguapanela con mogolla y ver La cosa política sin entender nada y que, por esos lindos sueños, llevamos 200 años matándonos.

Lo que sí es muy real es que Kenji se salvó de un terremoto gracias a su amor por Ciudad Bolívar, por el que logró convencernos para, desde ahora, escribir este blog desde la ahora famosa localidad del sur de Bogotá que él dice que en verdad es muy rica, tanto que Cromos dice que está de moda. Así que, de hoy en adelante, nos trasladamos del moderno edificio de cristal del Parque de la 93 a una casucha de cartón rodeada de calles de barro con nuestros iPads para ver si así sentimos ese amor colombiano que tanto nos hace falta: el amor que sólo personas sin esperanzas pueden sentir. Lo que ustedes, bobos lectores, no saben es que nosotras también tenemos mentalidad de ricos.

martes, 8 de marzo de 2011

Feliz día de la mujer bigotona

Como todos nuestros lectores saben, las escritoras de este blog somos mujercitas. Lo que no todos saben es que somos tan bigotonas como resentidas y que Ricardo Arjona nos está componiendo una canción que hará quedar a Corín Tellado como una insensible. Por eso, en el día internacional de la mujer –una fecha tan importante como el día regional del calzoncillo amarillo o el Junkie Poor– quisimos hacernos un autohimenaje con el comunicado de prensa de la semana: una invitación a ver modelos como Mario Bros. disfrazado de El Zorro y Frida Kahlo vestida como Salma Hayek, entre otras delicias para la mujer peluda y el hombre de gustos dudosos, que llegó a nuestro correo con el título de "Invitación Moustage Show", así, con ge, para que moustage suene más galicado. Esperamos que nos disculpen por hacer una introducción tan corta, pero es que la imagen que presentamos a continuación vale por mil patadas y tenemos que salir corriendo a aprovechar los descuentos de la feria del brassier y solo kukos.

lunes, 7 de marzo de 2011

¿Usted qué propone? Hoy, los peatones

En La Bobada Literaria estamos alarmadas de ver que Bogotá, con sus problemas de movilidad y tolerancia, cada vez se parece más a José Galat. Por eso, y porque ya empezó la trinadera por la alcaldía de la capital, hoy queremos proponer una solución efectiva a uno de los problemas más molestos para los pobres conductores, que se ven afectados porque les toca pisar el freno más de lo que quisieran cada vez que a un idiota peatón se le ocurre atravesarse por una cebra con el semáforo peatonal en verde. Es que esa gente que anda a pie, además de pobre, es muy imprudente e irrespetuosa con la gente de bien que anda en camionetas blindadas y puede pasar por alto todas las normas de tránsito.

Además, nos sentimos muy mal por la misteriosa desaparición del Padre Chucho y, lo peor, por que el nuevo guía espiritual de RCN sea Moisés Angulo. Por eso, estamos pensando en lanzar nuestro propio candidato para el segundo cargo político más importante del país, convencidas como estamos de que cualquiera lo puede hacer mejor que Samuel Moreno y Andrés Pastrana juntos y que, por supuesto, los bogotanos –y, en general, los colombianos– todavía podemos ser más patanes de lo que ya somos y más imbéciles de lo que nos hacía sentir el Padre Chucho. Así, hoy queremos proponerles estos puntos para que por fin los peatones dejen de ser el estorbo que siempre han sido y que durante la alcaldía de Mockus los convirtió en verdaderas estrellas (negras) de las vías:
Que a todos los peatones se les haga una prueba de daltonismo. Porque, según parece, confunden el rojo con el verde, y a veces les da por pasar cuando para ellos el semáforo está en verde y para los carros también.
Que se quiten todas las señales de Pare de las vías. Esto sólo hace ver más fea la ciudad porque en realidad nadie les hace caso.
Que se instale un mecanismo que impida a los carros girar sin poner antes las direccionales. O, para ahorrar combustible, que en lugar de direccionales usen el pito (guiño, guiño).

Que si, a pesar de lo baratos que están los carros, la gasolina y las tasas de interés, a alguien se le ocurre la insensatez de ir de un lado a otro caminando, lo haga únicamente si va cubierto con armadura. De pronto si se les raya el carro, los conductores se lo piensan dos veces antes de echarlo encima a los viandantes.

Que las motos puedan andar por las aceras y puentes peatonales a una velocidad mínima de 80 kilómetros por hora. Si algún imprudente peatón se les atraviesa, será multado.

Que todos los conductores usen el pito (guiño, guiño) cada vez que vean a algún peatón cruzando por la cebra. Así haremos de Bogotá la ciudad más ruidosa del mundo, una marca que nos pondrá de nuevo en el libro de los Guiness y hará parte de las buenas noticias del estreñimiento.

Que se desmonten los paraderos de buses –y, de paso, se le acabe el negocio a Eucol–. Al fin y al cabo nadie utiliza esas inmundas estructuras de hojalata.

