martes, 26 de febrero de 2013

El mundo al bobo: hoy, Hollywood

A los integrantes de La Bobada Literaria nos negaron la visa gringa por ser tan feos, a pesar de que recibimos una gentil invitación de Teleinmundo para trabajar como extras en uno de sus talk shows. Por eso, tuvimos que enviar al cenador más sexy de Colombia, el hombre que demuestra que en este país no hace falta ser bachiller para legislar y que todos los colombianos somos expertos en todo así no tengamos idea de nada. Petardo Benedetti debuta en el periodismo petardo con una crónica sobre la meca del entretenimiento mundial, un texto que sabemos que no leerá Simón El Gaviria pero que cuenta con su total aprobación. Acomódesen en su silla y preparen maíz pira para leer esta joya.

Los Oscares son montón de tontos

El corazón de Los Ángeles: Jewerly Hills.

Cuando aterrice pensé q por fin las aerolíneas pensaban en el estreñimiento y nos daban la bienvenida a LAX. Sin embargo los agentes de seguridad no me dejaron entrar al baño sin antes requisarmen a pesar que le preguntè si no sabian quién soy yo y me tocó aguantarme las ganas hasta q llegué al hotel en Beverly Hills. Es que yo podré no saber escribir ni trino, pero no me iba a quedarme en cualquier motel como un zarrapastroso, no señor!! Y menos si este viajecito se paga con auxilios parlamentarios, eso va contra la dignidad de colombianos. El taxista mexicano me llevó por Mullholland Drive y le pude tomar foto al aviso gigantesco de Hollywood, q aunque el cielo esté despejado siempre se ve borroso. Es que aquí se respira lo que es el cine, q huele como a humo de millones de carros. Es una ciudad muy bonita, con sus palmeras gigantes, sus mansiones blancas y sus boutiques, que estaban en sale y compré par calzoncillos Fendi por 2.500 dólares. Los indigentes son tan cultos que leen libros mientras piden monedas tirados en el rincón.

 La cara linda de Hollywood es traída a ustedes con el gentil auspicio de Max Factor.

Yo vine aquí hablar de cine para poner ponencia en el Cenado q diga q no volvamos a hacer premios en Colombia: la India Catalina demostró q el único talento de la gente q hace televisión es emborracharsen, en los TV y Novelas todos dicen q llegan en limosina y lo hacen en Renault 4 y los Shock parecen izada de bandera de escuela pública. Por eso me traje mi mejor corbatín, aunque me la pasé sudando todo el tiempo y muriéndome de la envidia q todo el mundo andaba en bermudas y hablaba mejor español q yo. Y, claro, mejor ingles.

Los Sánchez Cristo prefieren Miami porque al menos allá no hay monumentos a los mexicanos como este, en L.A.

Para conocer mejor la industria del cine, fui a los estudios Universal, que son como Disney World en Orlando pero con menos gente en chancletas, más mexicanos y más indigentes. Así q esta es la forma como los estadounidenses hacen el cine: en montañas rusas atestadas de niños chiquitos y sin cámaras ni directores por ningún lado. Voy a proponer q de ahora en adelante el cine colombiano se haga en Mundo Aventura.

En Hollywood, como en Colombia, saben que el verdadero secreto para ser cineasta es decir que uno es cineasta.

En eso se me fue el primer día, pero al segundo me propuse buscar esos lugares q recuerdo del cine de mis años mosos. Fui a la prepa Beverly y vi a los Brandy y Brindis Walsh de estos tiempos, gracias a la pluralidad y la diversidad del siglo 21 parecen pandilleros mexicanos; lo q más admiro es que todos tienen Mini Cooper y escuchan reguetón en inglés a todo volumen. Fui a Melrose Place, q es una avenida muy larga en donde no encontre a esas muchachas promiscuas que tanto me hicieron soñar en la adolesencia, sólo había tiendas de ropa y clínicas, q a juzgar por la hojita que tienen en la entrada; deben ser naturistas. Y termine en Venice Beach, donde los guardianes de la bahía fueron reemplazados por indigentes q se creen artistas y artistas q se creen indigentes, del mismo modo en sentido contrario. Quedé muy desepsionado, pensaba q iba a encontrarme con celebridades, con luces, cámaras y acción. Y con Pamela Ándersen. Sólo hay gente montando patineta, fumando cosas, surfeando y pidiendo el cambio. ¿No sé suponía q Obama era el cambio?

