Matt Groening es un copión

El abogado de Plata está que no se cambia por nada. Basados en su exitosa experiencia en demandas inútiles, un par de los más inútiles escritores colombianos decidieron contratarlo para hacer otra demanda inútil. Se trata de Sandro Romero Rey, el creador de personajes como Andrés Caicedo, y Fernando Quiroz, al que tal vez recuerden por películas como Esto huele mal (y se ve peor).

Ambos escritores, cansados de su falta de notoriedad en la cultura colombiana y en este blog, decidieron buscar un motivo para figurar. Y lo encontraron, cada uno por su lado y, milagrosa y poéticamente, el mismo día.

Un domingo cualquiera, Sandro Romero Rey se levantó convertido en un enorme insecto, prendió su computador y, enfrentado al dilema de haberlo escrito todo sobre Andrés Caicedo y frente a la noticia de que alguien más talentoso, Alberto Fuaguet, iba a escribir sobre el caleño de marras, se preguntó: ¿y ahora quién podrá ayudarme? En ese momento, en su televisor encendido aparecieron Los Simpson y, justo en ese capítulo, uno de los protagonistas era el señor Kirk Van Houten, el papá de Milhouse, el amigo gafufo y ñoño de Bart que parece un literato colombiano. De inmediato, Ramero Rey se percató de algo: era indiscutible que ese tal Matt Groening había basado a ese, uno de sus personajes más insignificantes y patéticos, en él, Sandro Romero Rey, uno de los personajes más insignificantes y patéticos de nuestra cultura.

Sandro se miró en el espejo, como lo hizo una y otra vez durante su larguísima adolescencia queriéndose parecer al verdadero Sandro, Sandro de América, o al verdadero Andrés, Andrés Caicedo. Una vez más, lamentó que la alopecia que se precipitó sobre su cabeza desde que tenía 14 años no lo hubiera dejado ser ni lo uno ni lo otro y, aunque se lavó los dientes con su Colgate, limpieza extrema, no pudo olvidarlo.

Entre tanto, en otro lugar de La Macarena, Chapinero o el Antiguo Country, Fernando Quiroz estaba releyendo copiosamente Justos por pecadores, esa pésima novela que le dio el mayor reconocimiento al que puede aspirar: un segundo lugar en un premio seleccionado por su esposa. Pero, mientras no se le ocurría otra cosa que Pecadores por justos (la novela sobre la gente mala que le hace daño a la curia decente), aparecieron Los Simpson, y el capítulo empezaba con Homero en la taberna de Moe. Así, Quiroz entendió por qué, en El Desafío Literario, se le puso el remoquete de "Moe". Cuando lo vio, Quiroz no salió de su asombro: el dueño del antro más famoso de Springfield era, literalmente, igual a él. Se miró al espejo y pensó en poner un bar llamado Esto bebe mal. Pero Plata se puso en contacto con él y le sugirió demandar a Matt Groening por usar su cara y su personalidad para crear un personaje tan maluco, que daña su buen nombre. Quiroz, contrario a Sandro Romero Rey, no se lavó los dientes. Corrió al teléfono para llamar al abogado de Plata, que le respondió que justamente lo acababa de llamar, para un lío de plagio con Los Simpson, Sandro Romero Rey.

Esta historia, claro, no merece un mejor final: ambos se enfrentarán a Matt Groening ante la justicia ordinaria para que sus caras no sigan siendo mancilladas por Moe y el señor Van Houten. Lo único que nos queda, bobos lectores, es prometerles que estaremos al tanto de los detalles de este lichigio. Por ahora, los dejamos con las evidencias de que Matt Groening es un copión:

Sandro Romero Rey / Kirk Van Houten

Fernando Quiroz / Moe Szyslak