Que las bicicletas sean las únicas que respeten las normas de tránsito. En este momento no lo hacen, pero los ciclistas se creen mejores personas; tal vez haciendo caso a las leyes ahora sí serán mejores personas.

viernes, 4 de marzo de 2011

El viejo verde, el partido de la bobada

Culmina una semana más de bobadas, entre ellas el festival de cine más lindo del mundo –si el mundo se reduce a Turbaco–: el de Cartagena. El público del FICTI, conformado principalmente por periodistas culturales que ya no tienen a quién más gorrearle, estuvieron en la ciudad heroica y votaron a conciencia, a pesar de haber perdido la conciencia bebiendo como sólo se puede beber en Cartagena. Los resultados de su premiación son contundentes: Juanes se llevó el premio a mejor música porque el cine colombiano no sería tan malo sin sus canciones –sabemos que, después de este veredicto, los directores empezarán a usar más a menudo “La pantera mambo” de La 33, lo único peor que una canción de Juanes–; por otra parte, en una reñidísima competencia, el premio a mejor actor de reparto se lo llevó Álvaro Uribe Vélez por repartirle la cara, marica, seguido de cerca por Samu El Moreno, experto en repartir licitaciones; por último, el premio a mejor guión se lo llevaron Víctor Gaviria y Doña Gloria por La vendedora de rosas, una prueba más de que Doña Gloria es Colombia.

Hace dos semanas, en otro profundo sondeo de nuestro orinómetro, descubrimos que Túnez será el próximo pueblo en sublevarse para convertirse en el país virtual de iTúnez, con un honroso segundo lugar de Sutamarchán, futura nación de la longaniza. Como protestar está de moda, nuestros lectores creen que los tuiteros harán un paro para que su ocio sea reconocido como una profesión, otros muchos piensan que los policías harán un paro porque la inseguridad del país los hace quedar en ridículo. Por último, después de revelar la verdad sobre Daniel Samper Ospina, los votantes piensan que sus naturales pechos nos revelarán que The Real Ramoncito es más sexy que Wendy Sulca (y con eso les decimos todo).

Para esta semana quisimos dejar una encuesta sobre el tema más apasionante para los que creen que montando en bicicleta se convierten automáticamente en mejores personas: el Partido Verde, que si fuera más creativo se cambiaría el nombre a Partido de la Oops! (en inglés, además, que sería más catchy para la gente chévere). Sabemos que este grupo político no es ni partido ni verde –es más, ni siquiera es político–, pero igual queremos indagar sobre su ideario con esta inmadura encuesta:

¿Qué tiene de verde el Partido Verde?
Su éxito en Farmville.
Su alianza con las verdes praderas del Ubérrimo.
Lo biche que está.
Las vomitadas de Lucho Garzón.

¿Cuáles son las prioridades del Partido Verde?
Talar miles de árboles para repartir volantes que promueven la pena de muerte para los niños violadores, o algo así.
Prohibir los circos que usan animales para luego casarse en un circo sobre un elefante frente a una docena de tigres amaestrados.
Entregarle las licitaciones a cualquier inepto (como en el Transmilenio de la Autopista Norte) y luego decir que los demás políticos son los corruptos.
Dárselas de bacán aunque simplemente sea un alcohólico.
Hacer discursos que parecen de Cantinflas.

¿Quién es el verdadero líder del Partido Verde?
Linterna Verde.
El Avispón Verde.
La franjita verde del logo del Partido de la U.
El practicante que maneja la cuenta del Partido en Twitter.
Los tres chiflados.

¿Quién debería ser el nuevo alcalde de Bogotá?
Antanas Mockus.
No, mentiras, Peñalosa.
No, mentiras, Peñaloza.
No, mentiras, Lucho.
No, mentiras, Uribe.
No, mentiras, Mockus.

jueves, 3 de marzo de 2011

Dizque Jockeys

Aunque ya no la publicamos semanalmente, hoy presentamos la sección favorita del freak press: el comunicado de prensa de la semana. Hoy quisimos adentrarnos en las oscuras y piojosas profundidades de los sombreritos y demostrar por qué nuestro blog no está de moda. Una razón es porque no somos chéveres, otra razón es porque no escuchamos Radiónica, otra más es porque no promovemos eventos majaderos en Twitter, pero la principal es porque no nos gusta La Recontra. Si usted no vive en Bogotá, bobo lector, se ha perdido durante años de las únicas fiestas más pretenciosas que las inauguraciones de exposiciones de arte. Con la mano en la barbilla y el sombrerito bien agarrado, cientos de intelectualoides se reúnen para escuchar música gitana –porque gracias a Emir Kosturitas esa música es de lo más de chévere–, a tomar bebidas espirituosas y a reírse con sonoros jojojós de sus chistes sobre Samuel Moreno y Twitter. Pero justo cuando creíamos que las fiestas de La Recontra eran lo bastante bobas como para convocar a una cantidad suficiente de chocolocos, resulta que también necesitan enviar comunicados de prensa Recontralocos, como el que reproducimos hoy.