La clásica locación de Guardianes de la Bahía pasó a convertirse en Gaywatch.

Al día siguiente me vi con amigos de la prepa –es que ya estando en Eléi, con tantos mexicanos alrededor, ¿pq no decirle asi al colegio?– y estuvimos hablando sobre lo positiva que a sido la legalización de la marihuana en California. Ya no me acuerdo q dijeron, pero fue muy chistoso. Creo q en algún momento fuimos a clínica naturista a hacer investigación de campo. Ellos, como todos los q vinimos a Eléi, viajaron aquí para triunfar en la industria del entretenimiento. Ahora manejan limosinas y se dedican al ballet parking, muy entretenidos. Son muy rockeros y me dijeron q fuéramos al bar gay llamado Rainbow a tomar Whisky A Go Go. Les dije q no, q mejor nos quedáramos en clínica naturista. Yo sería partidario de la legalización de la droga, pero Colombia quedaría como país paria si lo hacemos!!

La versión californiana de Rock al Parque.

Pero al fin llegó el momento q yo esperaba: los óscares –y no me refiero a Óscar Borda cantando a dúo con Óscar D’León–. En la transmisión de los óscares todo es estúpido: la alfombra roja, comentarios sobre los vestidos, las respuesta de los actores! Los enviados especiales! Corri por Hollywood Boulevard, no pq yo sea muy deportista sino pq las prostitutas y las tiendas de pornografía me hicieron sentir como en la peor parte de la Décima en Bogotá y no quería q me robaran mis viáticos. Abrase visto, que quieran robarsen la plata de los congresistas!! Puedo decir con orgullo q pasé por encima de muchas estrellas, hasta q la multitud ya no me dejó correr más ni ver a cuales estrellas estaba pisoteando. Y encontré las celebridades q siempre busqué: ahí estaban Charles Chaplin, Darth Vader, Shrek, Mickey Mouse y Iron Man tomándosen fotos con los turistas japoneses en frente de un restaurante chino al q todo el mundo quería entrar y q me hizo antojar de sushi.

Pero a pesar de mi tuxedo –y de q pronuncié “toxirou”– no me dejaron entrar a la ceremonia de los óscares: les dije q venía con una invitación del Ministerio de Cultura de Colombia y me dijeron q era falsa: “It’s Columbia, not Colombia”, dijeron. “¡Cállensen!”, les grité, pero en inglés: “shut you’re mouths up”. Nunca había visto los óscares. Hoy intenté y no se puede!! Me tocó q conformarme con ver todo en pantalla gigante y hacer transimisón telefónica en medio de montón de tontas q gritaban histéricas cada q alguien se bajaba de limosina. Y nadie gritó cuando me vieron. Es q no saben quien soy yo.

 El restaurante chino más famoso del mundo.

9 comentarios:

  1. Muy buena, pero falto la parte de la risueña de AAbenedetti luego de entrar a la "clinica" y la entrevista a los actores, donde preguntaría: ¿Que es lo que más le gusta de Colombia? y ¿Usted no sabe quien soy yo?

    ResponderEliminar
  2. jajaja, tan internacionales, a ese paso a ustedes les van a poner una estrella en el boulevard de Jorge Barón en frente de Unicentro

    ResponderEliminar
  3. Pilladas: las bobas saben qué es Fendi y se nota que conocen L.A. Yo pensaba que no habían ido ni a Melgar. Me defraudaron.

    ResponderEliminar
  4. "los Shock parecen izada de bandera de escuela pública", "gente montando patineta, fumando cosas, surfeando y pidiendo el cambio. ¿No sé suponía q Obama era el cambio?", malditas bobas, se fajaron

    ResponderEliminar
  5. espero de corazón que ustedes no sean periodistas por que malooos

    ResponderEliminar
  6. Los que escribieron esto son mas bobos que la misma bobada de Benedetti. No pierdan el tiempo. No me parecio chistoso.

    ResponderEliminar
  7. Ese Benedetti es tan pulcro para escribir (así como para hablar) Los/las amo/a bobos/as ; es que ya no se si escribirles bobas o bobos, dejemoslo en que los amo seudohermafroditas existenciales, a mi si me gusto la crónica de Petardito, al leerlo me sentí como en Argentina...

    ResponderEliminar
  8. ¡La música de Antonio Aguilar es una maravilla!

    ResponderEliminar