Además del uso de la @ para degenerar las palabras, esta joya de la comunicación incluye –o, más bien, excluye– signos de puntuación que en estos tiempos tan Mac y 2.0 ya no son necesarios y usa una definición de resistencia que más parece ser esa cosa que se le quema a las estufas eléctricas. Si después de leer tanto cliché le quedan ganas de ir es porque no leyó bien: lo que hace La Recontra lo hacen mejor en Candela Estéreo y no le cobran. Póngase el sombrerito y bébase este comunicaldo de prensa sobre una fiesta en el único metro que alguna vez tendrá Bogotá: el Teatro Metro.

LA RECONTRA!!! RIFA DE ENTRADAS

Amig@s y Amig@s Un cordial saludo Los estamos invitando para éste sábado 5 de marzo de 2011 en el Teatro Metro. (Calle 34 No 13-28) - Hora: 8 p.m. LA MÁKINA DEL KARIBE - ¡Puro vacile, efectivo y original! y LA RECONTRA!!!
Rifaremos (2) entradas sencillas a las personas que nos respondan "En que Festival comienza la gira de la Makina del Karibe por Europa?
LA RECONTRA {Archivo:"flayer_2.jpg"} La Recontra es un colectivo conformado por Javier Beltrán, Paula Posada, Santiago Rivas y Adriana González. Entre varios proyectos se destaca la fiesta que usa el mismo nombre que el colectivo, ésta nació en mayo de 2008 como una serie de fiestas gitanas que en noviembre del mismo año se trasladó a Mapa Teatro, lugar donde se realizó hasta el mes de marzo del 2010, actualmente se realiza en el Teatro Metro. El carácter gitano de las fiestas evolucionó en un carácter de resistencia que fue establecido desde el 2008 a través de la inclusión de diferentes géneros como la cumbia, balkan beats, porro, swing, hip-hop, manouche, flamenco, gypsy tunes y sonidos latinoamericanos. No son Disc Jockeys, son más bien dizque jockeys, selectores musicales.

martes, 1 de marzo de 2011

¿Usted qué propone? Hoy: los call centers

Gracias por entrar a La Bobada Literaria, su clic es muy importante para nosotras. En este blog estamos cansadas de que la gente se queje y no aporte. Es que eso de criticar es muy feo. Así, este mes regresa la sección favorita de los candidatos a las alcaldías, gobernaciones y otros latrocinios de Colombia: "¿Usted qué propone?".

El tema del día ha sido objeto de chistes en La Luciérnaga y videos en YouTube que sirvieron de antecedentes a Doña Gloria –aunque a Radioacktiva no les parecieron lo bastante ordinarios y no les dieron un puesto en sus micrófonos–. Se trata, por supuesto, del único método infalible para acabar con la paciencia del Dalai Lama: los call centers. Atendidos por muchachos recién graduados del colegio que se ganan un salario mínimo, que tienen la dicción y el vocabulario de Armando Benedetti, que fueron víctimas de un entrenamiento casi tan malo e incompleto como el de los policías –aunque no tanto–, que trabajan turnos de diez horas en los que no se pueden parar ni para ir al baño, los servicios de atención al cliente son lo único peor que los servicios públicos y privados para los que maquilan. Y a ellos hay que sumarles los que tienen que vender suscripciones, tarjetas de crédito o servicios públicos y privados por el mismo salario mínimo más jugosas comisiones del 0.1%.

Por eso, hoy queremos hacer unas propuestas para mejorar los call centers, conscientes de que, obviamente, las empresas de servicios no piensan mejorar su labor para evitar que la gente llame a quejarse:

Que Tal Cual, el memorable personaje del Boletín del consumidor, sea el nuevo Superintendente de Servicios.

Que descuenten $1.000 de la factura por cada minuto perdido en la línea de atención al cliente.

Que, para variar, contesten.

Que el perrito de Telmex atienda las llamadas. Seguro no dirá “lo que es el módem” al principio de cada frase ni “¿tsí?” al final de cada frase. Tampoco repetirá cada dos palabras "como tal", lo que ya sobra como tal. Pero sí dirá “wow”.

Que por cada número telefónico que metan a una base de datos a la que uno no se inscribió le regalen un nuevo número telefónico.

Que haya más opciones, no sólo del 1 al 0, para que todo sea aún más complicado y las posibilidades de lograr hablar con uno de nuestros asesores sean mínimas.

Que, si uno llama para cancelar un servicio, lo cancelen, y si uno llama para pedir información, la den. Es decir, que no atiendan sólo cuando uno llama para comprar servicios.
Esperamos que esta propuesta sea acogida por todo lo que son los call centers de Colombia y que vean los beneficios que trae como tal. Gracias por venir, vuelva pronto. ¿Tsí?